Era natural de la ciudad de Vélez Málaga, siendo hijo de Lorenzo Gutiérrez Osorio de Astorga y de Magdalena Núñez de Aguilera. No tengo noticia de cuando nació, aunque considero plausible la fecha de 1618, más o menos, pues ingresó en el ejército el doce de junio de 1638, ocupando plaza de jinete en la compañía de Guardias Viejas de Castilla del marqués de Mondéjar, en la costa del reino de Granada.
Permaneció en dicho destino hasta el veintidós
de junio de 1642, que pasó al Ejército de Cataluña, para servir al rey en la
Guerra de Secesión.
El veintidós de enero de 1647, ya con u
patente de capitán, recibe licencia para levantar una compañía de infantería,
que tendría como destino servir en la Real Armada. Tuvo lista dicha compañía a
primeros de marzo, embarcándola el siguiente día veinte y poniendo proa a la
plaza de Tarragona.
Entre 1647 y 1664, sirvió su empleo de capitán tanto vivo
como reformado, ocupando por dos veces la plaza de sargento mayor, vivo y
reformado, haciendo uso de licencia una sola vez, en marzo de 1658.
En ese intervalo de tiempo se halló en
diferentes funciones que se dieron en el principado catalán.
Se halló en el sitio de Monzón, en el
combate contra la caballería enemiga durante el sitio que se puso a Lérida el
trece de julio de 1643 y en la refriega de Monfiur de la Mota del doce de mayo
siguiente, de donde salió con dos heridas y una vez sanado, volvió al servicio,
no tardando en volver a tener oportunidad de enfrentarse al enemigo, aunque
esta vez cayó en una emboscada en la que fue hecho prisionero, aunque por poco
tiempo, pues logró escaparse y volver a su puesto de combate, a tiempo para
hallarse en el choque que nuestra caballería sostuvo con la enemiga en el lugar
llamado Las Avellanedas.
Fue de los primeros en cruzar el Ebro cuando
la toma de Flix, haciéndolo con doce de a caballo, encontrando a los enemigos,
que se hallaban embarcados, enfrentándose a ellos a pesar del intenso fuego de
mosquetería con que estos los recibieron, pero Francisco de Osorio y sus doce
compañeros aguantaron firmemente, dando tiempo a que cruzara el Ebro el resto
de nuestra caballería, que se hizo dueña del lugar, quemando las barcas e
impidiendo así que el enemigo pudiera socorrer a sus compañeros del castillo de
Flix.
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Pueblo y castillo de Flix |
A la vista del resultado positivo de este
hecho, el comisario general le puso al frente de treinta caballos para que
entrara en Flix, lo que llevó a cabo, aun a pesar de hallar fuerte resistencia,
hizo que se replegaran, dando tiempo a que nuestra caballería pudiera avanzar y
hacerse con el sitio.
Pasó después nuestro malagueño al sitio de
Lérida y asalto a las trincheras enemigas, donde cargando con la caballería a
su mando arrolló al enemigo y se hizo con el control de los fuertes y
trincheras, ganándolo para nuestras
armas.
Se halló en las dos salidas que hizo el
duque de San Germán, Francisco Tuttavila, desde la plaza de Tarragona contra la
de Constantín, donde brilló con luz propia el día que logró abrir una brecha en
la muralla, entrando con una manga de mosqueteros y peleando sin denuedo hasta
que recibió la orden de retirarse, lo que obedeció no sin antes resistirse.
Participó activamente en los sitios y tomas
de Flex, Miraver, Tortosa y Barcelona, en el socorro y sitio de Gerona y
hallándose en la vanguardia del tercio, tomó el puente de Orgaña, recibiendo
durante el combate un balazo, lo que no le arredró, continuando arengando a sus
hombres hasta la obtención de la victoria.
Acto continuo, pasó al sitio de Solsona y a
la introducción de socorro al castillo de Bwrga, siendo herido de nuevo en
ambas ocasiones. Tras estas acciones, pasó de guarnición a Vigue.
El veintiocho de abril de 1664 y por sus
constantes méritos, nuestro malagueño fue agraciado con el empleo de maestre de
campo, yendo a servirlo desde quince de junio en el tercio de la ciudad de
Granada, que se hallaba en esos momentos encuadrado en el Ejército de Extremadura
y en ese puesto y con la infantería a su mando, se halló en la sorpresa dada a
Rosmarinhan en octubre de ese mismo año, ocupando y quemándolo, tras lo cual
regresó a su base.
El once de junio de 1669, se le concede la
alcaldía de la fuerza de Melilla y en este nuevo destino, demostró nuestro
malagueño su buen hacer, resolviendo satisfactoriamente los encuentros que
sostuvo contra los moros, como el que sostuvo el once de marzo de 1670 en el
llamado Puesto de la Cantera, saliendo a hacerles frente con poca tropa, pues
no quería dejar mal guarnecida la plaza en previsión de un posible ataque
mientras él y sus hombres se hallaban peleando en la Cantera.
Posterior a este hecho, tuvo que hacer
frente a otros tres intentos de los moros por hacerse con el dominio del
castillo de San Felipe, inflingiéndoles en las tres veces gran daño y
ocasionándoles grandes pérdidas humanas. Por estos hechos, recibió el
agradecimiento real el siguiente dieciséis de abril de 1670, lo cual no
distrajo su atención, pues los moros no cejaban en su empeño de asediar la
posición española y así, reuniendo gran cantidad de caballería e infantería,
intentó incomunicar los fuertes que se hallaban extramuros de la plaza con las
canteras de donde los nuestros estaban sacando piedra para la reconstrucción de
los fuertes de San Pedro y Santo Tomás.
Ante esto, Francisco Osorio se puso al
frente del tercio del conde de Frigiliana y con alguna caballería, dispuesto a
castigar duramente al enemigo, atacándoles con gran violencia, haciéndoles
muchos muerto y obligando a retirarse a
los vivos, en un combate que duró más de cuatro horas y parte del día siguiente
y llegando a oídos del rey esta victoria, le envió sus felicitaciones por medio
de un despacho fechado el once de julio.
Tras esto, pasó a continuar con la
reparación de los fuertes, teniendo que hacer, de nuevo frente al intento moro
de demoler lo restaurado, pero como ya había previsto nuestro malagueño esta
acción enemiga, puso en acción la fuerza prevista para hacerles frente, que
incluía artillería, con lo que logró detenerlos y hacerles huir con gran
pérdida de gente, tras lo cual pudo, ahora si, terminar las obras del fuerte de
San Pedro y comenzar la reparación del de San Francisco, el cual compuso con
cuatro puntas de diamante en forma de ángulo. Ni que decir tiene que también en
esta ocasión intentaron los moros estorbar las obras en cuatro ocasiones,
aunque de manera infructuosa, pues tras la contundente respuesta española, se
marcharon con el rabo entre las piernas.
Siendo ayudante del Tercio de la Armada de
halló el veintiocho agosto de 1673 en la conquista definitiva para la corona de
España del castillo y plaza del Peñón de Alhucemas y por sus acciones
meritorias, el príncipe de Monte Sacro, en nombre del rey, tuvo a bien por
conveniente nombrar a nuestro hombre capitán de la plaza.
Tras el fin de su mando en Melilla, fue
sustituido por Le sucedió en
el cargo de gobernador de Melilla el capitán de caballos Diego de Arce.
Para el veintiocho de noviembre de 1674 nos
lo encontramos como alcalde mayor de Suchitepec y el catorce de enero de 1675
es nombrado alcalde mayor de la provincia de Zapoitlán (c0nocida también como
San Antonio de Suchitepeques), en Guatemala. Durante su mandato, que duró cinco
años, se mantuvo tranquila y en paz la provincia.
Hallándose sirviendo el gobierno de la ciudad
de Tlaxcala, el veintiuno de mayo de 1683, hayándose atacada la ciudad y puerto
de Veracruz, fue teniente de capitán general por el virrey de Nueva España, el
conde de Paredes, para hacerse cargo de la defensa veracruzana, acudiendo desde
su ciudad con todos los soldados, milicianos y armamento que pudo reunir, apostándose
en las localidades de Tustla y Cotastla, a unos cincuenta kilómetros de
Veracruz, esperando la orden del virrey para que pasara de inmediato a atacar a
los enemigos, cumpliendo a satisfacción de todos las órdenes recibidas.
El dieciocho de junio de 1684, obtuvo el
corregimiento interino de la ciudad y puerto de Veracruz, aunque no tomó posesión
de su cargo hasta el treinta de abril de 1685.
Escarmentada la ciudad por el saqueo sufrido
el anterior 1683, una de las acciones que llevó a cabo fue la reorganización
del recinto defensivo de la ciudad, para lo cual encargó una tasación de un
sistema defensivo en tanto no se ordenaba el amurallamiento de la ciudad,
consistiendo dicho sistema defensivo en cerrar todas las bocacalles
aprovechando todas las casas de piedra, abarcándose este circuito tres de los
siete baluartes existentes, a los cuales se les suprimiría las subidas y se les
acondicionaría un alojamiento para la infantería, disponiédose a la vez en la
plaza de Armas un alojamiento para trescientos infantes y que se cerraran las
diez bocacalles que en ellas desembocaban.
Pero el proyecto no prosperó, llevándose a
cabo otro, en el que se proponía dar una planta rectangular a la fortificación
y tras muchos tiras y aflojas entre las autoridades, se llevó a cabo lo que a
continuación escribe Francisco Osorio en su informe del quince de abril de 1685,
donde pone de manifiesto el estado de las fortificaciones que se habían
realizado en la ciudad y puerto de Veracruz:
"La circunbalacion de fortificaciones que se he echo
para las defensas de esta ciudadesta fenecida, por la parte de la campaña de
mar a mar, es de mill setezientas y setenta y nuebe baras que hazen cinco mill trecientos y treinta y
siete pies en que estan ocho baluartes , tres Rebellines y siete cortinas, la
que se ha de continuar en las Playas (segun las medidas), sera de mill
duzientas y Veinte y siete baras, que hacen tres mill seiscients y ochenta y un
pies y sera preziso lleben sus cortinas de quatro a cinco medias lunas que
sirban de trabeses y francos.
Y para guarnezerlas todas: es corto a numero
de trecientos el numero de infantes que tiene de dotacion en tres compañias. El
numero de vezinos que pueda tomar y armar no llega a seteczentos, con que tengo
pro preziso para guarnezerla se aumente a la Dotazion duzientos Ynfantes mas en
otras dos y para que sea con menos gastos a la Real hazienda de V M se criar
sin capitanes dando la una a Sargent Mayor y otra al Governador, que pongan las
demas Ofiziales, que asi se haze en Campeche y La Habana, Y por de mi primera obligacion,
no escuso hazer esta Representación Y en atenzion a que en la seguridad de esta
ciudad consiste la de todos estos ricos y dilatados Reynos para que se mande lo
que mas sea del Rl servicio de V M cuya Catholica y Real Persona y ¿? como la
Christiandad ha menester Veracruz y Abril 15 de 1685.
Falleció Francisco Ossorio de Astorga en
agosto de 1686, en la ciudad de Veracruz.
Soldado Malagueño
Málaga - 2021
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