SOLDADO MALAGUEÑO

También narramos las vidas militares de soldados de España y de todo el cosmos hispano en ambos hemisferios, por el Atlántico, por el Lago Español, por el Mediterráneo, por el Índico y allá por donde haya pasado un soldado HISPANO ondeando nuestras banderas.


miércoles, 10 de febrero de 2021

TENIENTE GENERAL RAMÓN DE VILLALBA CORTÉS

Escudo de armas de Ramón de Villalba Cortés

   Nace Ramón en la ciudad de Málaga el diecisiete de octubre de 1757, hijo del mariscal de campo Antonio de Villalba y Angulo y de Antonia Cortés y López de la Mota.

   Con nueve años recién cumplidos, el doce de noviembre de 1766 pasa a ser paje del rey Carlos III, de donde pasó el quince de julio de 1774 a ser caballerizo del rey y dos años más tarde, el quince de junio de 1776 obtiene patente de capitán de caballería, pasando a servir en el regimiento de dragones del Rey.

   Con el empleo de capitán de granaderos en el cuerpo de dragones desmontados del mando de Ventura Cano se halló en el sitio de Gibraltar entre el veintisiete de mayo de 1782 y el dos de febrero de 1783, donde estuvo dando guarnición a la Torre del Diablo. Esta torre formaba parte de un proyecto de de noviembre de 1727 para establecer una línea que fuese de un extremo al otro del istmo  "...de Mar a Mar...", con el objeto de cerrar la plaza de Gibraltar e impedir tanto el contrabando como las deserciones, poniendo cuerpos de guardia y reparos en esta torre y en la del Molino, que se hallaba en el otro extremo.

Torre del Diablo

   El primero de enero de 1783 se le concede el grado de teniente coronel y desde el quince de abril hasta el veintiséis de junio del año siguiente se halla destinado en Cataluña, donde estuvo al frente de tropas dedicadas a la persecución y captura de contrabandistas que operaban impunemente a través de los Pirineos.

   El cinco de enero de 1792 asciende a comandante de batallón y con este nuevo empleo se halló desde el comienzo de la Guerra del Rosellón en diferentes acciones militares, como en la batalla de Masdeu del diecinueve de mayo de 1793, en el bloqueo de la fortaleza de Bellegarde en junio, en la acción de Pontella del siete de julio y en la del Perpignan del siguiente diecisiete. También se halló en la conquista de Elne y Colliure y por los méritos contraídos en estas acciones fue ascendido a teniente coronel vivo de dragones de Sagunto el siguiente veintiocho de octubre.

   Con este empleo pasó a operar bajo las órdenes del general Cuesta y así, se halló en las acciones llevadas a cabo en la segunda expedición a la Cerdaña francesa los días siete y veintiséis de junio de 1794, que se repliega sobre la ribera del Segre, frenando a los franceses que devastaban la región y en los ataques que se dieron contra Bellver de Cerdaña.

   Ya en 1795, se halló en la acción de Sistiella del cinco de mayo,  en los combates habidos con el enemigo en las riberas del río Fluviá el veinticinco de mayo y el siete de junio, así como en la batalla de Pontón del día catorce de junio, permaneciendo sobre las armas hasta la firma de la paz.

   El cuatro de septiembre de 1795 recibe el empleo de brigadier, siendo destinado junto con su regimiento al Campo de Gibraltar, permaneciendo en dicho lugar hasta finales de 1797. Antes, el cinco de julio, obtiene licencia para poder contraer matrimonio con María de la Concepción Díaz Canalizo de Orta, y el doce de octubre es nombrado coronel del regimiento d dragones del Rey.

   El primero de agosto de 1800 regresa nuevamente al Campo de Gibraltar, prestando nuevamente servicios militares enfrentándose a los británicos en Algeciras, dejando el lugar el siguiente doce de noviembre de 1801.

   Es recibido por caballero de la Orden de Santiago el cuatro de junio de 1803.

   Tras salir del Campo de Gibraltar, pasa destinado a Úbeda, donde permaneció una temporada dedicado a la formación de un establecimiento de remonta para la caballería, tras lo cual, el veintiocho de julio de 1807 es nombrado inspector general de la caballería ligera y dos meses después, el cinco de septiembre, asciendo a mariscal de campo.

   El cuatro de abril de 1808 ocupa plaza en el Consejo Supremo de la Guerra y tras la jornada del 2 de Mayo sale con su regimiento hacia Sevilla, donde una vez llegado fue inmediatamente destinado a integrarse en el ejército del general Castaños, con quien va a Madrid, entrando en la capital el veintitrés de agosto, pasando a habilitar algunos cuerpos, pasando a formar parte de la Junta de Defensa, siendo el dos de noviembre reafirmado en su cargo  de inspector general de la caballería.

   Hallándose en la defensa de Madrid fue hecho prisionero el tres de diciembre y aunque el siguiente día cinco, tras haberse presentado ante la nueva autoridad francesa, quedó en libertad, lo que aprovecho para disfrazado de arriero huir de Madrid el día veinticuatro en dirección a Cuenca, donde el duque del Infantado le proporcionó pasaporte para pasar a Sevilla, donde la Junta Central le destinó a incorporarse al ejército del general Gregorio García de la Cuesta, con el cual se halló en la retirada del Tajo y en la Batalla de Medellín del veintiocho de marzo de 1809 y aunque a batalla se saldó con una derrota, por sus acciones, méritos y capacidades fue ascendido a teniente general el siguiente ocho de abril.

   Ocupando el cargo de mayor general de la caballería del Ejército de Extremadura, se halló en la Batalla de Talavera del veintisiete y veintiocho de junio, en la del Puente del Arzobispo del ocho de agosto y en la retirada a Mesas de Ibor el siguiente día once, tras lo cual retorna a Sevilla, donde permaneció por espacio de cuatro meses, al cabo de los cuales, el tres de enero de 1810, se le ordena retornar a Extremadura, pero debido a la retirada del duque de Alburquerque recibe orden de dirigirse a Tarifa y de ahí al Campo de Gibraltar, donde el dieciocho de febrero y por orden del general Adrián Jacomé se hace con el mando de todas las tropas allí reunidas, con las cuales pasa a la Isla de León.

Documento firmado por Ramón de Villalba Cortés

   Permaneció en la zona resistiendo los embates de los franceses y el veinticinco de enero de 1811, por orden de la Regencia, realiza el alistamiento del Batallón Distinguido y de las milicias de Cádiz.

   El veintiséis de septiembre de 1812 es nombrado capitán general intendente de Andalucía, volviendo el primero de junio de 1813 a ser nombrado  inspector general de caballería, permaneciendo así ya hasta el fin de la guerra. Previamente, el día seis, juró la Constitución.

   Entre los días ocho y doce de noviembre de 1813, actuó como defensor del marqués de Sobremonte por los sucesos ocurridos los años de 1806 y 1807 cuando los británicos atacaron y ocuparon la ciudad de Buenos aires. El resultado del juicio fue la absolución del marqués, su ascenso a mariscal de campo y su nombramiento como individuo del Consejo de Indias y el abono de los sueldos que se le debían.

   Al regresar a Madrid, obtuvo un puesto como vocal en la Junta de Generales, puesto que ocupó hasta diecinueve de septiembre de 1814, que fue enviado a Tarifa, plaza en la que el veintisiete de mayo de 1816 recibe la Gran Cruz de San Hermenegildo y pasando a quedar cesante, situación en la que permaneció hasta el triunfo de los constitucionalistas en 1820, que de nuevo ocupó la plaza de inspector general de la caballería -el veintidós de marzo-, pasando el siguiente treinta de noviembre a ser capitán general de Castilla la Nueva, aunque en mayo de 1821 es exonerado del cargo, que ocupó el general Pablo Morillo.

  "El Rey se ha servido exonerar del. empleo de capitán general de Castilla la Nueva al teniente general D. Ramón de Villalba ; y ha tenido á bien nombrar para que le substituya al de igual clase conde de Cartagena"

   El nueve de agosto de 1822 es nombrado comandante general de Andalucía, cargo que mantuvo hasta abril de 1823, cargo que tras el triunfo del absolutismo perdió, así como todos sus grados y honores, debiendo poner tierra de por medio emigrando a Londres, capital a la que fue a unirse con los exiliados españoles liberales. Todavía en 1823, antes de tener que exiliarse, dio orden de que no se expidiese pasaporte a las tropas procedentes de América que desembarcaban en Cádiz para evitar que se unieran a las tropas realistas.

   Siendo presidente de la Junta Auxiliar del arma de Caballería, redactó un pequeño libro titulado Reflexiones Generales sobre la organización del Ejército, que iba acompañada de un reglamento para la caballería, así como propuestas de resolución de problemas y un discurso acerca de la cría de caballos y su fomento, que el diecisiete de junio de 1820 remitió al marqués de la Reunión, presidente de la Junta de Generales para su aprobación y adopción.

   Una vez en el exilio londinense, se unió a los liberales emigrados a aquella capital, representados por personas de la talla de José María de Torrijos, Evaristo de San Miguel, Antonio Quiroga, ..., quienes puestos de acuerdo en llevar a cabo acciones que permitieran reunir bajo una misma dirección a todos los exiliados, unas setenta personas se reunieron en la London Tavern, presidiendo la reunión Ramón de Villalba como el teniente general más antiguo de entre los emigrado y tras ser oídos todos los discursos se formó la Junta directiva del alzamiento de España, en la que se acordó convocar a todos los exiliados a una reunión general, para lo cual se redactó un texto, firmado por Ramón de Villalba, del siguiente tenor:

   "Lóndres 10 de Enero de 1829. — Sr. D .............

    Muy señor mio: El deseo de proveer la unión y de obrar de acuerdo con lo que ahora ó mas adelante exija de nosotros el bien de nuestra patria, ha hecho que en el dia de ayer se reuniese un número considerable de españoles que una especie de impulso espontáneo, hijo de las circunstancias, había conducido á la reunión, y á quienes conversaciones casuales habían sugerido el pensamiento.

   Y notándose inmediatamente la falta de otros muchos que deben contribuir á objeto tan interesante, y á los que sin duda la noticia no ha podido llegar, se acordó darles el correspondiente aviso para que puedan concurrir si gustan, en el lunes inmediato, al lugar que en el margen se indica, donde se verificará á las doce del dia una reunión mas completa.

   En consecuencia de esta determinación, y á nombre de todos los allí reunidos, invito á V. para el efecto, conforme al encargo que se me ha dado, esperando que tenga V. la bondad de acusarme el recibo de esta.—B. L . M. de V. su atento servidor,—Ramón de Villalba."

   Otras de las acciones propuestas por la Junta fue el envío de un español a Portugal con la comisión de negociar un auxilio de reciprocidad fraternal en sus actuaciones políticas, pues recientemente el país luso había recibido del emperador del Brasil ese mismo año de 1829 una Carta constitucional, apoyada por Gran Bretaña.

   A partir de aquí se empezaron a tomar las decisiones a tomar, que entre otras llevaron a Torrijos a Gibraltar en 1730, donde contactó con las asociaciones que debían tomar la iniciativa de sublevarse, pero fracasadas las intentonas de levantamiento contra el absolutismo, se reunió una junta de exiliados en París para ver qué rumbo se tomaba y solicitar a los que se hallaban exiliados en Inglaterra, Bélgica, Suiza Argel y Gibraltar para que con ellos se formara una comisión que representara a los emigrados y actuaran de conjunto, resultando elegidos el treinta de junio de 1830 José María de Torrijos, Álvaro Flórez Estrada, Manuel Flores Calderón, Vicente Cabanillas, nuestro Ramón de Villalba, Juan López Pinto y José María Peón y Mier.

   Todos ellos se pusieron a trabajar para organizar mejor los alzamientos, pero tras el apresamiento y muerte de Torrijos en Málaga, perdió fuerza y hubo que esperar al fallecimiento del tirano y la promulgación de la ley de amnistía de 1833 para que los exiliados pudieran volver a España, como Ramón de Villalba, quien entró en España a través de Gibraltar, reintegrándose de nuevo al servicio el nueve de mayo de 1834.

   Debió fallecer el año de 1838, pues en el Estado Militar de España de 1839 ya no aparece.

Soldado Malagueño

Málaga - 2021