SOLDADO MALAGUEÑO

También narramos las vidas militares de soldados de España y de todo el cosmos hispano en ambos hemisferios, por el Atlántico, por el Lago Español, por el Mediterráneo, por el Índico y allá por donde haya pasado un soldado HISPANO ondeando nuestras banderas.


domingo, 31 de julio de 2022

CASTILLO DEL MARQUÉS, DE ALMAYATE O DE VALLE-NIZA

   En la carretera nacional 340, entre los núcleos de población de Benajarafe y Almayate, cerca del camping de Valle-Miza, encontramos un edificio militar, un castillo o fuerte, hoy reconvertido en la Escuela de Hostelería Castillo del Marqués, un centro de enseñanza público dependiente del I.E.S. María Zambrano de Torre del Mar, donde más de doscientos alumnos estudian Servicios de Restauración y Cocina.

   La historia de este edificio militar se puede resumir de la siguiente manera:

   Entre los años de 1506 y 1507, los moriscos que aun quedaban viviendo en Almayate, quizás intuyendo que el futuro no les iba a ser simpático, decidieron abandonar el lugar y marchar a Berbería, ocasión que aprovechó Íñigo López de Mendoza, II conde de Tendilla, I marqués de Mondéjar y, además, capitán general del reino de Granada, para solicitar a la Corona que le cedieran el lugar, merced para su explotación.

   Los reyes accedieron a ello y se lo cedieron, pero no como señorío, sino como, digamos, en usufructo siéndole otorgado el veintiocho de octubre de 1508. Una vez recibidas las tierras y las casas de los morisco, López de Mendoza obtuvo autorización para repoblar la zona con sesenta nuevos vecinos, curiosamente moriscos.

   A la vez que repoblaba la zona, López de Mendoza mandó construir una pequeña fortificación en la playa de Almayate, torre que recibió el nombre de Torre del Marqués, pues aunque en sus extremos estaban la Torre Nueva y la Torre del Jaral y la villa de Almayate contaba con una fortaleza, había que tener en cuenta que las torres solo lo eran de señales y no defensivas y la fortaleza (de la que no quedan restos) se hallaba demasiado retirada de las huertas y del camino de Málaga a Vélez-Málaga y era, además, bastante birriosa como emplazamiento defensivo, pues

   " La fortaleza, que posiblemente fuera una torre de alquería rodeada por un muro o cerca de albañilería, “una fortalezuela […] tan poca cosa que en la una pared no tiene sino un ladrillo de gordo”, donde se acogían “los christianos viejos quel conde enbía allí”, y tenía en su interior las ruinas de una mezquita cuyos materiales habían sido aprovechados por los vecinos mudéjares para construir la torre costera a la que se habían obligado..."

   tan birria que López de Mendoza la destinó a almacén de los productos que se recolectaran en las huertas y cultivos, por lo tanto la construcción de la nueva torre era necesaria.

   

   A mediados de ese siglo XVI, se realizaron una serie de transformaciones en la torre, ampliando sus dimensiones y estructura, pasando a ser fortaleza, denominándose a partir de entonces Castillo del Marqués.

   En la década de 1760, el castillo se hallaba en un estado de ruina lamentable, tanto que fue abandonado, siendo reemplazado por otro de nueva planta, una fortificación que recibió el nombre de Fuerte del Marqués, y que fue levantada no en el terreno del castillo antiguo, sino algunos cientos de metros al oeste del mismo,  entre la playa y el complejo de las canteras de Almayate.

   Dicho fuerte, se construyó siguiendo el prototipo de fuerte con batería para cuatro cañones de a 24 libras  proyectado por el ingeniero-director José de Crane, según el cual se construyeron todos los de su especie previstos para la costa del reino de Granada.

   La construcción de este fue costeada por el capitán Gaspar Álvarez de Sotomayor, pero claro, teniendo en cuenta la venalidad existente en el ejército -mal común en todos los ejércitos europeos- puso el dinero siempre y cuando recibiera a cambio de su dinero la concesión del grado de capitán para sus dos hijos.

   Una vez soltados los cuartos comenzó la obra, encargándose de la ejecución del proyecto el arquitecto Antonio Ramos, que era a la sazón el Maestro Mayor de la Catedral de Málaga, dando comienzo las obras  comienzos del otoño de 1766, dándose por concluidas en diciembre de 1767.

   El coste fueron 242.168 reales de vellón y 26 maravedís.

   Añadir que los terrenos donde se levantó el nuevo Castillo del Marqués fueron cedidos a la Corona por los descendientes de López de Mendoza.

   Hacia 1830 dejó de usarse para lo que fue concebido, siendo entregado al Cuerpo de Carabineros de la Real Hacienda, quien con el tiempo lo acabó convirtiendo en casa-cuartel, teniendo este uso hasta que debido a su deterioro se proyectó una reforma en 1913, la cual se llevó a cabo en 1919, añadiéndosele un cuerpo superior sobre el terrado para dar cobijo a las familias de los carabineros, entregándose las obras en marzo de 1922.

   Entre 1938 y 1939, durante la Guerra Civil, fue reconvertido en cárcel-campo de concentración del bando nacional, siendo en 1940, tras la guerra, ocupado por la Guardia Civil, convirtiéndose en casa-cuartel, aunque debido al avanzado estado de ruina que progresivamente fue cogiendo fue abandonado a los diez años de ser ocupado por  la Benemérita.

   Tras esto, el ayuntamiento de Vélez-Málaga inició gestiones ante el Ministerio con la idea de hacerse con la propiedad, con la idea de instalar en él un centro cultural y de exposiciones, objetivo que al final logró en junio de 1984, aunque antes de esto fue sede de Proyecto Hombre de la Axarquía y en la actualidad alberga la sección de Hostelería del I.E.S. “María Zambrano” de Torre del Mar.

   El interior está caracterizado por su distribución alrededor de un patio rectangular, como patio de armas. Con una escalera subida al baluarte y una rampa para bajada de cañones.

   La descripción más completa que tenemos de esta nueva fortificación es la que hace  José Herrera García:

      Situado en la playa de Almayate. Dista del mar ciento cincuenta varas y un cuarto de legua de la Torre anterior (Torre del Jaral)

   Su forma consiste en una batería semicircular para cinco cañones, cerrado por la gola con una obra más alta, formando el todo un polígono irregular de ocho lados.

   El que da frente al mar, y depende de la batería, es el mayor, y está redondeado en los angulos adyacentes formando dos Torreoncillos semicirculares para fusileria, que flanquean la bateria y los dos lados colaterales y paralelos del poligono que pueden considerarse como alas de un hornabeque simple que cierra la gola por la parte de tierra.

   A la entrada de este fuerte hay un puente levadizo, cubierto con un Tambor aspillerado, que saca su defensa de las caras de los medios baluartes del hornabeque. Corona todo el perimetro de la obra alta un muro aspillerado, formando el interior una plaza de armas, debajo de la cual estan los alojamientos abovedados para el Gobernador, Tropas, Caballos, &a, como tambien un cuarto de pertrechos, el repuesto de polvora, almacen capilla, sacristia, cuarto del capellan &a, que tienen sus entradas por un patio cuadrado que ocupa el centro del castillo.

   El Cuerpo de Guardia, Cuarto del Oficial y Calabozo se comunican por el cañon de entrada al Castillo.

   Ademas de las aspilleras altas, ecsisten algunas bajas en las alas, flancos, casas y cortina, para acer fuego desde el interior de las habitaciones.

   La bateria esta separada de la obra alta por un foso de seis pies de ancho, el cual se dilata hacia el centro en forma de asa de circulo, y se comunica las dos obras por medio de una Cajonera cubierta. Por delante de la bateria corre tambien un foso.

   Tiene por objeto este castillo impedir la aprocsimacion de embarcaciones enemigas á la playa, que es espaciosa y propia para desembarcos, defenderla, proteger nuestros buques, e impedir el contrabando. Su posicion es propia para el objeto. Su estado bueno aunque necesita varios reparos.  

   Es decir, tenemos un edificio de planta poligonal irregular de ocho lados, que presenta su ingreso protegido por un reducto esquinado dotado de adarve y troneras, situándose dicho ingreso por la parte nordeste. Un pasadizo cubierto por bóveda de medio cañón conduce al patio que da acceso a las distintas dependencias y cuarteles, así como a la escalera que conduce a la planta alta que primitivamente era sólo azotea con parapeto aspillado.

   El lado que mira a la playa es un hornabeque formado por dos medios baluartes que baten flancos y se hallan trabados por una gola o cortina.

   Los materiales usados para su construcción son muros de mampostería y sillares.

   José Herrera García no nos lo dice, pero por otras fuentes sabemos que los cañones era de veinticuatro libras, tenía un pozo de agua propio y que se hallaba habilitado para una guarnición compuesta para entre doce o quince soldados de infantería, ocho de caballería -cuyo cuartel ocupaba el torreón occidental- y cinco artilleros. La guarnición disponía de una extensión grande de huerta.   

   Está registrado como Bien de Interés Cultural en el BOE con fecha de 29 de junio de 1985.

Foto de 1946

Foto de 1962


- Foto de 1946: www.castillodelmarques.com/

- Foto de 1962: Biblioteca Cánovas del Castillo. Colección: Legado Temboury. Archivo Fotográfico. Signatura: 5896B

- Planos: Archivo General de Simancas. Signatura: MPD, 30, 044. Signatura anterior: SGU, 03689. Nº de registro: AGS00652

   Está registrado como Bien de Interés Cultural en el BOE con fecha de 29 de junio de 1985.

Soldado Malagueño

Málaga - 2022

viernes, 22 de julio de 2022

BRIGADIER MANUEL RAMÍREZ Y SÁEZ

    Nació en la ciudad de Málaga en torno al año de 1793, hijo de comandante.

   El día uno de junio de 1805, tuvo su ingreso en el ejército en clase de cadete, en el regimiento de Málaga, donde permaneció hasta que invadida España por los franceses, fue destinado con el mismo empleo al regimiento de Vélez-Málaga, hallándose en el ataque que nuestras tropas dieron en Jaén el primero de julio de 1808, pasando luego a hallarse en la retirada a Peñascal de Morales el siguiente día trece, a la acción de Mengíbar del día dieciséis y, por fin, en la gloriosa Batalla de Bailén del día diecinueve, donde las armas españolas batieron a las francesas, infringiéndoles una severa derrota.

   No volvemos a tener noticias suyas hasta el año de 1810, que nos lo encontramos en la acción de Gaucín, provincia de Málaga, del veintiocho de julio, donde los franceses asesinaron a todo aquel que se le puso por delante, quemaron los archivos municipales y parroquiales y cometieron toda clase de tropelías, como el secuestro del acalde, al que tras diversas peripecias logró rescatar la guerrilla.

   Posteriormente, el primero de agosto en el sitio puesto a la plaza de Ronda y el siguiente dos de septiembre en la de Jimena de la Frontera.

   El ocho de febrero de 1811 es promovido al empleo de subteniente y con este nuevo cargo asiste el siguiente cinco de marzo a la Batalla de Chiclana, donde el combinado de fuerzas aliadas españolas, portuguesas y británicas formado por unos once mil soldados, diecisiete cañones y siete unidades de caballería, todo ello frente a los veintitrés mil soldados franceses, enfrentándose ambos ejércitos en la llamada Loma del Puerco, pequeña elevación de la costa. El resultado de este enfrentamiento fue favorable a las fuerzas aliadas, aunque no lo suficiente como para romper el bloqueo a que estaba sometida la ciudad de Cádiz, ni tampoco se pudo restablecer la comunicación terrestre con la Isla de León.

   El siguiente treinta de agosto formó parte de las fuerzas que tomaron parte en la defensa de las líneas de la Isla de León.

   No se tiene noticia de que se hubiera hallado en más lances militares, siendo la siguiente que el veintiocho de marzo de 1813 asciende al empleo de teniente, siendo destinado al regimiento de Extremadura, y el veintinueve de junio de 1814 es promovido al empleo de capitán, con cuyo empleo formó parte de la expedición del general Morillo que pasó a Costa Firme, es decir, al virreinato de Nueva Granada, partiendo de Cádiz el veintisiete de febrero de 1815, fondeando el siguiente dos de abril frente a las costas de Venezuela.

   El objetivo era restaurar la tranquilidad en Caracas y para ello hubo que sofocar el levantamiento en Isla Margarita, la cual, acaudillada por Juan Bautista Arismendi, se había erigido en uno de los principales bastiones independentistas.

   Tras un desembarco algo accidentado y después de reducir una desesperada, aunque poco organizada, resistencia, las tropas españolas tomaron posesión de la isla el once de abril de 1815, hallándose nuestro Manuel Ramírez y Sáez entre los que se batieron el cobre contra los rebeldes. Quizás por sus méritos, fue de los que formó parte de la promoción que el treinta de mayo siguiente fueron graduados de teniente coronel.

   Con este nuevo empleo se le destina a la ciudad de Lima, adonde llega el siguiente catorce de septiembre. Una vez aposentado, recibe en febrero del año siguiente (1816) la orden de formar una columna de Cazadores, que recibiría el nombre de Cazadores de Cuzco, la cual una vez levantada y con setecientos efectivos pasó a ser el segundo batallón del regimiento Imperial Alejandro.

   El diez de mayo es nombrado teniente coronel efectivo a la vez que primer comandante, marcando el siguiente quince de agosto como comandante de cazadores del segundo batallón del regimiento de Extremadura, con el cual parte hacia la provincia de Charcas, donde en sucesivos enfrentamientos derrota a algunos de los caudillos independentistas que operaban por el país.

   El dieciséis de enero de 1817 parte con el batallón de granaderos de la reserva del ejército del Perú dando custodia a un convoy con destino a la laza de Jujuy, partiendo en marzo hacia Potosí ¡, enfrentándose por el camino con fuerzas rebeldes en el río León Huamahaca y en Negra Muerta entre el catorce y el dieciséis de ese mes de marzo.

   El siguiente veinte de mayo y al frente de una fuerza de trescientos hombres partió al auxilio de La Plata, que había sido atacada por las fuerzas al mando de Gregorio Araoz de La Madrid, logrando los realistas rechazarlo en Chuquisaca el siguiente día veintiuno.

   El veintiuno de octubre del mismo año, parte con el batallón de granaderos de la reserva, marchando hacia Tarija y Huamanga, donde se enfrenta a los rebeldes el veintisiete de noviembre, a quienes se vuelve a enfrentar los días doce y veinte de diciembre en Huacalera.

   El cuatro de enero de 1818 entra con las tropas a su mando en Jujuy y en marzo toma parte en las operaciones de pacificación llevadas a cabo en los partidos de Mola y de Cochabamba. Tras estas operaciones, en julio toma el mando del batallón ligero de la Reina, perteneciente al ejército del Alto Perú, ejerciendo el mando hasta el trece de diciembre, fecha en la que recibió su ascenso a coronel, a la vez que recibía el mando como comandante del primer regimiento de línea de Cuzco.

   El cuatro de julio del año de 1821 logra reprimir en la ciudad de La Paz un motín que se había creado en el primer batallón de su regimiento y en el batallón ligero de la Reina.

   En agosto de 1822, tras realizar una expedición al valle de Palca, se enfrenta al caudillo rebelde Lanza, a quien derrota.

   En enero de 1823 persigue y derrota a los dispersos de Mosquegua, tras lo cual, el primero de agosto queda al mando como comandante general de la costa de Arequipa y el la acción habida el catorce de ese mes en Hualca resultó herido, aunque de poca consideración, pues al mes siguiente lo vemos combatiendo a los rebeldes al sur de Perú, siendo ascendido a brigadier el cinco de octubre de ese mismo año de 1823.

   Su aventura americana acabó en diciembre de 1824, al ser derrotados los españoles por los independentistas en la Batalla de Ayacucho, embarcando para España el primero de enero de 1825 y tras llegar a España, pasa a situación de cuartel, situación en la que permanece hasta 1827, fecha en la que recibe el cargo de comandante general de Murcia, que ejerce hasta 1831, volviendo a la situación de cuartel, en la que permaneció hasta enero de 1840, que asumió el cargo de comandante general de Cuenca.

   Debió fallecer el año de 1862, pues es el último año que aparece en los Estados Militares.

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Málaga - 2022

BRIGADIER DIEGO ARSSU MARRA

    También lo podemos encontrar como Diego de Arzu.

   Nació Diego en la ciudad de Málaga el día treinta de mayo del año de 1808, recién comenzada la Guerra de la Independencia. Era hijo de un jefe de carabineros, llamado también Diego y que falleció en agosto de 1855, durante la epidemia de cólera morbo que asoló Málaga.

   A la tierna edad de diez años, ingresa en clase de cadete en el regimiento de infantería Voluntarios de Valencia, con la cual se incorporó el treinta y uno de enero de 1820 a la tercera división del ejército reunido de Andalucía del mando del general José O´Donnell y que fue mandado a combatir la sublevación de las tropas mandadas por  el general Rafael del Riego y Flórez, que tan desastroso fin tuvo su aventura.

   Desconozco cuál fue su carrera militar durante los años de la opresión fernandina, pues no me lo vuelvo a encontrar hasta 1834, que según uno de los documentos usados, parece ser que en ese año estaba destinado en la Isla de Cuba, ejerciendo como teniente de caballería en el regimiento de Lanceros del Rey.

   La siguiente noticia que de él he conseguido obtener, me lo sitúa en Madrid, en las acciones represivas del dieciocho de enero de 1835 que se llevaron a cabo contra la insurrección del segundo batallón del regimiento de Voluntarios de Aragón, el cual, en la mañana de ese día, salió de su cuartel y tras sorprender a la guardia, se apoderaron del edificio de Correos, colocando algunos hombres en la puerta principal, en las ventanas y azotea y centinelas en las calles inmediatas.

   Al conocer la noticia, el capitán general se presentó en el lugar y tras pedir que depusieran su actitud, le dijo al jefe de los insubordinados, el Ayudante Cardero, que o se rendía o lo juzgaba por insubordinación, respondiendo esta con varios disparos, debiendo retirarse el capitán general para no ser alcanzado por las balas.

   A las once y media de la mañana, acudió al lugar la guardia al mando del general Llauder, a quien acompañaban un par de piezas de artillería, la cual abrió fuego contra los insubordinados, pero tras recibir recias descargas desde las gradas de San Felipe se retiraron, haciendo lo propio los que disparaban, que se refugiaron en el edificio de Correos.

   Ante la gravedad de la situación, la guarnición, entre ellos nuestro Diego de Arssu, y la milicia de la plaza se fueron aproximando a las casas de Correos y al llegar a la zona realizó descargas la infantería, siendo respondida por parte de los amotinados. A la vez, la compañía de granaderos del cuarto batallón, al mando del capitán Berrueta, se aproximaba a Correos por la calle de Carretas, pero al escuchar gritos de ¡Viva Isabel II!, ordenó no hacer fuego, pues estaban profiriendo los mismos gritos que ellos, de modo que sosegó a sus hombres y quedó a la espera de recibir órdenes.

   Se enviaron parlamentarios, quienes tras entrevistarse con el comandante Cardero parecían no llegar a un entendimiento y cuando parecía que la cosa se ponía nuevamente caliente, apareció el general Sola, quien anunció a los sublevados que la reina otorgaba su perdón a todos, que depusieran su actitud y que retornaran a su cuartel y aquí paz y allá gloria.

   Y con esta garantía, a las tres de la tarde, los Voluntarios de Aragón abandonaban el edificio de Correos a tambor batiente y cantando canciones patrióticas mientras desfilaban por las calles de la Montera y de Fuencarral, arribando por fin a Alcobendas, donde estaba su cuartel. Igualmente, las tropas y la milicia retornaron unos a su cuartel y otros a sus casas.

   La principal fuente de información que he usado para redactar esta breve biografía, me informa que en 1837 se halla como capitán de Milicias Disciplinadas en La Habana, pero que ese mismo año retorna a la Península, no dando más información sobre su actividad militar hasta junio de 1843, año en el que se halla de operaciones en la Serranía de Ronda bajo el mando del barón de Carondelet, cuyas tropas, tras sortear varias dificultades puestas por el enemigo, logró llegar hasta las inmediaciones de la plaza de San Roque y tras duro combate, logró romper el bloqueo que aquel tenía sobre la plaza de Algeciras.

   Ese mismo verano, junto a otros elementos del ejército, se halló nuestro hombre bajo el mando del coronel Fernando Fernández de Córdova en la limpieza de progresistas del ejército, prestándole un gran servicio a ese coronel con la detección y desarticulación de la trama que urdía el general progresista Manuel Lorenzo, a la sazón teniente general y gobernador del Campo de Gibraltar, quien había empezado a tener relaciones y a conspirar con los emigrados y los contrarios al gobierno.

    Sobre esto, decir que Fernando Fernández de Córdova había sido nombrado poco antes por Baldomero Espartero para la misión de limpiar el Ejército regular de unidades progresistas.

   La última acción militar en la que le vemos es en 1854, cuando junto a tropas acuarteladas en Madrid salió para reducir a los individuos que participaron en las jornadas revolucionarias que se vivieron en la Villa y Corte en julio de ese año, donde parece ser que prestó un brillante servicio.

   En julio de 1851 se le promociona al empleo de comandante, siendo graduado de coronel al año siguiente y ya en 1867 asciende a brigadier de caballería.

   Desde el punto de vista de su desempeño en la Administración, la primera noticia que he encontrado, me informa para 1829 se hallaba de escribiente de número en el Ministerio de la Guerra, entre 1834 y 1836 como auxiliar.

   Tras retornar en 1837 de La Habana, pasa al año siguiente al Campo de Gibraltar, donde ocupa plaza de secretario la Comandancia General del Campo de Gibraltar, permaneciendo en ese cargo hasta 1852, año en que pasa al Archivo del Ministerio de la Guerra, primero como secretario y luego como oficial tercero, quedando cesante de este último empleo ese mismo año debido a la llegada de los progresistas al poder, situación en la que permaneció hasta 1859, año en que la Unión Liberal se hizo con el poder, que volvió a ocupar su plaza.

   Se jubiló como oficial tercero primero del Ministerio de la Guerra.

   Contrajo matrimonio en 1837, con Ana Riera, natural de la localidad gaditana de San Roque, de la que para 1867 ya era viudo.

   Se hallaba en posesión de la Gran Cruz de San Hermenegildo y era comendador de las Órdenes de Isabel la Católica y de Carlos III.

   Falleció en la ciudad de Málaga sobre el veinte de enero de 1885.

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Málaga - 2022

BRIGADIER ANTONIO RAMÍREZ ARCAS

    Nació en la ciudad de Málaga el veintitrés de mayo de 1809, cuando todavía no había sido la ciudad invadida por la chusma napoleónica. Era hijo de Carlos y María.

   En junio de 1833 tuvo su ingreso en el Ejército, haciéndolo en el cuerpo de Guardias de la Real Persona, siendo en febrero del año siguiente nombrado adicto a la Plana Mayor del Ejército del Norte y en esta condición, se halló en los meses siguientes en la defensa de la plaza de Vitoria y en las acciones sostenidas contra las tropas del Pretendiente en Treviño, Altube y Dallo, tras lo cual, en junio se incorporó en Navarra a la plana mayor de la primero brigada de la cuarta División, que mandaba el brigadier Félix Carrera de Amorim, con quien se halló en la batalla de Elizondo y en donde demostró ser poseedor de un gran arrojo y por el mérito contraído, por Real Cédula de seis de noviembre se le recompensó con la Cruz de San Fernando de segunda clase, laureada.

   En marzo de 1835, obtuvo gracia de cadete del Real Cuerpo de Guardias, y con esta nuevo destino, se halló combatiendo seguidamente en las acciones de Eulate, Artaza, Mendigorría, Arrigorriaga, Cirauqui, Guevara, Eulate, Arroniz, Belascoain y Venta de Echavarría. Así mismo, intervino en la marcha de Salvatierra a Vitoria, siendo recomendado al Gobierno por su comportamiento en las acciones Cirauqui y Guevara, obteniendo en el mes de noviembre el empleo de capitán de Caballería, con destino en el regimiento Ligero de Castilla, que formaba parte del Ejército del Norte.

   Tras intervenir en 1836 en todas las acciones que se dieron para conseguir el levantamiento del sitio de Bilbao, en el mes de octubre fue trasladado al Regimiento de Caballería del Príncipe.

   El año de 1837 le vemos combatir en Oriamendi, Hernani, Urnieta, Andoaín y Venta de Gulina, al final de lo cual, fue de los que salieron en persecución de la Expedición Real, a la que se enfrentó en Valladolid y en  Retuerta.

   Al año siguiente, se le destina en clase de adicto al cuadro eventual del Cuerpo de Estado Mayor del Ejército y en este nuevo destino interviene en la persecución de la expedición mandada por el conde de Negri, al que combatió en Saelices.

   En mayo de 1839 le vemos batirse contra los carlistas en las acciones de Belascoaín -por lo que fue premiado con el empleo de comandante-, ganó la Cruz de Isabel la Católica por su buen desempeño en Arróniz y se enfrentó a los carlistas en el Valle de Berrueza, Allo y Dicastillo, Cirauqui y Velate, concediéndosele en el mes de octubre reincorporarse a su regimiento de caballería del Príncipe, que se encontraba de operaciones en Aragón.

   En enero de 1840 es destinado al Regimiento de Infante, que se hallaba de operaciones en el Principado de Cataluña, hallándose en las operaciones de Peracamps, pasando posteriormente de guarnición a Barcelona.

   En mayo de 1841 pasa destinado al Regimiento de Caballería del Rey y en agosto es nombrado comandante general de la Serranía de Ronda y por su buena labor en aquel país, recibió el grado de coronel.

   En mayo de 1842, pasa al regimiento de Villaviciosa y poco después pasa a ejercer como director de la Escuela Central de Instrucción del arma de caballería, sita en la ciudad madrileña de Alcalá de Henares.

   En febrero de 1843, como hombre de sólidas convicciones liberales, se postula y es propuesto para la candidatura por Málaga de los progresistas malagueños, incluyéndose en ella como independiente.

   Ese mismo año, hallándose disfrutando de un mes de licencia, se unió a su Regimiento para sumarse al levantamiento contra Baldomero Espartero, siendo nombrado secretario de la Junta Central de la provincia de Valladolid, Junta que le concedió el empleo de teniente coronel, recibiendo del nuevo Gobierno el empleo de coronel dos meses más tarde.

   En las elecciones del quince de septiembre fue elegido diputado por la provincia de Málaga, quedando en situación de reemplazo y  trasladándose a dicha ciudad andaluza a la espera de obtener el retiro, el cual le fue se le concedido en  enero de 1845, pero no duró mucho tiempo en esta situación, pues en mayo volvió al servicio, siendo en agosto hecho preso e incomunicado y sin habérsele formado causa se le expidió la licencia absoluta en contra de su voluntad.

   Tuvo que esperar a noviembre  de 1846 para que le fuera concedida la amnistía, pasando a situación de  retiro con sueldo.

   Esta situación le pareció sumamente injusta y elevó una protesta a la reina quejándose de que se le hubiese concedido una amnistía como si hubiese cometido algún delito, solicitando que se le formase una sumaria, consiguiendo que se le diera la razón, pudiendo volver así al servicio activo y siendo en junio de 1847 promovido al empleo de brigadier y nombrado comandante general de la provincia de Jaén, recibiendo dos meses después el nombramiento de gentilhombre de Su Majestad.

   En marzo de 1848 es relevado de su cargo, trasladándose a Madrid, actuando contra el levantamiento que se produjo en el mes de mayo, tras lo cual se hizo cargo en el mes de julio del Gobierno Militar de Pamplona, durante el cual tuvo que hacer frente a los insurrectos republicanos.

   Así, tenemos que, por ejemplo, a primeros de noviembre salió en persecución de una de estas partidas que se habían situado sobre el monte Irati y desde Picatúa hasta los Alduides. Además de rechazarlo, nuestro Antonio reclamó a las autoridades francesas de la frontera que colaboraran en la represión de estos rebeldes, lo que dio lugar a que los franceses apresaran a algunos jefes, oficiales y tropa de los rebeldes, conduciendo a los primeros a Mauleon y a los segundos a Oleron  a la tropa la dispersó en grado de arresto por diferentes localidades retiradas de la frontera.

   Al parecer, dichos rebeldes iban acaudillados por el ex general Iriarte, quien fue acompañado durante algún tiempo por un tal José de Salamanca, quien al enterarse de la movida y de la derrota sufrida por los rebeldes en Siétamo, provincia de Huesca, pasó a Francia, seguido poco después por Iriarte, desplazándose ambos a Pau.

   Para la realización de esta campaña, Antonio Ramírez Arcas contó con la colaboración de los pueblos circunvecinos, destacando de entre ellos el de Aóiz, cuyo comisario prestó un destacado servicio. Fue importante la colaboración de los pueblos dado que el movimiento republicano estaba coordinado con la entrada de Cabrera en el Alto Aragón y con la insurrección de algunos pueblos, pero todo quedó frustrado.

   En 1849 cesó de su cargo en Navarra, pasando a desempeñar el de comandante general de la provincia de Toledo, desde donde entró en operaciones contra los carlistas, como la que llevó a efecto a primeros de abril contra el jefe rebelde Bermúdez, al que después de treinta y cinco leguas a marchas forzadas en la que incluso hubo que pasar el río Tajo a nado con los treinta caballos de Guardia civil y nueve del regimiento del Rey, logró alcanzar a la partida del carlista en las proximidades de San Martín de Montalbán.

   La partida rebelde estaba formada por sesenta hombres montado, tras una dura refriega, fueron derrotados por los hombres que mandaba Antonio Rámirez, destacándose de entre ellos el capitán de la Guardia Civil Matías Rodríguez, del teniente del regimiento del Rey Manuel Soto y los valientes hombres de tropa que con su esfuerzo ayudaron a aquellos a alcanzar la victoria sobre los rebeldes.

   Las pérdidas habidas entre los carlistas fueron varias, entre ellas uno que tenía el grado de coronel, un jefe del estado mayor y varios miembros de la tropa, quedando así mismo en poder de los hombres de Ramírez cuatro caballos, diecinueve escopetas, tres trabucos, cuatro carabinas, siete fusiles, nueve sables, municiones, cananas y otros varios efectos más.

   Por parte constitucional, sufrieron heridas de poca consideración varios de los hombres y dos guardias civiles de gravedad.  

   En enero de 1854 se le concede  el cuartel para Madrid. En julio de 1863 es nombrado gobernador militar de la provincia de Lérida y en 1864 de la de Ciudad Rodrigo, falleciendo en esa plaza durante el desempeño de este cargo en el mes de marzo.

   En las elecciones parciales celebradas el veintitrés de marzo de 1855, vuelve a ser elegido diputado a Cortes por la provincia de Málaga. En esta legislatura tomó parte en una quincena de comisiones y pronunció más de veinte discursos sobre diferentes temas: agrícolas, ferroviarios, presupuesto de la Casa Real, Ley electoral, bases orgánicas de la ley de Milicia Nacional, ...

   Fue un hombre de una enorme cultura, escribiendo artículos de prensa, teatro, poesía, ensayos, tocando temas como la antropología, literatura, estadística, etc. Tenía la cruz y la placa de San Hermengildo.

   Su obra Anuario económico-estadístico de España para uso de todas las clases sociales, publicado en 1859, fue reconocido como libro de texto para la primera enseñanza e incluso por Real Orden se recomendó a los gobernadores de Cuba, Puerto Rico y Filipinas su introducción en las escuelas.

Soldado Malagueño

Málaga - 2022

martes, 5 de julio de 2022

MÉDICO PRIMERO GUILLERMO MIR Y COUSINO

   Nació Guillermo en la ciudad de Antequera el doce de abril de 1852.

   La primera noticia que de é tenemos es que realizó los estudios en la facultad de Medicina de la Universidad de Madrid, expidiéndosele título de licenciado en Medicina y Cirugía el catorce de noviembre de 1873,  ingresando,  por oposición, en el Cuerpo de Sanidad militar el treinta de marzo de 1874.

   En su primer destino en el Cuerpo -segundo batallón del regimiento infantería de Aragón- prestó servicio desde el nueve de abril de 1874 hasta fin de febrero de 1877, perteneciendo sucesivamente a los ejércitos del Centro, Cataluña y Norte y tomando parte incesantemente en las operaciones llevadas a cabo contra los carlistas.

   Las acciones militares en las que se halló prestando sus servicios fueron las siguientes:

- Villar del Arzobispo, el once mayo 1874;

- Domeño y Barranco dé la Sala, el veintinueve de mayo;

- Alcora, catorce de junio;

- Yera y Tomargano, veinticuatro de noviembre;

- Onda, treinta de enero, ya en el año de 1875;

- Alcora, segunda vez, dieciséis de febrero;

 - Chert y la Cenia, cuatro y ocho de de marzo:

- Cherte, veintiuno de abril;

- ataque y toma de San Mateo, dieciocho de mayo, y

- Cherta, veintinueve de junio.

   Tras todas estas acciones, pasó destinado a seguir prestando sus servicios al ejército de Cataluña y una vez en el, pasó a hallarse en diferentes puntos. Así, se halló en:

- sitio y toma de la Seo de Urgel, en agosto de 1875) y

- en las operaciones emprendidas en la provincia de Lérida por la división que mandaba el general Montenegro.

    El siguiente quince  de diciembre pasó con su regimiento al distrito de Navarra y una vez allí, tomó parte en

- las acciones de Santa Bárbara de Oteiza del treinte de enero de 1876;

- Villatuerta, el diecisiete de febrero y

-  Montejurra el dieciocho de febrero), entrando con su batallón en Estella el siguiente día diecinueve

   Una vez terminada la Tercera Guerra Carlista, fue destinado con su regimiento de Aragón al distrito de Cataluña, donde estuvo prestando el servicio de guarnición en la plaza de Tarragona desde el día diez de abril de 1876 hasta el siete de febrero de 1877, habiendo obtenido el empleo de médico primero.

   Con esta última fecha y con este empleo, solicitó pasar de forma voluntaria al ejército de la isla de Cuba, desembarcando en la Habana el diecinueve de abril. Una vez incorporado a su destino, prestó su servicio sucesivamente en el batallón cazadores de Sagua, en el hospital de Santiago de Cuba, en el hospital de Puerto Príncipe, en la enfermería de Nuevitas, en el hospital de la Habana y en el regimiento de Ingenieros, tras lo cual  regresó a la Península en veinticinco de julio de 1883.

   Antes de esto, el veintisiete de marzo de  1881, a las ocho de la noche, contrajo matrimonio en la parroquia de San Sebastián de Antequera con Victoria Fernández Mir, que era su sobrina.

   Una vez en España, estuvo primero en situación de reemplazo, obteniendo luego destino en el batallón de reserva de Antequera, hasta el doce de octubre de 1886, fecha en la que fue destinado, a petición propia, al ejército de Filipinas.

   Cuando desembarcó Guillermo en Manila, en febrero de 1887, ya estaba destinado al regimiento infantería de Manila Nº. 7, que se hallaba de operaciones en la isla de Mindanao. Una vez firmado el convenio de paz, regresó á la capital, pero no tuvo tiempo suficiente de descansar y reponerse, porque organizada la expedición a las Islas  Carolinas, expedición compuesta por los regimientos de infantería números 3 y 7, más el peninsular de artillería, tuvo que marchar a operaciones y tomar parte ejerciendo su arte, como no podía ser de otra manera, en los acontecimientos que tuvieron lugar, que no fueron otros que la toma de posesión de forma oficial de aquellas islas, acto que tuvo lugar el diecinueve de abril de 1887 y en el que estuvieron presentes los reyes y jefes de las diversas tribus de las islas, reunidas bajo la presidencia del nuevo gobernador, el capitán de fragata Isidro Posadillo.

   A su vuelta de Carolinas, fue destinado a Joló junto con su regimiento infantería número 7, pero sin haber tenido tiempo de sacudirse el polvo del camino,  tuvo que salir a tomar parte en las operaciones emprendidas por el brigadier Juan Arolas Esplugues con objeto de castigar y someter las rancherías insurrectas de la provincia de Lati.

   Guillermo Mir, cumplió, como siempre a la perfección, con los heridos y contusos habidos en los de los días quince, dieciséis, diecinueve y veintidós de marzo de 1888, en los cuales se tomaron por nuestras tropas las cotas de Sarriol, Paticolo, Jadjivi, Bujañguinan y Taclivi.

   Hallándose inspeccionando esta última cota cuando la columna emprendía un tortuoso camino de retroceso hacia Joló tras las acciones anteriores, un juramentado que da improviso saltó de unas matas, se arrojó sobre Guillermo Mir y le hirió de varias lazadas en el vientre, en ambos hipocondrios, así como otras heridas en la región subclavia izquierda y en la cara dorsal de la mano derecha, siendo las heridas de tanta gravedad, aciéndole una primera cura de urgencia el médico primero Mamely, siendo trasladado de inmediato al hospital de Joló, donde falleció al siguiente día, tras veintidós oras de agudos dolores. Era el veintitrés de marzo de 1888.

   El juramentado que lo atacó y acabó con su vida a los pocos instantes, pues fue inmediatamente alcanzado y atravesado por la bayoneta del cabo Gayoso, miembro de la escuadra de gastadores del mismo regimiento que Guillermo Mir, que se hallaba allí cerca, pero que desgraciadamente no pudo actuar más rápido para impedir la muerte de Guillermo.

   Estaba nuestro antequerano diputado por quienes le conocieron como hombre inteligente y muy simpático, caballeroso, ilustrado y honrado, cuya muerte dejó honda impresión en el cuerpo médico y en la prensa de la época, siendo honrado en su Antequera natal con solemnes funerales, los cuales fueron costeados por las autoridades locales y por representantes de las clases sociales.

   Cuando murió, era médico mayor y mayor supernumerario por méritos de guerra, hallándose en posesión de la cruz de primera clase roja del Mérito Militar y la de Isabel la Católica, además de aber sido declarado por dos veces Benemérito a la Patria.

   De él, según palabras tomadas de una revista de sanidad militar, se puede decir que

   Estrenó su primer uniforme en el campo de batalla. Hizo toda su carrera al lado del soldado y enfrente del enemigo. Y después de arrostrar toda clase de peligros, en lucha constante por la Patria, en la Península, en Cuba y en Filipinas, derramó su sangre y perdió su vida en campaña, en aras de su profesión y en el cumplimiento de su deber.

Soldado Malagueño

Málaga - 2022

lunes, 4 de julio de 2022

GENERAL DE DIVISIÓN LUIS DE SANTIAGO AGUIRREVENGOA

   Nació en la ciudad de Málaga el doce de julio de 1854. En otros documento se le llama Aguirrebengoa.

   Comenzó a el primero de septiembre de 1870, fecha en la que tuvo su ingreso en la Escuela de Artillería, realizando con gran aprovechamiento sus estudios y así, el primero de junio de 1872 tuvo su nombramiento como alférez alumno y con este empleo solicitó y obtuvo licencia absoluta el primero de junio del año siguiente.

   Debió pensárselo mejor o el motivo por el que solicitó dicha licencia dejó de ser importante, porque solicitó la vuelta al servicio, volviendo a ingresar en la Academia el primero de octubre siguiente para continuar sus estudios, tras los cuales en mayo de 1874 obtuvo su ascenso al empleo de teniente y destinado al tercer regimiento de a pie, en el parque móvil del primer cuerpo del Ejército del Norte, con el que los meses de agosto y septiembre los pasó en campaña contra las facciones carlistas y en marzo y abril de 1875 se halló nuevamente de operaciones por la provincia navarra, concediéndosele el grado de capitán por el levantamiento del bloqueo de Pamplona, pasando después al cuarto regimiento montado, tras lo cual pasó al cuarto regimiento montado y en abril a segundo de montaña.

   Destinado al Ejército del Centro, en junio salió a campaña por la provincia de Huesca, asistiendo el diez de julio a la toma de los pueblos de Torrecilla, Boltaña y Guaro, resultando herido durante las operaciones, por lo que fue recompensado con la cruz roja de primera clase del Mérito Militar.

   El doce de agosto se halló en el combate habido en las cercanías de Monte Perdido; los días uno al tres de septiembre en los combates sostenidos con el enemigo en Puyarruego, tras el que se le concedió el empleo de capitán de ejército; los días diecisiete  y dieciocho de octubre en en Salasaltas y Aldehuesca; entre el veinticuatro y el veintinueve de dicho mes en Fauló y Puerto Puyarruego, por cuyo comportamiento obtuvo el grado de comandante.

   Los días dieciséis al dieciocho de noviembre se halló en las acciones que tuvieron por objeto la persecución de la facción llamada de Rivero y por sus méritos fue agraciado con una mención honorífica.

   Considerando la Superioridad que era más necesario en otros puntos, fue destinado al Ejército del Norte y en este nuevo destino, se halló el veintiséis de noviembre en el ataque y posterior toma de las posiciones enemigas en la Sierra de Leire y por el óptimo comportamiento observado se le recompensó con una cruz roja de primera clase del Mérito Militar, para acto seguido continuar en el campo de operaciones, hostigando a los rebeldes carlistas allí donde le ordenaran que fuera, hasta marzo de 1876, que terminó la campaña.

   El siguiente mes de mayo pasó a prestar sus servicios al quinto regimiento montado, permaneciendo en dicho destino hasta diciembre, que pasó a la Isla de Cuba, ocupando la plaza de capitán de artillería de la comandancia principal de artillería de Sancti Spíritus, de la que poco después pasó a la línea militar de Júcaro a Morón.

   En octubre de 1878 se hizo cargo de la comandancia del arma de la plaza de Matanzas, la cual administró hasta agosto de 1879, fecha en la que obtuvo su pase a la Península y a su llegada quedó sin efecto el empleo de capitán de ejército, pasando destinado al quinto regimiento a pie, pero debido a que cayó enfermo no se pudo incorporar, pasando en diciembre al segundo regimiento de montaña.

    En junio de 1882 asciende a capitán por antigüedad, pasando a servirlo al segundo regimiento de a pie, permaneciendo en dicho destino hasta julio de 1884, que pasó destinado a Cádiz, al parque de artillería, donde desempeñó diversas comisiones.

  En noviembre de 1888 es destinado a la Escuela Central de Tiro, en Cádiz. 

   En diciembre de 1890 queda en situación de súper numerario sin sueldo, situación en la que permaneció hasta mayo de 1893, que ascendió a comandante por antigüedad, aunque no obtuvo co9locación hasta abril de 1896, que ocupó plaza en el quinto batallón de plaza y por Real orden de veintiuno de octubre siguiente se le dan las gracias por su colaboración con las fuerzas destinadas a Ultramar.

   Entre abril y noviembre de 1897, prestó sus servicios en el primer depósito de reserva del cuerpo, del cual pasó a la primera sección de la Escuela Central de Tiro. Por sus servicios en la secretaría de la misma, recibió la cruz con distintivo blanco y de segunda clase del Mérito Militar.

   En julio de 1898 asciende a teniente coronel, haciéndosele responsable del decimo tercer batallón de plaza, pasando el siguiente octubre al Ministerio de la Guerra, para que prestara sus servicios en la comisión de experiencias de artillería, comisión que posteriormente formó parte de la junta facultativa del arma, desempeñando en ambas -comisión y junta- las funciones de vocal, así como formó parte de numerosas comisiones de carácter técnico tanto en España como en el extranjero. Así mismo, desempeñó el cargo de auxiliar de la Comisión de Táctica desde febrero de 1907.

   Retrocediendo en el tiempo, en 1901 y por Real orden, se le dieron las gracias por su ejemplar actuación en la catástrofe ocurrida durante los ejercicios de pruebas de la batería de Santa Catalina, en Gijón, el veintitrés de noviembre de 1899. Nuevamente se le dieron las gracias por el desempeño de su cometido en la comisión que se formó para la adopción  de los diferentes tipos de cañón rápido con los que se quería dotar a la artillería de campaña.

   Entre 1900 y 1901 estuvo trabajando en el reconocimiento y clasificación de los distintos tipos de pólvora que había en varias plazas, por cuyo buen trabajo obtuvo una cruz de segunda clase del Mérito Militar con distintivo blanco y pensionada, pensión que disfrutaría hasta su siguiente ascenso. obteniendo en mayo de 1905 otra igual cuya pensión duraría hasta su ascenso a general o su retiro, lo que ocurriera antes, por los servicios que prestó en la comisión que desempeñó en el extranjero para estudiar material de artillería.

   En abril de 1907 asciende a coronel, quedando agregado a la Comisión de Táctica en clase de vocal, de presidente de la ponencia de artillería y con destino en el Ministerio de la Guerra con los cargos de presidente  de la Comisión de Experiencias y vocal de la Junta facultativa del arma de artillería.

   Tras esto, desempeñó diversas comisiones técnicas en España y en extranjero. Formó parte de la junta clasificatoria  de los trabajos efectuados por los oficiales del ejército que aspiraban a integrarse en le Escuela Superior de Guerra los años de 1907 y 1909, y en mayo de este último se le nombra vocal de la Junta Mixta de Defensa y Armamento, la cual se había constituido en la plaza de Melilla con el objeto de proponer obras de fortificación, artillado, comunicaciones y otros en la zona ocupada por España en Marruecos y por lo bien realizado el trabajo, fue agraciado con la cruz roja de tercera clase del Mérito Militar.

   Así mismo, por sus relevantes servicios en la Comisión de Táctica, cuya presidencia ejerció en varios momentos, le fueron dadas las gracias por Real orden y, además, se le concedió la cruz blanca de tercera clase del Mérito Militar, pensionada, pensión que obtendría hasta su ascenso inmediato.

   También, por los méritos contraídos como presidente de la Comisión de Experiencias de la artillería y el desempeño de diferentes comisiones en el extranjero, recibió las gracias en nombre del rey y otras dos cruces más blancas de tercera clase del Mérito Militar, de las cuales una iba pensionada hasta su ascenso a general o se jubilara, lo que ocurriera antes.

   Mencionar que en diferentes momentos de su carrera, ha desempeñado cargos como vocal y presidente de la junta encargada de clasificar los trabajos que eran presentados para su publicación en la revista "Memorial de Artillería". 

   Así mismo, reseñar que recibió la cruz blanca de tercera clase del Mérito Militar por los trabajos que realizó para la implantación de la cartuchería Mauser de bala P y pólvora progresiva. 

   El cinco de junio de 1914, asciendo a general de brigada, con antigüedad del día anterior, quedando en situación de cuartel hasta septiembre de 1915, que se le nombra jefe de sección del Ministerio de la Guerra, en la sección de artillería, ejerciendo a la par el de presidente de la Junta facultativa de artillería y de la de municionamiento y transporte de las fuerzas en campaña.

   El tres de febrero de 1917 se le comisionó para visitar el frente occidental de operaciones del ejército alemán, yendo acompañado entre otros, por su ayudante de campo , el capitán de artillería José Gener Lobatón y por el capitán de ingenieros Pedro Maluenda López, siendo recibidos por el mariscal Hindemburg y el general Ludendorf, recorriendo mayormente el litoral de Bélgica, desde Knocke -cerca de Holanda- hasta Middelkerde, a ocho kilómetros de las líneas francesas, efectuándolo en más de una ocasión bajo fuego del frente contrario, permaneciendo en dicha comisión desde el quince de marzo al dieciséis de abril y tras su retorno a España, presentó ante el estado mayor central una Memoria con sus impresiones y observaciones, publicándose parte de ellas en la revista La Guerra y su preparación.

   Antes, el veintitrés de enero de 1917, había sido agraciado con la Gran Cruz del Mérito Militar.

   El cinco de julio de 1918 se le nombra general de División y con este nuevo empleo el siguiente catorce de noviembre es nombrado gobernador militar de Cartagena y provincia de Murcia y el dieciséis de abril del año siguiente ministro de la Guerra, puesto que ocupará hasta el siguiente veinte de abril, que dimitirá, pasando el siguiente catorce de enero a ocupar el gobierno militar del Campo de Gibraltar.

   Poco tiempo dura en ese puesto, pues el diecinueve de mayo de ese mismo año de 1920 es nombrado consejero del Supremo Consejo de Guerra y Marina, permaneciendo en esa situación hasta el veintiocho de julio siguiente, que pasa a situación de primera reserva, aunque permanecerá en el cargo de Consejero del Supremo de Guerra y Marina hasta el trece de abril de 1922, que pasa a situación de segunda reserva.

   Entre sus condecoraciones, aparte de toda las que recibió del Mérito Militar, figuran la gran cruz, cruz y placa de San Hermenegildo, cruz de la Legión de Honor de Francia, encomienda de la orden francesa de la Estrella Negra de Bénim, medallas de honor de Alfonso XII y de Alfonso XIII, la conmemorativa del centenario de los Sitios de Zaragoza, la de las Cortes de Cádiz y la de Melilla.

  Se tiene conocimiento de un libro u obra que escribió llamada Recuerdos de mi vida. Varios escritos, aunque se trata de una obra inédita, aunque si fue conocida.

Falleció en Madrid el dieciséis de mayo de 1930

Soldado Malagueño

Málaga - 2022