SOLDADO MALAGUEÑO

También narramos las vidas militares de soldados de España y de todo el cosmos hispano en ambos hemisferios, por el Atlántico, por el Lago Español, por el Mediterráneo, por el Índico y allá por donde haya pasado un soldado HISPANO ondeando nuestras banderas.


sábado, 26 de agosto de 2017

MARISCAL CRISTÓBAL ESCOVAR SALCEDO

SOLDADO Y CABO DISTINGUIDO EN EL REGIMIENTO DE INFANTERÍA DE NAVARRA......18-4-1787
CADETE EN IDEM.....2-10-1795
2º SUBTENIENTE EN IDEM......11-7-1796
1º SUBTENIENTE EN IDEM......26-9-1796
TENIENTE EN IDEM......11-10-1803
CAPITÁN 2º EN VOLUNTARIOS LITERARIOS DE SANTIAGO...5-6-1808
CAPITÁN 1º EN VOLUNTARIOS DE NAVARRA......15-3-810
SARGENTO MAYOR EN TIRADORES DE CASTILLA......28-4-1811
PRIMER JEFE EN TIRADORES DE CASTILLA POR EL ARREGLO......24-6-1812
CORONEL GRADUADO.....21-12-1812
CORONEL EFECTIVO DEL REGIMIENTO PROVINCIAL DE MÁLAGA......2-7-1824
CORONEL DE CAZADORES DE LA GUARDIA REAL DE INFANTERÍA......26-5-1826
BRIGADIER DEL MISMO CUERPO......26-5-1826
MARISCAL DE CAMPO.......30-10-1830
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   Natural de la ciudad de Archidona, en la provincia de Málaga, nació el dos de junio de 1775, hijo de Pascual Escovar y de Rafaela Salcedo.

   Ingresa en el Ejército con doce años, como Soldado y Cabo Distinguido, el dieciocho de abril de 1787, siendo destinado a la Compañía de Jóvenes del Regimiento de Infantería de Navarra, embarcando en Cádiz el tres de diciembre de 1789 con este Regimiento con destino a la plaza y presidio de Orán. Era Coronel del regimiento el conde de Cumbre Hermosa.

   Estuvo de guarnición en Orán durante catorce meses, en el transcurso de los cuales sufrió el terremoto y sus veinte réplicas ocurridos en la noche del ocho al nueve y el día diez de octubre del año 1790, lo que aprovecharon los moros para realizar ataques contra los fuertes el día quince y contra la plaza el veintiuno de ese mismo mes de octubre. Fuero ese día tres ataques consecutivos, los que fueron rechazados por los soldados españoles a punta de bayoneta.

   El siguiente día veintitrés hubieron los españoles de soportar el fuego que los moros hacían con tres cañones y dos obuses desde una altura llamada la Meseta, a la vez que formaron otras dos baterías que escupirían fuego sobre los fuertes de San Fernando y la otra en el paraje llamado la Celada de Gámez, soportando nuestros hombres el intenso fuego, pero sin ceder sus posiciones.

   La noche del siguiente día veinticinco hubo otro terremoto, muy violento que produjo grandes destrozos en la plaza, y aprovechándose de esta situación, los moros organizaron un ataque muy violento en la madrugada del veintiséis, atacando, sobre todo, la llamada Torre del Nacimiento, estableciéndose un fortísimo y continuado fuego entre ambas partes que duró unas cuatro horas. El continuo tronar de los cañones españoles hizo grandes destrozos entre los moros, obligándoles a retirarse y tan destrozados y desmoralizados quedaron, que en la mañana del día veintinueve levantaron el campo y se fueron.

   Después de esto hubieron algunas sacudidas sísmicas más, pero de menos importancia. La plaza se había salvado, gracias a la tenacidad y valor de nuestros hombres, entre ellos el joven Cristóbal de Escovar, quien tuvo un buen inicio de carrera militar.

   El terremoto de la noche del ocho al nueve de octubre fue tremendo, pues destruyó gran parte de la ciudad, su guarnición y los almacenes, habiendo numerosas víctimas. Solo en lo que a militares se refiere, fallecieron:

- el Brigadier Basilio Gascón, Coronel, diez Oficiales y ciento cincuenta individuos de tropa, todos del Regimiento de Asturias;
- cinco Oficiales y ocho individuos de tropa del Regimiento de Lisboa;
- tres Oficiales y veintiséis individuos de tropa del de Navarra, su regimiento;
- un Oficial y trece individuos del Fijo de Orán;
- un Oficial y siete individuos del Compañía de Fusileros;
- 184 heridos de los Regimientos de Navarra y Asturias.

   Se estimó que los muertos totales en Orán por el terremoto alcanzaron los dos mil.

   Tras las últimas acciones de abril de 1791 contra los moros, se firma un armisticio con la regencia de Argel por el cual se entrega la plaza a esta, abandonando los españoles Orán. Se embarca el Regimiento de Navarra en febrero y pasa a Barcelona el siguiente mes de marzo, tras haber pasado unos días en la ciudad de Cartagena.



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   El diecisiete de abril, parte el primer Batallón, el de Cristóbal, para Besalú, desde donde cubre los destacamentos de la frontera con Francia, hasta que se declara la guerra contra este país, en 1793.

Tras algunas operaciones en las que se toman algunas posiciones al enemigo, en agosto se pone sitio y se toma la plaza de Millás.

En octubre se halló en la defensa de las alturas de Boulou, teniendo el mando el conde de la Unión, retirándose para Argelés.

Tras estas acciones pasó en diciembre al sitio de Coillure, donde permaneció hasta su capitulación en junio de 1794, pasando el diecisiete de noviembre y a las órdenes del Mariscal Ildefonso Arias de Saavedra a atacar Espolla y la posterior retirada de Rosas del siguiente día veinte, sufriendo parte del sitio, hasta el tres de diciembre, que le mandaron embarcar para salvar la Mayoría y Cajas de fondos de su Regimiento, cuya Plana mandaba el General Domingo Izquierdo.

No se le ofrecen más acciones a nuestro hombre, quien junto a su Batallón el cual pasa en 1796 de guarnición a Extremadura, acantonándose en San Vicente, aunque en 1800 pasa a Galicia, para retornar al año siguiente de nuevo a Extremadura

Declarada la guerra a nuestro vecino Portugal, la noche del diecinueve de mayo de 1801, encuadrado nuestro hombre, junto a su Batallón, en la 3ª División, mandada por el marqués de Castelar, cruzan el río Caya y caen sobre Olivenza, que capitula el veintiuno, al igual que Idrumenha, tras lo cual se dirigen a Campomaior , adonde llegan el veintitrés.

El veintinueve ocupan Santa Olalla y Barbacena y el dos de junio ocupan Arronches. El siguiente día cuatro se traslada su División a Porto Alegre y el nueve se suspenden las hostilidades, tras lo cual retorna a Extremadura primero y en septiembre pasa de guarnición a Madrid.

El dieciséis de marzo de 1804 recibe la Real licencia para contraer matrimonio con Dª. María Teresa Escovar Cieza -probablemente una prima suya-, verificándose el enlace en Madrid el siguiente once de abril, tras lo cual, ese mismo mes, pasa de guarnición a Santander y en septiembre a Bilbao, retornando en mayo de 1805 a Santander.

En 1806 pasa a Galicia y en abril de 1807se halla en La Coruña. A primeros de mayo de 1808 pasa a Ferrol.

El cinco de junio de ese año de 1808 pasa a ser Capitán 2º del Batallón Literario de Santiago y con este Batallón entra en combate con los franceses, quienes habían invadido España. Su participación durante la guerra fue, esquemáticamente, como sigue:

- ataque de Zornoza y alturas de Durango los días 12, 23 y 31 de octubre de 1808,

- al mando del General Joaquín Blake en las de Balmaseda, Sodupe y en la sangrienta batalla de Espinosa de los Monteros y su retirada, los días 3, 5, 7, 10 y 11 de noviembre,

- ataque de San Payo, en Galicia, los días 7 y 8 de junio de 1809, a las órdenes del General Martín de la Carrera, por cuyo comportamiento en ese combate mereció un escudo de distinción,

- ataque a El Carpio y Medina del Campo el 27 de noviembre, por cuyas acciones mereció otra cruz de distinción,

- acción de Alba de Tormes el siguiente día 29, a las órdenes de Vicente de Cañas y Portocarrero ,duque del Parque,

- acción de Villa del rey, en Extremadura, el primero de junio de 1810, bajo las órdenes de, General Carlos O´Donnel,

- Fue secretario de campaña del marqués de la Romana en 1810 y del General Castaños en 1811, cargo del que fue reemplazado por pasar a mandar el Regimiento de Infantería Ligera Tiradores de Castilla.

- batalla de la Albuera del 16 de mayo de 1811, mandando el ejército aliado el Mariscal Wellesley, donde obtuvo una cruz de distinción,

- estuvo durante 23 días en el bloqueo a Ciudad Rodrigo en mayo de 1812,

- batalla de los Arapiles del 22 de julio, mandadas las tropas aliadas por Wellesley, mereciendo nuestro Cristóbal ser condecorado por el príncipe regente de Inglaterra con la medalla del Mérito Peninsular de aquel país,


- se halló en el bloqueo y conquista de Pamplona, desde julio hasta que se rindió a finales de noviembre de 1813, pasando a la acción de Bayona a primeros de diciembre, permaneciendo en esa plaza hasta mayo de 1814, bajo el mando del General Carlos España, y por los méritos contraídos, obtuvo una cruz de distinción, más otra por los contraídos en el Ejército de la Izquierda, donde sirvió los empleos de primer Jefe y Coronel hasta la reforma del Regimiento de 1814, que fue incorporado al Regimiento de la Princesa.

   El quince de marzo de 1816 se le concede la Cruz de la Real y Militar orden de San Hermenegildo.

   Por real orden de nueve de diciembre de 1817 fue comisionado para pasar revista de inspección y ajustamiento formal en la Caja del Regimiento Provincial de Granada, cuyo expediente comprendió los años desde 1815 al primer semestre de 1818, mereciendo por la exactitud y prolijidad de su trabajo la aprobación del Inspector General.

   El tres de agosto de 1821 volvió a empuñar las armas al ponerse al mando del Regimiento Provincial de Málaga, con el que marchó al Campo de Gibraltar, debido a los sucesos acontecidos en Tarifa, permaneciendo de guarnición en aquellos lugares hasta que el veintiséis de mayo de 1826 fue promovido al empleo de Coronel de Cazadores Provinciales de la Guardia Real de Infantería y a Brigadier del mismo cuerpo, ambas cosas el mismo día, trasladándose el siguiente veintiséis de julio a Murcia capital, con la comisión de pasar revista de inspección al Regimiento provincial de Murcia, lo cual estuvo realizando hasta final de diciembre, que pasó a Madrid.

   Una vez en Madrid hizo entrega del expediente de su comisión en Murcia, recibiendo un oficio de gracias por su buen desempeño.

   Tras esto, se halló en la expedición del Ejército de operaciones de Cataluña, a las órdenes del conde de España, teniendo bajo su mando los Batallones 1º y 3º de su Regimiento, con los cuales llevó a la práctica las órdenes recibidas y contribuyendo a pacificar la zona y acabar con la sublevación, permaneciendo hasta el quince de diciembre de 1827, que por Real orden quedó disuelto dicho ejército, pasando con el primer Batallón a Menorca con el mando militar y político de aquella demarcación, para mantener el orden, la seguridad y el sosiego necesarios para la población.

  Cuando el rey estuvo en Barcelona, pasó con su Batallón a esa ciudad para dar el servicio del Real palacio, siendo, además, condecorado con la Cruz de la Real y Militar Orden de San Luis el quince de marzo de 1828.

   Según la hoja de servicios que se ha usado para la realización de este trabajo, se informa que disfrutaba en 1830 de 18000 reales al año en rentas de fincas, mas el sueldo de su empleo.

   El treinta de octubre de 1830 es promovido al empleo de Mariscal de Campo y el siguiente seis de mayo de 1831 recibe la Gran Cruz de la orden de San Hermenegildo.

   El dieciocho de febrero de 1833, habiendo cesado en el mando, pasa de cuartel a la ciudad de Málaga, falleciendo en dicha ciudad el siguiente dieciocho de febrero de 1850, siendo sepultado el siguiente día veinte.

   Entre ambas fechas, sabemos que el año de 1837, por negarse a jurar la Constitución, fue hecho prisionero junto al cura de Iznate, una población de la Axarquía malagueña.

   Hallándose ya de cuartel en Málaga, y deseando variar de aires, se dirigió a Alhaurín de la Torre, donde tenía una finca, y en el camino sufrió la agresión de un bandido, el cual 

   "...oculto entre la corta distancia de tres o cuatro varas le disparó un tiro con escopeta que, quemándolo el dormán y pasando sus balas por entre su cuerpo y brazo derecho, después de llenarle todo el costado, su cara y su frente de perdigones, no le sobrevino resultado alguno, y aunque el agresor no fue habido, tuvo un fin desastroso en Cataluña.

   Igualmente y a los pocos años de semejante atentado, no fue menos favorecido por tan divina protectora: una noche, entre doce y una de ella, que hallándose en el citado pueblo durmiendo en una habitación baja de su casa, le dispararon otro tiro desde la calle unos borrachos, que pasándole las balas por encima de la cabeza, quedaron sobre su cama los residuos."

[la divina protectora es Nuestra Señora de Gracia, patrona del castillo de San Andrés, en Orán, a quien, al parecer, nuestro Cristóbal tenía devoción]


El trece de enero de 1851 fallece, también en Málaga, su mujer.

El Hoplita malacitano
Málaga - 2017

viernes, 18 de agosto de 2017

TENIENTE CORONEL LORENZO DE MILLA DE LA PEÑA. 1721-1780

   Nacido en la ciudad de Málaga, fue bautizado en el Sagrario, el siete de septiembre de 1721. Hijo de Salvador de Milla Suazo (o Zuazo) y de Sebastiana de la Peña Malaver.

Se le formó asiento de Guardia Marina el seis de diciembre de 1737. No debió continuar la carrera en la Real Armada, pues la siguiente noticia sobre su vida militar que tenemos es que Capitán de Infantería. En 1756 lo es del Regimiento de España. Al día de hoy desconocemos como se desarrolló su carrera militar entre 1737 y 1756.

El cuatro de diciembre de 1760, el 2º Batallón del Regimiento de España, al que pertenece, embarca en el puerto de Cádiz rumbo a La Habana junto con su Coronel, D. José de Prado. El motivo no era otro que se preveía nueva guerra con Inglaterra y por ese motivo se le envió de guarnición a la Isla de Cuba, permaneciendo en ese estado hasta que Inglaterra, anticipándose a la firma del nuevo Tratado de Familia entre España y Francia, le declara la guerra a España, enviando una armada contra Cuba, apoderándose previamente de la isla de la Martinica.

El seis de junio de ese año, doscientas naves británicas se presentan ante La Habana, con veintidós mil hombres y dos mil cañones, desembarcando al día siguiente en Bucuranao, bloqueando así el camino al castillo de la Cabaña, que ocuparon, al igual que el fuerte de la Chorrera y la torre llamada de San Lázaro, con lo cual La Habana quedó bloqueada por tierra, lo que significaba no poder recibir ni refuerzos ni víveres desde el interior de la isla. En cuanto a recintos defensivos, a los españoles solo les quedó los castillos del Morro y de la Punta.

El Regimiento de España y con el nuestro hombre, se hallaban en el del Morro, el más importante de los dos, mandados por el Gobernador D. Luis Vicente de Velasco. Permanecieron en una tensa espera hasta el día trece, que comenzó el asedio del castillo por parte de los pérfidos, quedando aislados y aunque los del 2º Batallón del España intentaron romper el cerco, fracasaron en sus intentos.

A partir del primero de julio, los bombardeos no solo lo fueron desde los barcos, sino que también desde la artillería que desembarcaron y emplazaron en tierra. El asedio fue tremendo y a las labores de defensa y ataque que debían realizar los sitiados se sumaban los trabajos de reparación de los destrozos causados en los muros por la artillería enemiga.

Al fin, el treinta de ese mes de julio, una mina consigue abrir una braca en la muralla, momento que aprovecharon tres mil pérfidos para lanzarse al asalto, pero los defensores lo repelieron, aunque en la refriega murió el Gobernador y mil ciento ochenta y cinco defensores de la ciudad, de ellos doscientos sesenta y cinco del España.

Se mantuvo heroicamente la defensa, pero agotados los hombres y faltos de recursos, el trece de agosto el Teniente de Rey firmó la capitulación de la ciudad, recibiendo los Capitanes del España D. Lorenzo de Milla y D. Manuel de Córdoba la orden de deponer las armas. El Capitán D. Lorenzo de Milla, que fue el encargado de izar la bandera blanca, quedó prisionero de los ingleses junto con otros más.

Los restos del 2º Batallón del España retornaron a la Península, siendo rehecho en Toro, incorporándose al regimiento, que se hallaba de guarnición en Ciudad Rodrigo.
En febrero de 1764, el Regimiento pasa de guarnición a Extremadura, en relevo del de la Corona, y en en enero de 1765 pasa de guarnición a Málaga, cubriendo a partir del mes de mayo y con destacamentos avanzados los presidios menores de África.

A su regreso de Cuba, solicitó ser ascendido a Teniente Coronel por los méritos contraídos, aunque no se le concedió. En abril o mayo de 1769 pasa a ser Capitán de Granaderos del regimiento de Infantería de África, pasando a Valencia.


Uniforme del Regimiento de Infantería de España (Pífano) Tomado de la obra del conde de Clonard.

   En 1775 es destinado a formar parte de la expedición a Argel, donde el Regimiento tuvo ciento sesenta y seis bajas, entre muertos y heridos. Tras esta desgraciada jornada todo el Regimiento pasa a guarnecer la plaza de Orán, retornando, así, D. Lorenzo a la ciudad de sus mayores y donde permaneció los siguientes siete años, durante el transcurso de los cuales debieron hacer frente a los continuos ataques de los moros. ¿Estaría aun la casa donde nació su padre en pie?

   Terminaron sus servicios en dicha plaza de Orán y en el Regimiento de África en agosto de 1780, pues por despacho de veinticuatro de julio de 1780 fue agregado al Estado Mayor de la plaza de Málaga, en calidad y clase de Teniente Coronel, siendo su último destino, pues debido a sus achaques y mala saludo, se retiró del servicio activo, falleciendo el siguiente quince de diciembre de ese año de 1780.

   Contrajo matrimonio con la también malagueña Dª. María Tello Eraso y Milla en la iglesia de Santiago, el veintitrés de agosto de 1739. Era hija de Agustín Tello de Eraso y Molina y de Dª. Josefa de Milla, malagueños.

   Fue Alcalde de la Mesta en 1752.


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Escudo del regimiento de Infantería de África. Tomado de la obra del conde de Clonard

El Hoplita Malacitano
Málaga - 2017

domingo, 13 de agosto de 2017

CORONEL CARLOS SPANO PADILLA. TRAIDOR Y PERJURO. 1773-1814

   Buenos días.

   Hoy traemos a estas páginas la breve (y casi telegráfica) biografía militar de un individuo, de un malagueño, que fue un traidor a su patria y un perjuro de las leyes y del Estado que juró defender hasta con su vida si necesario fuera. Estamos hablando de Carlos Spano Padilla

   Natural de Málaga y nacido en el año de 1773, era hijo de Carlos Spano y de Dª. María de los Santos Padilla.  

   Ingresó como Soldado y Cabo el diecinueve de mayo de 1786, 
- pasó a Sargento 2º el ocho de marzo de 1790,
- pasó a Sargento 1º el veintiséis de marzo de 1793, 
- pasó a 2º Subteniente el dos de enero de 1795, y 
- pasó a Teniente el cuatro de septiembre de 1795.

   Su primer Regimiento fue el de Aragón, pasando luego al Batallón de Infantería de Chile (Concepción), donde para fin de diciembre de 1800 aun permanecía.

   Estuvo de guarnición en la plaza de Ceuta desde el dieciséis de septiembre de 1790 hasta el veinticuatro de junio de 1791 con motivo del ataque que sufrió la ciudad por los moros fronterizos. 

   El veintiséis de febrero de 1793 y a las órdenes de su Coronel, se halló en el reconocimiento de la frontera de Aragón desde Ansó hasta Plan, permaneciendo de continuo en la villa de Canfranc, donde se halló en todas las salidas que se dieron contra el enemigo y en el ataque que estos dieron el veinticinco de junio. 

   Fue designado para observar los movimientos del enemigo, manteniendo durante su ejecución un violento choque armado con él. Así mismo, se halló impidiendo el intento de invasión que intentó realizar el enemigo por el puerto de Benasque el día nueve de diciembre, estando por orden del General en Jefe del Ejército, al mando de sesenta paisanos armados y encargado de la defensa de un puesto importante en las inmediaciones de ese puerto, en el que permaneció desde el día anterior.

   No hemos hallado noticia que nos informe acerca de cuando fue destinado a continuar sus servicios militares a Chile, aunque nos aventuraremos a decir que siendo Sargento 1º se le ascendió a 2º Subteniente y con ese empleo pasó a Ultramar, por  lo que es posible que en 1793 o 1794 ya estuviese allí. 

   El veintiséis de febrero de 1797 contrajo matrimonio en la ciudad de Mendoza con María de las Nieves Zeballos Aziar, con quien tuvo seis hijos. Para entonces se puede suponer que se empezó a fraguar su espíritu traidor y perjuro, lo que le llevó a identificarse con los sediciosos y a rebelarse contra su patria y luchar a muerte contra sus hermanos.

   En 1813 ya era Sargento mayor de granaderos y se hallaba plenamente identificado con la causa de los independentistas, tanto que peleó en el bando de estos, participando el tres de agosto de 1813 en el combate de Maipón, durante el Sitio de Chillán, de donde salió herido. 

   El 27 de noviembre de 1813 se le confirió el empleo de Comandante de granaderos, reemplazando al que ocupaba ese puesto, Juan José Carrera.

   La autonombrada Junta Gubernativa Chilena le encomendó la defensa de Talca, la cual iba a ser atacada por las tropas reales. El ya Coronel Spano, defendió con denuedo la ciudad en la llamada Toma de Talca,  falleciendo en la acción por las heridas recibidas. 

   Un traidor y perjuro abandonaba este mundo.

   A continuación, transcribimos un pequeño pasaje que narra las últimas horas y que da cuenta de las últimas palabras de un traidor:

   "Invadida Talca por una respetable división enemiga en circunstancias en que se hallaba sin guarnición alguna, el heroico Spano sostuvo a laza, haciendo una vigorosa resistencia por más de dos horas, sin otro ausilio que veinte fusileros, tres cañones con setenta artilleros y treinta lanceros.

   Contestó al invasor que solo después de su muerte ocuparía la ciudad que estaba encargada a su cuidado; i cuando ya e enemigo era dueño de todas las calles de la ciudad i de las cuatro entradas de la plaza mayor, cuando el valiente Gamero, único oficial que sostenía todavía el fuego contra el enemigo quedó muerto al pie de su cañón, otro de los oficiales dijo a nuestro héroe: Ya hemos hecho cuanto pie el honor; huyamos ahora; aun hay una calle descubierta. Mas este hombre, digno por todos títulos de nuestra admiración i gratitud, respondió: Aun no es bastante; yo no debo sobrevivir a la desgracia de la Patria.

   I observando entonces que los enemigos acometían a quitar la bandera tricolor que e elevaba en el centro de la misma plaza, corrió presuroso por entre el tropel de los tiranos, i abrazándose de ella, cubierto de heridas, su voz balbuciente pronunció or últimas palabras: Muero por mi Patria, por el país que me adoptó entre sus hijos.  En fin, la palpación de su traición y perjurio.

   Una vez Chile independiente, por sus actos en defensa de la ciudad de Talca, esta le dedicó una placa en su memoria en su plaza de armas, pasando a ser un héroe para los talquinos. 

IHPMalagueñas
Málaga - 2017

miércoles, 9 de agosto de 2017

MARISCAL MIGUEL DE TEJADA DE LA VEGA. 1726-1808

  Nació D. Miguel de Tejada en la ciudad de Antequera, provincia de Málaga, alrededor del año de 1726, hijo de una familia noble, siendo sus padres D. Domingo de Tejada y Dª. Francisca de la Vega y Medina.

   Ingresó en clase de Cadete el primero de mayo de 1739; pasó a Teniente el ocho de abril de 1742; pasó a Ayudante Mayor el diez de diciembre de 1752; pasó a Capitán el ocho de octubre de 1854; pasó a Sargento Mayor el catorce de enero de 1769; pasó a Teniente Coronel graduado el quince de agosto de 1769; pasó a Coronel el seis de noviembre de 1772; pasó a Brigadier el veintiséis de febrero de 1791; pasó a Mariscal de Campo el cinco de octubre de 1802.

   Su primer Regimiento fue el de Cantabria -casaca blanca, divisa azul-, en Extremadura y acantonado en Zafra, donde permaneció durante dos años; pasó al de Cataluña, -casaca blanca, divisa encarnada-, en Barcelona y donde permaneció durante un año; pasó al de Galicia -casaca blanca y divisa encarnada-, donde permaneció durante treinta años; pasó al de Infantería de Buenos Aires, donde permaneció, al menos hasta 1802, año de su promoción a Mariscal de Campo, aunque es de suponer que seguiría allí, al menos, hasta los tiempos de la independencia de la Argentina.

   Se halló,en la del Paso del Baar, ataque de Montalbán, en la función del trece de septiembre de 1744 en defensa de las trincheras de Cuneos; en los sitios de Cuneo del veintidós de octubre de 1744, Alejandría y dos acciones particulares defendiendo los forrajes y otras varias con la Compañía de Granaderos.

   En 1745, reunido Galicia al cuerpo maniobrero de Monferrato, actúa en el bloqueo y posterior capitulación de la ciudadela de Alejandría de Dimón del trece de septiembre y su posterior retirada, en la toma de Monte Castelo y sus casas fuertes y por causa de haber sido herido el Teniente de Granaderos estuvo en la batalla de Plasencia con esa Compañía, la cual dirigió por orden del Mariscal de Campo el marqués de Fobencertos.

      Se halló en las batallas de Plasencia del dieciséis de junio de 1746 -incorporado en la primera columna del ejército francés mandado por el General Chevert-, peleando en la margen izquierda, pero sin notable éxito, pues se replegó junto al ejército español.

   Se halló, también en la del Tánaro del veintisiete de septiembre del mismo año.

   Se halló en la retaguardia del ejército hasta el condado de Niza, y al tenderse los nuestros en una línea fue esta quebrada fácilmente por el enemigo retirándose con su Regimiento al territorio de Provenza, recuperándose rápidamente, tanto que los sardos hubieron de evacuar la Provenza dejando el campo a los españoles.

   Se halló después en el ataque de Monterruso, al que fue de avanzado con la Compañía de Granaderos a apoyar a los fusileros de montaña. Se halló en el falso ataque a Vintemilla como Ayudante de cuarenta Compañías de Granaderos, consiguiendo introducir los auxilios que necesitaba Veintemiglia el diecinueve de septiembre de 1747.

   Tras estos hechos, pasó el veintisiete de diciembre de 1749 a la plaza de Orán, donde permaneció durante tres años y dos meses de guarnición, pasando en 1753 a la plaza de Barcelona y después a la de Valencia, tras lo cual paso en 1762 con su Regimiento a la Campaña de Portugal, formando parte del ejército que mandaba el marqués de Sarria, quien dispuso que el Regimiento de Galicia formara cabeza de Brigada y se colocara en la primera línea, iniciándose las hostilidades en el sitio a la ciudad de Miranda a primeros de mayo y concluyendo el día diez de ese mes.

   En el año de 1772, hallándose el Regimiento en el reino de Galicia, se desgajó de el un destacamento de veintinueve hombres seleccionados, los cuales se unieron a otras fuerzas con los ue constituyeron una columa, tras la cual pasó a Ultramar, a Buenos Aires, hallándose en la expedición a las fronteras del río Yacuy, en el actual estado brasileño Río Grande do Sul, a las órdenes del Gobernador y Capitán General de esas provincias del Río de la Plata, D. Juan José de Vértiz el siete de noviembre de 1773, para desalojar a los portugueses de los establecimientos que habían fundado en la zona de ese río y de los ríos Pardo y Viamón.

El año de 1777 fue con el destacamento de observación y a las órdenes de Vértiz a las islas de Rodrigo durante el tiempo del último sitio de la colonia de Sacramento, que terminó con su rendición.

   Cuando el veinte de enero de 1790 el Brigadier D. Joaquín del Pino fue nombrado Gobernador y Capitán General de Charcas, al ser D. Miguel de Tejada el Oficial de mayor graduación y antigüedad se hizo cargo de forma interina del gobierno de Montevideo y lo fue hasta el siguiente veintiocho de agosto, cuando D. Antonio Olaguer y Feliú se hizo cargo de dicha gobernación.

En septiembre de 1794, dándose la circunstancia de que el cargo de Virrey del Río de la Plata debía ser cubierto por la posible falta de quien lo detentaba, D. Pedro Melo de Portugal, se propuso al Rey una terna  de donde debía salir su sucesor. Esta terna la componían D. Joaquín del Pino, D. Antonio OlaguerFeliú y nuestro D. Miguel de Tejada, en atención a sus empleos y ser personas de acreditado mérito. Al final, el Rey otorgó el cargo de Virrey al primero de ellos.

   Habiéndose requerido  a primeros de enero de 1796 al Comandante General del Río Grande informes acerca de los movimientos y actuaciones que se estaban observando en los puertos y guardias de los portugueses, este ordenó que se tomaran las medidas necesarias para atacarlos en caso de necesidad y tras las pertinentes observaciones y acciones oportunas, el diecisiete de julio de 1797 se formó una junta de guerra para que cada responsable diera sus opiniones acerca de como veían la cosa e informaran de cómo habría que actuar. La opinión de D. Miguel de Tejada fue la siguiente:

"La situación en que nos hallamos en cuanto a fortificaciones, fuerzas y demás auxilios que deben contribuir al objeto que se propone esta Junta de Guerra, es la misma que la que se demuestra en la celebrada con fecha de 7 de diciembre del año proximo pasado, y en las relaciones de fuerza de los Cuerpos que guarnecen esta Provincia, cuyos dos documentos estan de manifiesto, y enterado de todo devoexponer que los puntos mas esenciales, y de precisa atencion, son esta Plaza de Montevideo, preferible por su situación, el Puerto de Maldonado situado en la misma Costa, y a la entrada de esta Rio, y la Ciudad de Buenos Ayres como capital de estas Provincias, situada en el interior del mismo Rio, en que existen los Tribunales, reales, Cajas, y el caudal vertido de Lima.

   Las circunstancias que concurren en estos tres destinos, el estado en que se hallan de defensa, y el caudal con que se pueda contar para los gastos, son en mi inteligencia los obgetosquedeven llevar la atención de esta Junta para acordar las obras provisionales, y demas preparativos que contribuyan a la posible defensa de estos bastos Dominios del Rey.

   Yo por mi parte devo hacer presente que el regimiento de mi cargo se halla con sola la fuerza de 960 Plazas que existen en esta Plaza, su Campaña, y la Capital, la que tienen las quatroCompañias que estan destacadas en las Provincias interiores de este Virreynato, y otros destinos, con la qual por la larga distancia en que se halla no se puede contar para la expresada defensa, y con la falta de 690 plazas para el completo que deve tener de 2065, y que esttando a mi cuidado la instruccion de las presentes, tendre el mayor esmero en que todos sus Yndividuos se pongan, y conserven, en el mejor estado, para que puedan ser empleados con utilidad en el parage que tenga a bien la Superioridad, y sacrificarme a su caveza en honor de las Armas del Rey. Montevideo 17 de Julio de 1797. = Miguel de Texada=

   En 1806 se le confió el gobierno militar, pero declinó el nombramiento en razón de su avanzada edad, sobre ochenta años, por lo que fue investido del cargo el Brigadier D. Bernardo LecoqOnesy.

   El tres de febrero de 1807, al caer Montevideo en poder de los ingleses, se halló entre los que fueron hechos prisioneros, al no haber querido abandonar su puesto y a pesar de haber cesado ya en el mando. No obstante, tuvo la dicha de ver ondear nuevamente al viento las banderas españolas.

Aunque su última aparición en Estado Militar de España fue en el número de 1819, su fallecimiento se produjo en su casa de la calle de San Carlos -hoy calle Sarandi-, el diez de enero de 1818 y su cuerpo, amortajado con el hábito de San Francisco, fue sepultado en el convento de los Padres Franciscanos de Montevideo.

   Algunas anécdotas de su vida son que durante su gobierno se colocó la primera piedra de la nueva iglesia Matriz.

   También que el tres de noviembre de 1784 le compró al Capitán Camejo un terreno de treinta y siete y media cuadras, con los anexos de labranza, arboledas, animales domésticos, etc, todo por un importe de 2.600 patacones. Esta chacra fue conocida como Quinta de los olivos, por la gran cantidad de estos que había, aunque también se encontraban perales y manzanos. Se hallaba situada al este de la actual calle del Ingeniero José Serrano y al sur del Arroyo del Cerrito. El primero de julio de 1805 se la vendió a D. José Noli por 6.000 patacones.

   Ya siendo Mariscal, legó 100 pesos fuertes en carácter de ayuda a fin de conseguir la redención de un esclavo y, en otro momento, ya octogenario, ordenó que a su muerte se diesen 50 pesos a cada uno de sus seis esclavos, aunque no parece que hablase nada acerca de libertarlos.    

El Hoplita Malacitano
Málaga - 2017