SOLDADO MALAGUEÑO

También narramos las vidas militares de soldados de España y de todo el cosmos hispano en ambos hemisferios, por el Atlántico, por el Lago Español, por el Mediterráneo, por el Índico y allá por donde haya pasado un soldado HISPANO ondeando nuestras banderas.


lunes, 20 de enero de 2025

REGIMIENTO DE INFANTERÍA SEGUNDO DE MÁLAGA. 1809-1813

   Las necesidades de la Guerra de la Independencia obligaron a realizar toda clase de esfuerzos para garantizar la seguridad y la independencia de España frente al invasor francés. En este contexto, las autoridades vieron la necesidad de crear unidades que ayudaran a conseguir estos objetivos.

   Una de estas unidades es de la que paso a hablar de forma breve, a sabiendas que lo expuesto no es todo lo que realmente hay sobre este regimiento, pero conforme pase el tiempo espero ir añadiendo nueva información que amplíe la historia orgánica de este cuerpo.

1809

   A primeros de febrero de 1809, Francisco Corts y Cabezas, coronel del regimiento de infantería de línea de Málaga, recibe la orden de pasar a Málaga con algunos oficiales del regimiento para con el segundo batallón de ese regimiento formar el segundo regimiento de infantería de línea de Málaga.

   Este queda configurado el ocho de abril y el veintiocho de mayo ya está prácticamente completo. El ocho de agosto pasa a Cádiz, pues su objetivo es pasar a dar guarnición a Melilla y a los presidios menores.

   Pasa a Melilla y para completar las compañías recibe prisioneros de guerra de la Batalla de Bailén, pero que no fueran franceses.

1810

   El veinte de febrero de 1810, se funda un Melilla el Batallón de la Lealtad, con una compañía de cazadores y cuatro de fusiles y una fuerza de 479 hombres, todo ello en base a el excedente de hombres del segundo regimiento de Málaga.

   Habiendo pasado a las costas malagueñas, el catorce de mayo se halla defendiendo el castillo de San Luis de Marbella del asedio al que lo tenían sometido los franceses. Son ciento cincuenta hombres mandados por el sargento mayor del regimiento Rafael Cevallos Escalera.

   Permanecen soportando varios asedios hasta el siete de diciembre, en el transcurso de los cuales sufren diferentes bombardeos, habiendo momentos en que solo había para defenderlo setenta y cinco hombres, incluidos un jefe, cuatro capitanes, seis tenientes, dos subtenientes tres tambores ocho cabos y un capellán. Además, con los uniformes destrozados y mal avituallados.

   Al final, el intenso bombardeo francés derrumba parte de las murallas, debiendo los hombres abandonarlo a bordo de un barco inglés que los recogió en la bahía marbellí y los llevó a Algeciras haciendo escala en el Peón de Alhucemas por culpa del mal tiempo. (*)

   Por su comportamiento, el tres de enero de 1811, se le concedió a Cevallos Escalera el grado de teniente coronel. Este es el documento que lo justifica:

   “Excmo. Sr. = El Consejo de Regencia de España e Indias, se ha enterado de su carta de V. E. de 18 de Diciembre último, e instruido con mucha satisfacción del parte original que incluye de D. Rafael Ceballos Escalera, Sargento Mayor y Comandante accidental del 2º Regimiento de Infantería de Málaga y Gobernador del Castillo de San Luis de Marbella, relativo a la obstinada y gloriosa defensa de este fuerte que había hecho, hasta el punto de no permitirlo ya por más tiempo el mal estado de su consistencia, sin el riesgo inminente de perder la vida o sufrir la vergonzosa suerte de prisionero con su digna guarnición.

   Aprovechando S. A. este motivo para repetir sus pruebas del justo aprecio que le merecen los valientes de los defensores de la patria, y que con heroico entusiasmo sostienen a costa de su sangre el esplendor y brillo de sus armas, se ha dignado conceder en el Real nombre del Rey N. S. D. Fernando 7º al referido Gobernador, en premio de esta recomendación y de sus señalados servicios anteriores, el grado de Teniente Coronel, en cuya salida quiere S. A. le dé V. E. a reconocer en ese Cuartel General, interín se le expide y remite el correspondiente Real Despacho, siendo además su voluntad que V. E. averigüe y me pase un informe puntual de los demás Oficiales e individuos de tropa de la guarnición del Castillo que se hayan distinguido en su defensa para la oportuna remuneración de su mérito = De orden del mismo Consejo lo comunico a V. E. para su inteligencia y cumplimiento y satisfacción del interesado = Dios guarde a V.E. muchos años = Isla de León 3 de Enero de 1811 = Heredia = Sr. Marqués de Portago.”

   En 1853, el brigadier Juan Rodríguez de la Torre escribió una memoria titulada Apuntes del quinto sitio que en 1810 pusieron los franceses al Castillo de San Luis de Marbella, donde narra su experiencia en la defensa del castillo siendo él un teniente del regimiento 2º de Málaga, en la cual relata como estando al frente de un destacamento de su cuerpo y como comandante de armas en el pueblo de Jimena de la Frontera, recibió la orden de desplazarse con la fuerza de su mando al castillo marbellí, encontrándose al llegar que el destacamento que defendía el castillo estaba casi en cuadro.

1811

   En vista de lo mermado que quedó, parte de la tropa del batallón de la Lealtad melillense se transfirió a este regimiento y ya completo, excepto algunas compañías que permanecen dando guarnición a Melilla, pasó a Ceuta, desde donde el veintitrés de mayo pasa a Algeciras a formar parte de la división Begines.

   El día nueve de junio, pasan a Tarifa y el veintidós pasa el resto del regimiento a San Roque y ya todos juntos parten a Cádiz poco después, partiendo a Sevilla en agosto, excepto cien hombres, que pasan a Casas Viejas

   El treinta y uno de agosto las compañías de Melilla cesan de dar guarnición a esa plaza y pasan a reunirse con el resto de regimiento en Cádiz, a la segunda división, donde en noviembre queda disuelto y su fuerza regresa al primer regimiento, con el que es destinado al Ejército de Andalucía y pasa a quedar de guarnición en Sevilla.

1812

   En enero se vuelve a organizar en base a un batallón de ocho compañías, seis de fusileros, una de cazadores y otra de granaderos, contando con una plana mayor, cuarenta y ocho jefes y oficiales y novecientos sesenta y uno individuos de tropa, pasando el trece de enero a la Isla de León, a la primera división Marcos Castrillo, marqués de las Cuevas del Becerro.

   En diciembre pasa a Sevilla.

1813

   El trece de enero se refunde en Sevilla en el batallón de infantería ligera de Campo Mayor

   Los años de 1811 y 1812 sus jefes son:

- coronel: Bartolomé Narváez y Chacón

- teniente coronel: Felipe Prados

- sargento mayor: el teniente coronel Isidro Díaz Galaso (o Galluzo)

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 Breve crónica del asedio al castillo de Marbella

   Este castillo entró en la Historia por la puerta grande en 1810, cuando entre marzo y diciembre de ese año, él y sus defensores soportaron un tenaz asedio por parte de los franceses, quienes durante todo ese tiempo fueron incapaces de tomarlo en las varias veces que lo intentaron, que fueron en marzo, en mayo por dos veces y en julio el día diez, que fue de bastante intensidad y del cual tenemos una relación escrita del ataque y defensa en un parte enviado por el brigadier Francisco González Peinado al brigadier Francisco Javier Abadía:

   "Mi querido Amigo: a las 4 de la tarde del 10, me atacaron los enemigos que se encajaron encima sin dar más que media hora de tiempo por causa de la falta de una vanguardia de caballería la que he pedido a Lacy, repetidas veces, y en ningún punto puede emplearse con más utilidad que en este. Aunque el tiempo fue tan corto, las providencias se midieron con él.

   Le mandé a Valdivia que con las compañías de Estepona, Marbella y una porción de dispersos de la División de Lacy, se subiese al Ingenio, y estableciese a sus inmediaciones las guerrillas en la altura cercana a la espalda del mismo edificio; por cima de ésta, hay otra más eminente que finaliza la cordillera, en donde le encargué pusiese su reserva, lo que ejecutó muy puntual.

   En este Castillo se dieron las disposiciones siguientes: salieron dos guerrillas al mando de dos oficiales y se establecieron la 1ª sobre el flanco derecho del castillo, bien avanzada, detrás de una cordillera de pitas y protegida, en caso de retirada, por la playa; la otra, sobre la izquierda, oculta por una grande arboleda; por delante de ellas, con tres o cuatro caballos, salió el valiente y poco ponderado Cevallos, que se lisonjeaba mi corazón de ver su arrojo, aunque después le eché una buena peluca, pues se expuso demasiado, y mató a un oficial de caballería.

   Yo me metí en el barco que monta un obús, y con él y otro místico inglés, que tiene a su bordo dos cañones de a 4 me dirigí a esperar al enemigo que bajaba por la playa, a quién le rompí el fuego arrimándome a tierra todo lo posible, y les hice variar de dirección. Después dieron vuelta por unas pequeñas alturas, y atacaron a las guerrillas de Cevallos, las que los recibieron con la mayor serenidad, y se travó un furioso tiroteo, que duró hasta cerca de ponerse el sol, dando tiempo a que se salvase el pan que había en los hornos, y mucha gente que salió del pueblo a la montaña. A ésta se dirigió otra columna que fue muy bien recibida por Valdivia, y se travó un fuego infernal.

   A la media hora de esta contienda se sintió u oyó un caracol, y enseguida se desplomaron por el flanco derecho de los enemigos, como unos 200 paisanos de Ojén y pueblos inmediatos, quienes emprendieron un tiroteo terrible, con lo que se animaron las pocas tropas de Valdivia, y aunque quiso sostenerse el enemigo, lo cargaron en tales términos que tuvieron que bajarse con la mayor precipitación al llano inmediato a la ciudad.

   Aquí fue cuando más padeció mi espíritu por la falta de caballería, que si la hubiésemos tenido, capaz de contrarrestar a la suya, hubiera sido asunto concluido. En este estado llegó la noche, y se quedó todo tranquilo.

   Ayer de mañana, me entré en el castillo, y a los pocos momentos lo rodearon los enemigos con porción de guerrillas; pero sin presentar objeto, causándonos 7 heridos que dos de ellos murieron a poco rato.

   Donde se advertía mucho fuego se les contestaba con el nuestro de fusilería y Artillería metralla, cuya contienda duró todo el día sin interrupción. Se oyeron muchos lamentos y muchos que subieron a los árboles con sus pies, bajaron de cabeza ... Aunque no tengo humor de escribir y que debía aprovechar este momento en descansar le quiero dar esta prueba de afecto, y que asegure al Gobierno y a nuestros amigos, que mientras que haya pólvora, balas y piedras sobre el castillo, mientras exista González y Cevallos, no será presa de los Vándalos. Así se lo asegura su Afectísimo Apasionado Amigo de corazón..."

   La numantina resistencia de los defensores encendió la ira de la canalla francesa, quienes viendo como su orgullosa Grande Armée era rechazada una y otra vez ante sus furiosos embates, acaudillados por el sargento mayor Rafael Ceballos Escalera, hizo comprender al general francés Víctor que sin artillería de gran calibre y una presencia importante de saldados no había nada que hacer, por lo que solicitó una y otra vez se le enviara, lo que consiguió y una vez con ella, a primeros de diciembre comenzó un incesante cañoneo que destruyó el puente levadizo y un almacén de pólvora, explosión que hirió a varios soldados y tras cinco días de fuego francés había abiertas brechas en los lienzos que miraban a la ciudad, por las cuales comenzaron a los enemigos a practicar el asalto a la fortaleza.

   Afortunadamente para la guarnición, se hallaba en la bahía el bergantín inglés La Nave, que por medio de señales indicó que el comandante iba a desembarcar, a pesar del fuego, para conocer de primera mano la situación, el cual, al verla, comprendió lo crítica que era y pidió a los defensores que resistieran, que vendría con lanchas de salvamento para evacuarlos, lo que se consiguió en la noche del ocho de diciembre, no sin antes haber clavado la artillería. En la operación fallecieron algunos hombres por culpa de las prisas con hubo que hacerlo todo, pues los franceses redoblaron el fuego de fusilería para impedir el embarque de nuestros hombres, que no obstante lograron embarcar y poner rumbo a Algeciras.

  Esta última acción vino relejada en la Gaceta de la Regencia del siguiente modo, aportándonos algunos datos más a los ya referidos:  

   "A las 11 del día 3 del corriente se presentaron los enemigos en número de 1700 a 2000 hombres con tres cañones de á 24, dos obuses de á 7 y un mortero de 9 pulgadas, al mando del general Sebastini, al frente del castillo de S. Luis de Marbella.

   En el momento empezaron á formar sus baterias en la ermita del calvario de este pueblo, las que se consiguio destruir por dos veces con el vivo y acertado fuego de nuestros artilleros; pero el 8 amanecieron construidas tres baterias, la una de sacos á tierra en el camino de Marbella á Málaga, que batia el flanco derecho del castillo, compuesta de dos cañones de á 24; la otra dentro del pueblo de Marbella que constaba del mortero y un obus y la otra del cañon y un obus, que batia el flanco izquierdo del expresado fuerte.

   Todas rompieron el fuego á las 11 del dia, y se les contestó con mucha viveza; pero como las murallas eran debiles y los fuegos del enemigo mayores que los nuestros, consiguieron desmontarnos un cañón, batiendo al mismo tiempo la puerta y murallas de la fortaleza.

   En vista de ello su gobernador el teniente coronel D. Rafael Cevallos Escalera, que en otras ocasiones anteriores la habia defendido gloriosamente, obligando al enemigo á abandonar con mengua la empresa, determinó evacuar el fuerte, y embarcarse con su guarnición en algunos buques ingleses que cruzaban en aquellas aguas.

   Así se executó con el mayor orden á pesar del vivo fuego de artilleria que hizo el enemigo y duró hasta las 11 de la noche del 8 en cuya hora estaba ya a bordo toda la guarnición, á excepción del cabo Miguel Hilario, que con 4 artilleros se quedó a clavar las piezas, romper los juegos de armas e inutilizar las municiones.

   El fuerte ha quedado enteramente arruinado y actualmente lo ocupa un corto destacamento enemigo."

Soldado Malagueño

Málaga - 2025

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