SOLDADO MALAGUEÑO

También narramos las vidas militares de soldados de España y de todo el cosmos hispano en ambos hemisferios, por el Atlántico, por el Lago Español, por el Mediterráneo, por el Índico y allá por donde haya pasado un soldado HISPANO ondeando nuestras banderas.


sábado, 6 de agosto de 2016

REGIMIENTO DRAGONES DE BUENOS AIRES. BANDERA DE RECLUTA EN MÁLAGA. 1791 5ª PARTE ©

4- Hechos de guerra
   Acciones en las que intervinieron individuos de esta Regimiento de Dragones fueron:

   En noviembre de 1773, D. Juan José de Vértiz y Salcedo, Gobernado de Buenos Aires, partiendo de Montevideo, realizó una expedición hacia la Banda Oriental, en la frontera con Brasil, donde los portugueses habían fundado una colonia en Sacramento y tras las operaciones de guerra los expulsó de las fronteras. En esta expedición  le acompañaban, entre otras fuerzas, ciento sesenta individuos de este Regimiento.

   Entre 1774 y 1777 en la expedición al río Pardo, defensa de los pasos del río San Gonzalo, retirada del río Grande, defensa de la fortaleza y fronteras de Santa Teresa, que se hallaba amenazada por los portugueses, quedando en ella junto al destacamento de observación durante el sitio y rendición de la colonia de Sacramento.

   Nuevamente, el año de 1781, entraron en acción varias Compañías del Regimiento, cuando este mismo Vértiz, ahora Virrey del Río de la Plata, envió un expedición militar al Alto Perú para anular y cortar de raíz la rebelión de Tupac Amaru II.

   Cuando en el año de 1784 dio inicio, por orden del ya Virrey D. Juan José de Vértiz, la llamada Causa de Oruro, se le encomendó a este Regimiento la custodia y vigilancia de los individuos acusados de rebelión criolla insurgente acontecida en Oruro en el año de 1781, la cual había sido preparada simultáneamente a la de Tupac Amaru II. Estuvo el Regimiento al cargo de estos acusados hasta el fin de la causa, en el año de 1801. 

   Para el año e 1805 ya se hablaba y se temía la posibilidad de una invasión por parte de los británicos, y ante esta eventualidad, el Virrey del Río de la Plata, D. Rafael de Sobremonte, en vista de la escasez de fuerza  a su disposición solicitó a la Península refuerzos, obteniendo escaso éxito, de modo que ante esa circunstancia y haber sido informado, en enero de 1806, de la presencia de una armada británica en el brasileño puerto de Todos los Santos, con las escasas fuerzas de que disponía organizó la defensa del puerto de Montevideo, pensando que sería el punto elegido por los atacantes para invadir, de modo que trasladó allí las fuerzas veteranas, entre ellas el Regimiento de Dragones de Buenos Aires.

   Aunque la ciudad de Buenos Aires había llamado a las milicias, estas no fueron capaces de aguantar el empuje de los invasores, quienes se hicieron dueños del campo y el veintisiete de junio la ciudad fue entregada a los británicos.  

   Cuando en julio se reorganizaron las fuerzas para reconquistar la capital bonaerense, lo cual ocurrió el veinte de agosto, en la fuerza expedicionaria había tres Compañías del Regimiento mandadas por el Coronel D. Agustín de Pinedo, Sargento Mayor de él, e integradas por doscientos dieciséis individuos. Dichas tres Compañías, reducidas en veinte hombres, pasaron en octubre de guarnición a Buenos Aires, al mando del Comandante D. Florencio Núñez.

   Ante la posibilidad de una nueva invasión, lo que ocurrió, se instó a la población a que se organizara por cuerpos separados y por clases sociales, creándose así nuevos cuerpos urbanos.

   El veinte de enero de 1807 se trasladan a la Banda Oriental setenta y ocho dragones, los cuales participaron el tres de febrero, junto con el resto de las tropas, en la defensa de Montevideo cuando esta ciudad fue por segunda vez atacaron los británicos, los cuales consiguieron tomar la ciudad.

   Intervinieron también individuos de este Regimiento en las fuerzas que realizaron el intento de asalto de la colonia portuguesa de Sacramento, que mandaba D. Francisco de Elio, el siete de junio, pero esta fuerza española fue atacada por la del Teniente Coronel británico Denis Pack en el enfrentamiento que ambos ejércitos sostuvieron en el punto de San Pedro.

   En el ataque llevado a cabo por los británicos el cuatro de julio contra Buenos Aires, cien dragones mandados por D. Florencio Núñez formaron parte de la División de reserva que mandaba D. Juan Gutiérrez de la Concha. El siete de julio los británicos capitulan y se retiran de Buenos Aires, abandonando la Banda Oriental el nueve de septiembre.

   Cuendo las revueltas en Chuquisaca -veinticinco de mayo de 1809- y La Paz -dieciséis de julio de 1809-, el Virrey D. Baltasar Hidalgo de Cisneros, envió el cuatro de octubre de 1809 un contingente militar con tres divisiones veteranas y otros cuerpos, entre las cuales se hallaba el Regimiento de Dragones de Buenos Aires, aunque no llegaron a entrar en combate

   A partir del veinticinco de mayo de 1810, las Compañías del Regimiento que se hallaban en Buenos Aires fueron integradas las llamadas Provincias Unidas del Río de la Plata, aun cuando su Coronel, D. Ignacio de la Quintana había apoyado al Virrey. El siguiente treinta de julio, la Primera Junta ordena dar de baja a los individuos del regimiento que se hallaban en la ciudad de Montevideo, quienes se hallaban bajo las órdenes del Gobernador de la plaza, leal al Rey.

   Metidos ya de lleno en la Guerra de la Independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata tenemos noticia de los siguientes hechos del Regimiento:

- en julio, cincuenta dragones con sus Oficiales formaron parte de la primera expedición mandada al auxilio del Alto Perú, en el llamado frente Norte,

- en septiembre, diez dragones que se hallaban destacados en las Misiones, pasaron a formar parte de la fuerza expedicionaria de D. Manuel Belgrano al Paraguay,

- el tres de noviembre de 1810, el Regimiento de Dragones de Buenos Aires y el de Infantería de Buenos Aires quedan oficialmente disueltos, pasando los individuos del de Dragones a integrarse en el de Húsares del Rey y de ahí al de reciente creación Dragones de la Patria.

   Tras treinta y nueve años de servicios, terminaba así la vida de este Regimiento.

   Texto del Decreto de disolución:
   Señor Sargento Mayor de la Plaza: habiendo reflexionado la Junta que los Regimiento de Infantería y Dragones de esta provincia, según el estado escasísimo de fuerza en que se halla no pueden servir de utilidad al servicio, siendo por otra parte muy difícil su reorganización, ha decretado su disolución después de maduro examen y resuelto que los Sargentos, Cabos y Soldados del primero pasen al de América y los del segundo a los Húsares del Rey.

   El destino de los oficiales que antes pertenecían a estos cuerpos disueltos será el siguiente: (...) El Coronel del Regimiento de Dragones, D José Ignacio de la Quintana, queda retirado, e igualmente que el Sargento Mayor Agustín Pinedo; el Ayudante Mayor D Juan Manuel Marín; los Tenientes D Antonio Pérez, D Pedro Nolasco García y D Cristobal Minguez y el Alférez D Salvador Moreira. El Capitán D Florencio Nuñez queda retirado, e igualmente que el Sargento Mayor Agustín Pinedo de la Administración de la Estancias del rey. Todos los demás oficiales marcharán al Perú para incorporarse en el nuevo Regimiento, que con el título de Caballería Ligera a resuelto también la Junta formar en la referida expedición, y solamente quedará en esta capital el Capitán D José Palavecino, como capitán Cajero de estos dos últimos años hasta que se liquiden y rindan las cuentas del cuerpo, y D José María Escobar, que hace las funciones de Edecán de la Junta.

   De todas las tropas destinadas a la Expedición del Perú y nuevas agregaciones que han habido, se formarán dos Regimientos: uno de Infantería con la denominación de Regimiento de Infantería 6 y otro de Caballería con el título de Caballería Ligera.

   Para jefes del primero se ha nombrado (...) Para segundo se ha nombrado al Teniente Coronel D Juan Francisco Borges, por Teniente Coronel, y al Capitán del Real Cuerpo de Artillería Volante, D Toribio de Luzuriaga, por sargento Mayor, debiendo tenerse entendido que todas las tropas que existen en la referida expedición al Perú quedan separadas de los Cuerpos de esta guarnición a que pertenecían, a excepción de las Campañas del Regimiento de Húsares del Rey y del de Castas, pues éstas no estarán en las fuerzas de los nuevos Regimientos y estarán sujetas a sus respectivos Cuerpos a donde han de retirarse cuando convenga.

   Todo lo cual prevengo a Vuestra Merced de acuerdo de la Junta, para que lo haga entender en la Orden General de la Plaza.

   Dios guarde a Vuestra Merced.

   Buenos Aires, 3 de noviembre de 1810

   Cornelio Saavedra, Coronel. 

El Hoplita Malacitano
Málaga 2016

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