Nació en la localidad de Estepona, en el año de 1747 y era hijo de Gonzalo
de Figueroa y de María Caravaca Ollán.
Era hijo de una importante familia
que había venido sirviendo en el Ejército desde hacía varias generaciones y que
más de uno había dejado la vida en el campo de batalla. Así tenemos que su
abuelo, Juan de Figueroa, fue Coronel y murió en la batalla de Almenara de
julio de 1710. Sus tíos Alonso y Pedro de Figueroa. el primero Capitán y el
segundo Teniente de Granaderos del Regimiento de Córdoba murieron en la de
Plasencia. Un tío suyo llamado Miguel, que había comenzado su carrera militar
en el Real Cuerpo de Guardias de Corps y que después fue destinado como Capitán
del Regimiento de Inválidos, murió en el combate de los resguardos de San Roque
y, por último, su mismo padre también fallecería en acción de guerra durante el
reinado de Carlos III.
El año de 1761, tras haber cursado
los estudios elementales, comienza, con catorce años su carrera militar,
ingresando en el Regimiento de Soria.
El año de 1762 pasó al Cuerpo de
Inválidos con agregación de Oficial a la plaza de Málaga.
El seis de enero de 1765 ingresó
como Guardia en la Compañía Italiana de Reales Guardias de Corps, donde
permaneció realizando los servicios de su clase durante los siete siguientes
años, en el transcurso de los cuales contrajo matrimonio con Dª. Rosa María
Polo, con quien tuvo, al menos, dos hijos.
Debido a que fue sorprendido en el
dormitorio de una dama de compañía de la Reina, al parecer la mujer de un
Mariscal, para evitar el escándalo que eso le supondría, pasó por ladrón cogiendo
un objeto de oro de la vajilla del Rey: alguien que le vio le acusó de ladrón,
lo que tuvo fatales consecuencias, pues Tomás le retó a duelo y en el lance el
acusador fue muerto. Tras este incidente, Tomás fue detenido, acusado, juzgado
y condenado a la pena capital.
Sin embargo, por Real decreto de
ocho de febrero de 1774 se ordenó se conmutase la pena de muerte por la de
destierro en Puerto Rico, siendo embarcado en Cádiz en uno de los navíos que
mandaba el Capitán de navío Martín de Lastarría y que transportaban al
Regimiento de Infantería de Galicia. Pero resultó que este convoy no iba a
Puerto Rico, sino a Buenos Aires, desde donde se le envió a una prisión de
Montevideo en espera de saber cómo proceder en este caso, respondiéndosele al
Gobernador de Buenos Aires que se le enviase a Valdivia o a la isla de Juan
Fernández a cumplir su destierro. Al final se decidió enviarlo al Batallón de
Valdivia, en Chile, donde permaneció prestando servicios en el detall de los
Cadetes que servían a los Oficiales, pasando a la clase de Distinguido en
primero de abril de 1778.
Desde el tres de enero de 1780,
ejerce funciones de Ayudante e instructor de evoluciones militares del Batallón
durante la guerra contra Inglaterra bajo el mando de los Capitanes Comandantes
del castillo de San Sebastián del Corral, Agustín de Carabantes y Francisco de
Mena y una vez finalizada la guerra por el Tratado de París de 1783, ejerció de
instructor de los quinientos hombres que pasaron a aquella plaza, realizando
todas sus funciones con la debida exactitud y haciéndose merecedor a los
elogios de sus superiores, lo cual le movió a que el ocho de noviembre de 1786
solicitase se le certificase el correcto y buen proceder que había observado
durante todo el tiempo que llevaba en la plaza, para solicitar al Rey una
reducción de condena.
No obstante, tuvo que esperar al
ocho de junio de 1789, que con motivo de la exaltación al trono del Rey D.
Carlos IV, fueron atendidas sus peticiones y las de su mujer para obtener el
ansiado indulto, así como que por los méritos contraídos, el veintisiete de
julio se le concede la agregación de Capitán de fusileros en el Batallón Fijo
de Valdivia hasta que ocurra una vacante y podía traerse a su familia, a la que
recogería en la ciudad de La Habana, donde vivían gracias a la ayuda de
Antonio, el hermano de Tomás, que era Gobernador y Comandante del castillo de
Jagua.
Así mismo, el veintiocho de ese
mes, se le expedía licencia para que pudiera embarcarse y pasar a La Habana a
recoger a su familia para trasladarla a Valdivia, lo que verificó el ocho de
octubre a bordo del bergantín Nuestra Señora del Carmen.
El Hoplita Malacitano
Málaga 2016
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