Nació D. José de Zea Salvatierra en la ciudad
de Málaga, el día 17 de diciembre del año de 1681 y era hijo del Capitán de
Milicias de Guaro, titulado en 1698, y Secretario del Rey ad honorem, por decreto de 1708, D.
Blas de Cea Gil, natural de la ciudad de Málaga, y de Dª. María Salvatierra
Tocón, natural de la villa de Torrox, provincia de Málaga, casados en la
parroquia de San Juan, de Málaga, el 12 de febrero de 1670.
Carecemos de información sobre su niñez, aunque como hijo de familia
preeminente de la ciudad recibiría una educación acorde con su posición, aunque
por la documentación consultada sabemos que entró en la milicia a servir a Su
Magestad en 1695, cuando aún no había cumplido los catorce años.
Habiendo sido imposible hasta la fecha localizar una hoja de servicios
militares o de méritos completa, nos remitiremos a un documento conservado en
el Archivo General Militar de Segovia para conocer su trayectoria militar desde
que entró a servir en el Ejército hasta su promoción al empleo de Coronel de
Caballería.
Según dicho documento, empezó a servir en la clase de Soldado, siendo de
esperar que lo hiciera con equipo y armas propias, dada su condición social, y
que empezara dicha carrera en alguna Compañía de las de la ciudad de Málaga,
aunque esto es una suposición, dado que no hay documento que nos lo atestigüe,
aunque dada su edad y posición social de su familia es posible que así
ocurriera.
Es
claro, gracias al documento antes citado, que estuvo prestando sus servicios
militares en las Costas del Reino de Granada -¿costas de Málaga?-, en la plaza
de Orán y en el Ejército de Andalucía, pasando sucesivamente por lo empleos de
Alférez, Ayudante, Capitán y Sargento Mayor de un Regimiento de Infantería de
la Brigada de Don Pedro de la Cerda, creyendo que se trata de la del Maestre de
Campo Don Pedro Mexia de la Cerda y Cárcamo.
Posteriormente pasó a un Regimiento de Infantería Española, donde obtuvo
el empleo de Teniente Coronel, creyendo que dicho Regimiento fue el de
Valdesevilla, levantado en Antequera por Don Alonso de Figueroa, marqués de
Valdesevilla, por Real Cédula de 29 de diciembre de 1702 y fijándose su fecha
de inicio de vida orgánica el 27 de noviembre de 1703 y siendo bastante
más que probable que nuestro hombre obtuviera su patente de Teniente Coronel en
ese año, Regimiento con el que, haciendo un poco de fantasía histórica,
marcharía a integrarse en el Ejército de Extremadura, pues se habían tenido noticias
de una unión de ingleses y portugueses para intentar invadir tierras españolas.
Desde
luego, todo lo que sigue relativo al regimiento de Valdesevilla es figurado,
pues como ya se ha dicho, no se ha podido hallar su hoja de servicios. Solo es
seguro que fue Teniente Coronel de ese Regimiento, y teniendo en cuenta su edad, es
prácticamente seguro que las patentes de Capitán, Sargento Mayor y de Teniente
Coronel fuesen compradas, costumbre habitual en la época.
Tuvo
este Regimiento su bautismo de fuego en el sitio de Marvaón, dirigidas las
tropas por el marqués de Villadarias. Aquí estuvo primero nuestro hombre,
dirigiendo las tropas a su mando, las cuales primero realizaron trabajos de
trinchera y pasando luego al ataque, consiguiendo tomar la plaza el ocho de
junio de 1704 y tras este éxito pasan luego las tropas al asedio de la plaza de
Castel-Davide el siguiente día doce, distinguiéndose el Regimiento por su
bizarría y valor luchando contra el vivo fuego enemigo y contra un sol abrasador
e inclemente, logrando, a pesar de ello, asaltar y rendir la plaza el día
veinte, quedando en ella de guarnición.
A
mediados de septiembre, recibe orden el Regimiento de pasar a formar parte del
Ejército de Andalucía, para participar en el asedio a la plaza de Gibraltar,
estableciendo el cuartel en la plaza de San Roque.
El
veintidós de octubre comienza el Regimiento a realizar labores de trinchera
junto a las demás tropas y cuando se decide el ataque, se coloca el Regimiento
de Valdesevilla al frente de la columna, dirigido por sus Jefes, nuestro hombre
entre ellos y en la noche del diez al once de noviembre avanza intrépidamente a
cumplir sus órdenes, pero los ingleses, avisados de lo que sucedía, lanzaron
sobre nuestros hombres un torrente de fuego que les hizo retroceder, al
Valdesevilla y a toda la columna, teniéndose que lamentar un número de bajas
entre muertos y heridos mayor de lo deseado.
Así finó el año de 1704,
permaneciendo las tropas en el sitio de Gibraltar hasta dos de mayo de 1705,
pasando Valdesevilla a guarnecer la plaza de Cádiz y suponemos que nuestro
hombre también.
Estuvo ejerciendo su empleo en dicho Regimiento hasta el 4 de diciembre
de 1706, pues en virtud del Real Decreto que ordenaba levantar nuevos
Regimientos de Caballería, Don José ofreció al Rey reclutar a hombres, vestirlos,
armarlos, equiparlos y proporcionarles monturas, todo ello a sus expensas, a
tres compañías para formar un Regimiento, a cambio de su nombramiento como
Coronel de dicho regimiento, mas la concesión de dos mercedes de nombramiento
como Caballeros del Hábito de Santiago para sus hermanos Bartolomé y Nicolás y
otra para sí, petición que había realizado el 24 de septiembre de 1705. Recibió
su patente de Coronel el antes mencionado cuatro de diciembre de 1706.
El 19 de agosto de 1710 es recibido por Caballero de la Orden de
Santiago, al igual que sus hermanos.
A
partir del cuarto de diciembre de 1706 empieza a organizar las tres Compañías a
que se había comprometido, encargando los vestidos y calzado en Málaga y en
otros lugares el armamento y monturas, pudiendo por fin pasar revista al
Regimiento, probablemente, en marzo o abril de 1707, junto a las cuatro Compañías que habían sido enviadas desde
Antequera, las dos levantadas por el Obispo de Málaga y las tres levantadas por
la ciudad de Málaga y su Gobernador. Este Regimiento recibió el nombre de
Regimiento de Caballería de Málaga.
Mandó dicho Regimiento hasta noviembre de 1715, que por la reforma que
se realizó en el Ejército, fue suprimido, pasando posteriormente a formar parte
de la Plana Mayor de la ciudad de Málaga con el empleo de Coronel, residiendo
en dicha ciudad.
Tras
la finalización del conflicto, solicitó se le concediera merced de título de
Castilla, para él y sus descendientes, pero se le niega la pretensión en el año
de 1717.
Contrajo, por fin, matrimonio en el año de 1722, con Dª. Josefa Aguilar
Fernández de Córdoba, natural de la ciudad de Écja, Sevilla,
con quien tuvo, al menos, un hijo, llamado Antonio, nacido en Málaga en 1725.
Falleció el 23 de septiembre de 1726, habiendo sido en unión de unos
familiares administrador de rentas generales en Córdoba y de Tabaco en Jaén.
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