SOLDADO MALAGUEÑO

También narramos las vidas militares de soldados de España y de todo el cosmos hispano en ambos hemisferios, por el Atlántico, por el Lago Español, por el Mediterráneo, por el Índico y allá por donde haya pasado un soldado HISPANO ondeando nuestras banderas.


jueves, 29 de agosto de 2024

TENIENTE FRANCISCO SEGALERVA RUIZ.

Nació en Málaga, el diez de abril de 1901, hijo de Francisco Segalerva Mercado y de Josefa Ruiz Molina.

   Tuvo su entrada en el servicio en la Academia de Infantería el siete de septiembre de 1919, saliendo con el empleo de alférez el siguiente catorce de noviembre de 1921, siendo destinado regimiento de Borbón nº 17.

   El siete de junio de 1923 es destinado al Grupo de Fuerzas Regulares indígenas Melilla nº 2 y en este destino tuvo su bautismo de fuego en la corta pero dura batalla habida con el enemigo en Tizzi Aza, donde fue herido.

   El catorce de noviembre siguiente asciende al empleo de teniente.

   El veintidós de mayo de 1924 se le añaden a su Medalla Militar de Marruecos dos aspas rojas de herido en campaña.

   Pero donde nuestro Francisco alcanzó «fama inmortal» fue en la toma de la posición de Kudia Tahar, el diez de septiembre de 1925, donde cayó muerto y se forjó su leyenda.

         El día diez de septiembre de 1925 la compañía de nuestro Francisco formaba parte de la columna mandada por el coronel Amado Balmes Alonso, siendo designada para marchar en vanguardia por la ladera izquierda de un barranco de gran anchura, demasiada para la poca fuerza que estaba avanzando por él, lo cual suponía un peligro. El nombre del barranco: Dar Halea.

   Al principio de la marcha, esta fue tranquila y sin ninguna clase de incidentes a través del matorral y la arboleda que poblaba la zona, tan tranquila que parecía como que el enemigo se encontraba a mil leguas del lugar.

   Al ser tan ancho el barranco, dificultaba enormemente vigilar todos sus accidentes, de modo que a pesar de la sensación de tranquilidad, nuestros hombres avanzaron cautelosamente, tanto que tan solo recorrieron unos tres kilómetros en más de hora y media, mirando para todas partes, pero en el momento menos esperado, desde las alturas de la laderas y algunas cuevas, se inició un vivísimo fuego contra los soldados españoles, ante lo cual la columna frenó en seco buscando donde ponerse a cubierto, siendo bastante difícil determinar con exactitud de donde procedía tan nutrido fuego y con el peligro de que el enemigo les sorprendiera también por la retaguardia,  convirtiéndose aquello en una ratonera.

  En ese momento, el capitán de la compañía de nuestro Francisco, que se hallaba en la vanguardia de las fuerzas españolas, tomó dos secciones de la misma, una la de Francisco, y con ellas realizó un avance hacia unas trincheras rifeñas que se hallaban bastante próximas a ellos, con la idea de tomarlas al asalto, ocuparlas y establecer en ellas una base desde la cual proteger el avance de la columna.

   Como se puede imaginar, el asalto fue peligrosísimo, pues el enemigo avanzó por el flanco izquierdo español con la intención de envolverle y aniquilarlo, pero nuestro Francisco Segalerva se dio cuenta de la movida y sin dudarlo ni un segundo, se lanzó seguido de su sección a impedirlo, a pesar de su manifiesta inferioridad numérica, lo cual no fue óbice para lanzarse al ataque.

   Desde luego fue una temeridad, pues pronto se vio dominado por los rifeños, comprometiendo la situación de asalto, pues no solo se corría el riesgo de que la sección fuera aniquilada por el fuego enemigo, sino que, además, iba a aislar al resto de los hombres del resto de la columna.

   Cuando el capitán ordenó, ya a la desesperada y a cara de perro avanzar a ver qué se podía hacer, vio con gran asombro como la sección de Francisco Segalerva, con él al frente, y a pesar de su inferioridad numérica y lo accidentado del terreno, se lanzaba hacia la posición enemiga con granadas de mano a ocupar la posición, lo que al final lograron, desalojando a los rifeños, aunque antes de que eso ocurriera, un certero disparo en la cabeza lo había tumbado.

   Tras ocupar la trinchera, profunda, de gran longitud muy difícil de ver desde la posición que en un primer momento se hallaban los españoles, se recogieron los cuerpos de los heridos y muertos, ocupándose el capitán personalmente del teniente Segalerva, procediendo a su cura y a preguntarle por sus últimas palabras, las cuales, siempre según el capitán, fueron:

«Muero, pero muero por España»

Tras lo que al momento perdió el conocimiento, falleciendo muy pocos instantes después.

   El día diez de septiembre de 1925 la compañía de nuestro Francisco formaba parte de la columna mandada por el coronel Amado Balmes Alonso, siendo designada para marchar en vanguardia por la ladera izquierda de un barranco de gran anchura, demasiada para la poca fuerza que estaba avanzando por él, lo cual suponía un peligro. El nombre del barranco: Dar Halea.

   Al principio de la marcha, esta fue tranquila y sin ninguna clase de incidentes a través del matorral y la arboleda que poblaba la zona, tan tranquila que parecía como que el enemigo se encontraba a mil leguas del lugar.

   Al ser tan ancho el barranco, dificultaba enormemente vigilar todos sus accidentes, de modo que a pesar de la sensación de tranquilidad, nuestros hombres avanzaron cautelosamente, tanto que tan solo recorrieron unos tres kilómetros en más de hora y media, mirando para todas partes, pero en el momento menos esperado, desde las alturas de la laderas y algunas cuevas, se inició un vivísimo fuego contra los soldados españoles, ante lo cual la columna frenó en seco buscando donde ponerse a cubierto, siendo bastante difícil determinar con exactitud de donde procedía tan nutrido fuego y con el peligro de que el enemigo les sorprendiera también por la retaguardia,  convirtiéndose aquello en una ratonera.

  En ese momento, el capitán de la compañía de nuestro Francisco, que se hallaba en la vanguardia de las fuerzas españolas, tomó dos secciones de la misma, una la de Francisco, y con ellas realizó un avance hacia unas trincheras rifeñas que se hallaban bastante próximas a ellos, con la idea de tomarlas al asalto, ocuparlas y establecer en ellas una base desde la cual proteger el avance de la columna.

   Como se puede imaginar, el asalto fue peligrosísimo, pues el enemigo avanzó por el flanco izquierdo español con la intención de envolverle y aniquilarlo, pero nuestro Francisco Segalerva se dio cuenta de la movida y sin dudarlo ni un segundo, se lanzó seguido de su sección a impedirlo, a pesar de su manifiesta inferioridad numérica, lo cual no fue óbice para lanzarse al ataque.

   Desde luego fue una temeridad, pues pronto se vio dominado por los rifeños, comprometiendo la situación de asalto, pues no solo se corría el riesgo de que la sección fuera aniquilada por el fuego enemigo, sino que, además, iba a aislar al resto de los hombres del resto de la columna.

   Cuando el capitán ordenó, ya a la desesperada y a cara de perro avanzar a ver qué se podía hacer, vio con gran asombro como la sección de Francisco Segalerva, con él al frente, y a pesar de su inferioridad numérica y lo accidentado del terreno, se lanzaba hacia la posición enemiga con granadas de mano a ocupar la posición, lo que al final lograron, desalojando a los rifeños, aunque antes de que eso ocurriera, un certero disparo en la cabeza lo había tumbado.

   Tras ocupar la trinchera, profunda, de gran longitud muy difícil de ver desde la posición que en un primer momento se hallaban los españoles, se recogieron los cuerpos de los heridos y muertos, ocupándose el capitán personalmente del teniente Segalerva, procediendo a su cura y a preguntarle por sus últimas palabras, las cuales, siempre según el capitán, fueron:

«Muero, pero muero por España»

   Tras lo que al momento perdió el conocimiento, falleciendo muy pocos instantes después.

   El seis de julio de 1928, tuvo lugar el inicio del juicio contradictorio para ver si era acreedor a la Laureada de San Fernando, siéndole concedida por Real decreto de catorce de julio de ese mismo año. 


5-10-1925.  Cortejo fúnebre atravesando calle Larios. 
Tomada del grupo de Facebook Solo fotos antiguas de Málaga

Soldado Malagueño

Málaga - 2024

No hay comentarios:

Publicar un comentario