Nacido en Antequera el año de 1718, hijo de Agustín de Mancha, II marqués del Vado de las Carretas y de Teresa Fernández de Argote y Berlanga Maldonado.
Comenzó a servir el doce de febrero de 1733 como cadete en el regimiento
de caballería de Santiago, donde permaneció dos años, cuatro meses y veintitrés
días. Ascendió a alférez el cinco de junio de 1735, permaneciendo en dicho
empleo durante cinco años, ocho meses y veintisiete días. Ascendió a teniente
el dos de abril de 1741, sirviéndolo en el regimiento de Santiago primero y en
el Itálica después. De teniente reformado en el regimiento de dragones de Pavía
el veintitrés de agosto de 1749. De teniente vivo en el regimiento de Frisia el
primero de septiembre de 1750.
Por lo que a sus hechos militares se refiere,
a mediados de julio de 1735 se halló en el sitio de la Mirandola, siendo ese,
al parecer, la única acción en la que se halló en esa guerra. Tras esa acción,
pasa con su regimiento a acantonarse en Mantua hasta el cinco de septiembre que
pasan el río Po y marchando hacia la margen del río Adigge, para tener
controlados a los austriacos y poco después se repliegan a la Toscana y
regresan a España, quedando acantonado en Igualada.
En 1740 se hallaba su regimiento de dragones de Itálica de guarnición en
Cardona y recibe orden de trasladarse a San Sebastián, partiendo de la plaza
catalana el seis de mayo, llegando a Pasajes en la segunda quincena de junio,
donde recibieron nueva equipación para vestir y para montar.
Una vez embarcadas las compañías hacia finales de año, pusieron rumbo a
la isla de Cuba para formar parte de los refuerzos de las posesiones españolas
en el Caribe que se estaban viendo acosadas por los ingleses, donde permanecieron
hasta el año de 1749.
En ese tiempo, se halló el dieciséis de julio de 1742 en la sorpresa contra
los ingleses del puerto de Gualquini -en la bahía de su mismo nombre, en la isla St. Simmons (Georgia)-,
los cuales fueron derrotados, presos y enviados al presidio de San Agustín de
la Florida. En
esta operación, las tropas españolas iban mandadas por el teniente coronel
Francisco Rubiani, quien era comandante del regimiento de dragones de Itálica.
Tras esto, permaneció de guarnición en dicho presidio un año, en el
transcurso del cual realizó varas salidas contra los enemigos, hasta que el
regimiento, debido al desgaste que había sufrido durante esta campaña, fue
reformado en 1748, transformándose en el regimiento de dragones de Almansa,
pasando al año siguiente como teniente reformado al regimiento de dragones de
Pavía, pasando de guarnición a Castilla la Vieja, donde permaneció un año, tras
el cual pasó como teniente vivo al de dragones de Frisia por patente de primero
de septiembre de 1750.
Falleció antes de fin de diciembre de 1762.
Málaga - 2025
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