SOLDADO MALAGUEÑO

También narramos las vidas militares de soldados de España y de todo el cosmos hispano en ambos hemisferios, por el Atlántico, por el Lago Español, por el Mediterráneo, por el Índico y allá por donde haya pasado un soldado HISPANO ondeando nuestras banderas.


martes, 19 de octubre de 2021

TENIENTE GENERAL FRANCISCO DE PAULA VASSALLO MORIANO

    Vio Francisco de Paula por primera vez la luz en la hermosa y mediterránea ciudad de Málaga el veintisiete de enero del año de 1800, siendo sus padres el napolitano y regidor perpetuo de la localidad de San Roque, Luis Vassallo y de María del Rosario Moriano y Prieto.

   Inicia su carrera militar en agosto de 1807, cuando ingresa en el regimiento de caballería de Calatrava en clase de cadete menor de edad, sorprendiéndole la invasión francesa en la Isala de León (San Fernando, Cádiz), donde estaba realizando sus primeros estudios.

   Finalizada ya la Guerra de la Independencia, y tras haber superado con éxito a cuantas pruebas y exámenes fue sometido, en octubre de 1816 es promovido al empleo de alférez siendo destinado a los regimientos de Voluntarios de España primero y de la Reina después, donde pasó varios años realizando el servicio de su clase.

   Cuando se desató la llamada Guerra Constitucional, tomó participación en ella, pero debido a su empleo y, al parecer, no haber tomado ninguna decisión arriesgada ni participado en ellos lamentables, no sufrió represalias cuando se reinstauró el absolutismo, fue destinado en 1823 o primeros de 1824 al regimiento Ligero de Caballería, número 1, con el empleo de ayudante, permaneciendo en ese destino hasta  julio de 1826, que se le destinó al regimiento de Granaderos a Caballo de la Guardia Real, permaneciendo los ds años siguientes guarneciendo la plaza de Madrid y dando servicio a Palacio.

   En 1830 fue seleccionado para formar parte del grupo de oficiales que fueron destinados a Argel para ser testigos y proceder a estudiar las operaciones llevadas a cabo por el ejército francés sobre esa plaza norteafricana.

   Al año siguiente, 1831, formó parte del contingente destacado para perseguir y capturar al general absolutista Salvador Manzanares Fernández, el cual alcanzado en la localidad malagueña de Espepona, donde se le capturó el ocho de marzo y ejecutó. Por su intervención en esta acción, fue Francisco de Paula Vassallo premiado con la Cruz de San Fernando de primera clase.

   A principios de 1833 pasó a la provincia de Toledo con dos escuadrones en persecución de las partidas carlistas levantadas en esta provincia; en ese mismo año fue nombrado capitán del Regimiento de Lanceros de dicha Guardia Real.

   Al mando de setenta y seis caballos, en marzo de 1835 se incorpora al ejército del Norte, con el que se halló en diferentes acciones contra los carlistas entre esta última fecha y mediados de 1837, de entre las cuales destacamos:

- batalla de Mendigorría,

- acciones de Los Arcos, Mañeru y Aoiz

- persecución de la Expedición Real a la que se enfrentó en Aranzueque,

- Retuerta,

- Villanueva de Carazo,

- Arauzo de Miel,

- Huerta de Rey,

- San Torcaz y

- El Pozo.

   Por su comportamiento  y acciones, fue recompensado con la Cruz de Comendador de la Orden Americana de Isabel la Católica.

   En el interín, el diez y nueve de agosto de 1836 asciende al empleo de brigadier. En noviembre fue nombrado jefe del Estado Mayor de la División de Caballería del Ejército del Norte.

   En marzo de 1838 entró a formar parte  del cuadro eventual del Cuerpo de Estado Mayor y en el desempeño de sus funciones, en diciembre asciende a comandante de escuadrón de la Guardia Real.

   En 1839 pasa destinado a Aragón, ascendiendo en el mes de marzo al empleo de coronel, cesando en la Guardia Real, y con este nuevo cargo tomó parte en el levantamiento del sitio que el general Cabrera había puesto al fuerte de Montalbán en el mes de mayo.

   Tras estos acontecimientos, obtuvo el mando del regimiento de León, perteneciente al Ejército del Centro, y al tratar de incorporarse a su nuevo destino, se vio atacado por la partida del faccioso carlista Vicente Rugero, alias Palillos, a la altura de Quintanar de la Orden,  en el cual cayó prisionero junto a la mayor parte de su escolta, que fueron tres oficiales, dos ordenanzas y nueve individuos de tropa, logrando huir tan solo un sargento y cuatro soldados.

   Condenado a muerte por sus captores, cuando fue puesto ante el fusil que le iba a segar la vida, sucedió que  falló el cartucho que estaba destinado a su pecho, salvando la vida, aunque eso no le evitó quedar preso junto a un teniente, que también salvó la vida, siendo ambos trasladados a los Montes de Toledo, donde el cabecilla Palillos, ordenó que se le pusiera de nuevo frente a un pelotón de fusilamiento, pero tuvo la gran habilidad de convencer a un oficial carlista para que le ayudase a escapar. El carlista accedió a ello y no solo lo liberó, sino que escapó con él y ambos se presentaron ante las tropas isabelinas en la localidad de Fuente el Fresno, provincia de Ciudad Real.

   En 1840 y ya al frente de su regimiento de León, marchó a Cuenca con el encargo de perseguir y dar caza a la partida de Arnau, concurriendo más tarde a la toma de Beceite (Teruel) el diecinueve de abril y a la del castillo de Bejís (Castellón de la Plana) el veintidós de mayo.

   En el año de 1842, se le encomendó la organización del regimiento de Pavía y a la finalización de esta se le confirió el mando y  a su cabeza se halló ese mismo año en la sofocación del levantamiento de Barcelona y al siguiente en el de Granada, finalizado lo cual retornó a Aranjuez a finales del mes de junio, donde esperó a que se le concediese el retiro que había solicitado poco antes.

   Pero debido a que en la primavera de 1843 se produjo el alzamiento contra Baldomero Espartero, se presentó a la Junta Provisional de Toledo, que inmediatamente le nombró comandante general de la columna expedicionaria que se unió a las fuerzas del general Aspiroz, y con ella se halló en la acción de Torrejón de Ardoz del veintidós de junio.

   Su comportamiento en estos hechos le valió el ascenso a brigadier, con el que siguió al frente del Pavía tras desempeñar desde el veintitrés de julio, y por breve espacio de tiempo, los cargos de Director General de Caballería y secretario de esta Dirección.

   En 1844 publicó un proyecto titulado "De la remonta del Ejército: proyecto presentado en 9 de febrero de 1844 por el brigadier don Francisco de Paula Vassallo, coronel del regimiento de Pavía, hoy de la Constitución, 4º de cazadores a caballo".

   Aunque escrito tres años antes, ese mismo año de 1844 publicó también una obra de unas quince páginas titulado "Mi opinión sobre la reforma de la táctica de Caballería proyectada por el Señor Marqués de Fuente Pelayo"

   Dicho textos podemos encontrarlo en la Biblioteca Nacional de España.

   En 1844 fue nombrado comandante general de la Provincia de Toledo y tres años después obtuvo el cuartel para Madrid, donde permaneció hasta el primero de enero de 1845, que es nombrado coronel del regimiento de la Constitución.

   Estuvo en ese mando hasta septiembre de 1851, que fue nombrado secretario de la Inspección General de Carabineros, empleo que desempeñó hasta el siguiente febrero de 1852, al mismo tiempo que desempeñaba el cargo de presidente de la Comisión encargada de redactar el reglamento del Escuadrón de Guardias de la Reina.

   En diciembre de 1851 asciende a mariscal de campo y tras cesar en la Dirección General de Carabineros permaneció de cuartel en la plaza de Granada, quedando e esa situación hasta septiembre de 1853 fecha en la que fue nombrado segundo cabo de la Capitanía General de Granada, de la que en agosto del año siguiente pasó a la de Valencia con igual cargo.

   Tras Valencia, fue enviado a las Islas Baleares como gobernador militar de Mahón, cargo del que hubo de dimitir debido a su mal estado de salud, pasando de cuartel a Madrid.

   El veinte de diciembre de 1851 recibe la Gran Cruz de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo.

   En noviembre 1857 es nombrado director general de Cuerpo Administrativo del Ejército o Administración Militar, manteniéndose en el desempeño de este cargo hasta mayo de 1859, fecha en la que volvió a situación de cuartel.

   Metido a político, se presentó como diputado a Cortes por la circunscripción de las Islas Baleres, distrito de Mahón, siendo elegido en tres ocasiones, desempeñando su cargo en las fechas siguientes: en las Cortes abiertas el primero de diciembre de 1858, entre el seis de diciembre y  y el doce de agosto de 1863; en las Cortes convocadas para el cuatro de noviembre de 1860, entre el once de noviembre y el veintitrés de junio de 1864; y en las Cortes reunidas el veinticinco de diciembre de 1864, entre el treinta de diciembre de ese año y el doce de julio de 1865.

   En 1864 estuvo desempeñando de forma provisional el cargo de director de cría caballar, cesando en dicho cargo en diciembre, pues el veinticuatro de dicho mes y año es nombrado director general del Arma de Caballería, empleo que estuvo desempeñando hasta mayo de 1865.

   El veintinueve de marzo de 1867, recibe su acta de senador del reino, tomando asiento el primero de mayo siguiente. En abril de ese año, se encontraba en situación de cuartel en Madrid y disfrutaba de un sueldo de cuatro mil escudos al año, permaneciendo en esta situación hasta el once de mayo de 1868 asciende a teniente general y es nombrado capitán general de Andalucía y Extremadura. El veintidós de mayo es nombrado también capitán general de Granada.

   El dieciocho de septiembre de 1868 declara el estado de guerra en toda la capitanía general de su mando, es decir, Andalucía y Extremadura. Lo dio a conocer por medio del siguiente bando:

   D. Francisco de Paula Vassallo y Moriano, capitan general de Andalucía y Estremadura, etc., etc.

   Atendidas las circunstancias en que se halla este distrito militar y habiendo resignado el mando la autoridad civil e la mia, en uso de las facultades que me concede la ley de órden publico, su aclaratoria de 5 de febrero último y el art. 1º, tit. 3º, tratado 7 de las reales ordenanzas, ordeno y mando:

   Artículo 1.º Queda declarado en estado de guerra el distrito de esta capitanía general.

   Art. 2.º Los que incurran en delito de rebelion, sedicion y resistencia á la fuerza pública, sus cómplices y auxiliadores, serán castigados con las penas que establece el artículo 26, tratado 8º, tít. 10 y demás de las reales ordenanzas, á que quedan sujetos.

   Art. 3.º Las infracciones de este bando y los otros delitos de que trata el título 3º del libro 2º del Código penal serán juzgados con toda brevedad en consejo de guerra ordinario y con arreglo á la ordenanza.

   Art. 4.ºLas autoridades civiles seguirán ejerciendo sus funciones, pero dependiendo de mí en cuanto se refiera al órden público y demás ramos que yo estime oportuno atraer. Las autoridades judiciales seguirán asimismo en el ejercicio de sus funciones y entenderán de los delitos á que se refiere el art. 53 de la ley de 20 de marzo de 1867, reservándome el avocar el conocimiento de aquellos que estime someter al consejo de guerra.

   Sevilla 18 de setiembre de 1868.—Francisco de Paula Vassallo.

   Antes de publicar este bando, el día anterior habían partido en tren para Cádiz desde Sevilla los dos batallones del regimiento de infantería de Bailén.

   No obstante el bando y debido al estallido estalló de la revolución ese mismo mes de septiembre, temiendo por su seguridad buscó refugio en el cuartel de artillería de la Trinidad y aprovechando el momento propicio, logró embarcar en el Guadalquivir, poniendo rumbo a Gibraltar, donde permaneció hasta que amainó la tormenta. Estuvo poco tiempo en Gibraltar, pues en octubre de 1868, tras triunfar la Revolución del 68, es destinado a San Roque, donde queda en situación de cuartel durante bastante tiempo.

   En 1871 se le concedió un año de licencia para viajar por España y el extranjero. Después de esto, ya desaparece de la vida pública y militar.

   Estaba casado con Ramona María de Miera y, al parecer, no tuvieron hijos.

   Falleció en San Roque el diecinueve de octubre de 1882.

   El diez de diciembre  de 1838, recibe la Cruz de Comendador de la Orden Americana de Isabel la Católica, Orden de la que ya era caballero.

Soldado Malagueño

Málaga - 2021

MARISCAL JOSÉ MARÍA VASSALLO MORIANO

    Vino al mundo José María en la ciudad de Málaga el once de agosto de 1798 y era hijo del napolitano y regidor perpetuo de la localidad de San Roque, Luis Bassallo y de María del Rosario Moriano y Prieto.

   Sobre sus apellidos, en algunos textos nos aparece Vassallo, en otros Basallo y en otros Vasallo. Respecto al segundo apellido, en unos textos nos aparece Moriano y en otros Monam. Para este trabajo hemos decidido usar Vassallo Moriano, puesto que es lo que más se repite en los documentos usados.

   Tuvo su ingreso como cadete de menor edad en el regimiento de caballería Voluntarios de España el doce de febrero de 1806, donde obtuvo antigüedad el veintinueve de abril de 1810, en plena contra los franceses, pasando a prestar sus servicios al regimiento de la Reina, en el colegio militar de San Fernando, donde continuó su preparación y formación militar, haciendo el servicio avanzado que le correspondió y hallándose en la batalla de Chiclana del cinco de marzo de 1812 y por comportamiento recibió la cruz de Chiclana.

   Encuadrado su regimiento en el 4º ejército, participó en cuantas operaciones se llevaron a cabo contra el enemigo y así hasta que finalizó la guerra y se echaron a los franceses de España.

   El treinta de mayo de 1815 es graduado de alférez y el siguiente veintiocho de febrero de 1816 se hace efectivo el empleo, con el cual, el siguiente diecinueve de junio es nombrado portaestandarte y con este empleo le vemos desfilar con su regimiento por las guarniciones de Ocaña, Murcia, Cabra, Salamanca y Zamora.

   La siguiente noticia que de él tenemos, nos lo sitúa en Madrid, formando parte del regimiento del Príncipe, hallándose presente durante los sucesos que tuvieron lugar el siete de julio de 1822, enfrentándose con su escuadrón a la Guardia Real, que por orden del tirano y felón Fernando VII había recibido órdenes de  tomar el Ayuntamiento madrileño, con la idea de restaurar al absolutismo. Por esto, fue recompensado con la Medalla Distinción del 7 de julio de 1822.

   El siguiente día dieciocho, sale junto a sus compañeros camino de Cataluña, donde se halló en la toma de Cervera y de Castellfollit, en la acción de la Torá de la Puebla de segur y en la acción de Saldaña del veintinueve de noviembre.

   Tras estas acciones, continuó el ejército, y con el Vassallo y su batallón, operando por Cataluña, teniendo encuentros con los absolutistas en diferentes puntos del principado, hallándose nuestro hombre en las operaciones que tuvieron por resultado la rendición de Seo de Urgel el tres de febrero de 1823, tras lo cual se halló en la acción de Maestrera y en la sorpresa de Calaf, continuando operando el ejército hasta su disolución tras haber triunfado el absolutismo con la ayuda de los llamados Cien Mil Hijos de San Luis.

   Su participación en esas operaciones no tuvieron malas consecuencias para nuestro hombre, pues continuó prestando sus servicios en su regimiento del Príncipe, hallándose de guarnición en las plazas de Valladolid, Logroño y Burgos, obteniendo su patente de teniente el ocho de diciembre de 1825. Al mismo tiempo era nombrado ayudante.

   El tres de enero de 1827 pasa destinado al regimiento de coraceros de la Guardia Real, con el empleo de teniente, con destino en Madrid, siendo nombrado ayudante del regimiento el siguiente catorce de mayo y con este nuevo empleo pasa a la plaza de Ocaña de guarnición, plaza en la que estuvo los siguientes dos años, al cabo de los cuales pasó de nuevo a Madrid, donde prestó el servicio de la plaza, donde por Real orden de diecisiete de abril de 1831 es nombrado caballero de de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo.

   El dos de enero de 1832, recibe la orden de pasar de cuartel a Vicálvaro, punto desde el que el siguiente veintisiete de marzo acompañó al ejército de operaciones a la frontera de Portugal, donde permaneció hasta el veintiséis de septiembre, que regresó a Vicálvaro. El treinta de junio de 1833 obtiene el ascenso a teniente coronel.

   En marzo y con motivo del viaje del infante Carlos a Portugal e marzo del 1834, formó parte de la escolta que lo acompañó hasta la frontera.

   Por Real orden de veintisiete de marzo de 1834 es nombrado caballerizo de campo del rey, siendo ascendido en la misma fecha al empleo de coronel, aunque permaneció en el cargo de caballerizo de campo durante un año más, al cabo de los cuales y tras haber solicitado un destino en el ejército, se le destinó como comandante de escuadrón en el regimiento de Castilla, primero de ligeros y una vez incorporado a su nuevo destino el veinticuatro de abril, fue nombrado comandante militar de Miranda de Ebro.


   El diecinueve de junio de ese mismo año pasó a Reinosa al mando de un escuadrón, con la orden de perseguir y dar caza al carlista Villalobos y su cuadrilla, lo que consiguió operando por Aguilar de Campóo y Valderredible, tras lo cual se unió con el escuadrón de su mando a la primera división del ejército de reserva el primero de julio, con el que continuó de operaciones, hallándose el cuatro de septiembre al frente de la caballería en Medina de Pomar cuando el pretendiente al trono, Carlos María Isidro, intentó con sus tropas tomar dicha plaza, lo que no consiguió.

   Nuevamente al frente de la caballería, logró José María Vassallo el tres de octubre derrotar a cuatro batallones carlistas en las proximidades de los pueblos de La Cerca y Salinas, pasando el siguiente veintiuno con su escuadrón a Miranda de Ebro donde se hallaba el cuartel general isabelino, pasando dos días después a formar parte del ejército del norte, con el cual se halló en los siguientes puntos:

- 27 y 28 de octubre en Guevara y cercanías de Vitoria,
- 15 y 16 de noviembre en Estella, Morentín y Dicastillo,
- 20 de abril de 1836 en la toma del puente de Vidaurreta,
- el 4 de mayo en la acción de los Berrios,
- el 4 de septiembre en la acción de Salinas e Ircio.

   En enero de 1837 estuvo de guarnición entre Vitoria y Miranda de Ebro, saliendo el nueve de mayo con la fuerza disponible que pudo reunir de su regimiento para unirse a la tercera división, que se puso en marcha para perseguir a las tropas del pretendiente D. Carlos, a las cuales se enfrentaron entre el cuatro de junio de 1837 y el veintiuno de marzo de 1838 en los siguientes puntos: acción de Barbastro, paso del Cinca, batalla de Gra, batalla de Villar de los navarros, persecución de los carlistas hasta Madrid, acciones de Aranzueque y Retuerta.

   Transporte de heridos y prisioneros a Burgos, transporte de un importante convoy a Barbadillo del Mercado para avituallar al ejército. Acción de Huerta del Rey y persecución de los carlistas hasta las provincia del norte. En la acción de Huerta del Rey se distinguió especialmente cuando con su escuadrón, que cubría la retaguardia del ejército cristino, tomó parte en la carga que se les hizo a las tropas carlistas, las cuales fueron desbaratadas.

   Incorporado al ejército de la izquierda, se halló en la persecución y aniquilación de la fuerza expedicionaria del conde de Negri. En el socorro de Valmaseda, acción de Guijarro, en las acciones de las líneas atrincheradas de Medianas y Bortero, por las que fue agraciado con la cruz de primera clase de San Fernando. En la sorpresa de Villaserlo y acciones de Ribera, Vendejo y Saelices, por cuyo excelente comportamiento fue recomendado al Gobierno y se le concedió el empleo de teniente coronel mayor de caballería, siendo destinado a continuar su servicio haciéndose cargo del mando del depósito de Carabanchel.

   El veintiocho de mayo de 1839, tras haber organizado una fuerza de quinientos caballos, partió con ellos al ejército del norte, quedando en Burgos, de donde partió ya al año siguiente para la sierra en persecución del cabecilla carlista Balmaseda, a quien persiguió y acosó hasta que pasó la frontera francesa y dejó de ser un problema.

   El primero de marzo de 1841, pasa con su mismo empleo al regimiento de caballería de la Albuera, realizando el servicio propio de su empleo hasta el siguiente doce de octubre, que partió para Castilla la Vieja al frente de dos escuadrones y con destino el ejército del norte y tras entregarlos, el siguiente siete de noviembre regresó a Badajoz, quedando de guarnición en la plaza.

   Permaneció en esa plaza hasta el primero de julio de 1843, que con motivo del alzamiento que se había producido contra Baldomero Espartero, la junta de gobierno le confió el mando de una columna que saldría en misión de observación y tras realizar varios movimientos llegó hasta la plaza de Trujillo, donde se hallaba la división del general Mariano Ricafort, a la que se unió, con la cual se halló el siguiente día doce en la acción de las Cumbres, donde nuestro hombre fue herido, debiendo ser retirado y trasladado a Badajoz.

   Por los servicios prestados, fue Vassallo ascendido al empleo de coronel de caballería el dieciséis de agosto de ese año de 1843, permaneciendo de supernumerario en su regimiento y mandándolo, hasta que por Real orden de ocho de octubre se le confirió el mando en propiedad y con el partió hacia el primer distrito, en Ocaña, donde permaneció hasta que por Real orden de diecisiete de marzo de 1844 pasó a mandar el regimiento de caballería del Rey, primero de coraceros.

   El once de mayo de 1844 asciende al empleo de brigadier, confiriéndosele ese mismo día el mando del regimiento de la Albuera, que en ese momento disfrutaba del nombre de Sagunto, noveno de lanceros, con el cual estuvo dando en Madrid y en el palacio real el servicio de guarnición, hasta el diecisiete de septiembre , que por otra Real orden partió para Navarra con la fuerza disponible.

   El trece de enero de 1845 es nombrado caballero con cruz y placa de la Orden de San Hermenegildo, permaneciendo de guarnición en la plaza de Pamplona, donde cumplió a entera satisfacción con las órdenes recibidas, manteniendo a la perfección la disciplina, subordinación y el orden en todos los aspectos, siendo por ello felicitado por el general Pavía primero, por los franceses duques Aumale y de Montpensier a continuación y por el inspector general del arma Juan de la Pezuela después cuando pasaron por la ciudad y pasaron revista a las tropas allí presentes.

   El catorce de septiembre de ese año de 1845 pasa de guarnición a Zaragoza, donde permaneció hasta final de marzo de 1847, que pasa a Cataluña y se acantona en Tárrega primero y en Gerona posteriormente, donde permaneció hasta el dieciocho de noviembre de 1848, que es nombrado por el capitán general de Cataluña comandante general de La Bisbal y de La Selva, donde permaneció operando contra los rebeldes hasta la conclusión de la primera parte de las operaciones y por sus acciones fue recompensado con la Cruz de San Fernando de tercera clase.

   Pasa nuevamente a Gerona y de ahí a Barcelona, donde es comisionado en diciembre por el capitán general para la compra de doscientos caballos para los cuerpos del arma. El 25 de diciembre de 1848 es nombrado Gentilhombre de Cámara.

   El primero de febrero de 1849 se le confía el mando de la brigada de vanguardia afecta al cuartel general de la tercera división y de la montaña, con la que estuvo operando por el país hasta que terminaron las hostilidades y se dio por concluida la guerra en Cataluña, tras lo cual pasó a Barcelona, pasando en dicha plaza los siguientes dos años al mando de su regimiento.

   Por Real decreto de veintisiete de enero de 1852 es promovido a mariscal de campo, recibiendo la Gran Cruz de San Hermenegildo y se dio pase de cuartel para Madrid, donde permaneció en esa situación hasta el treinta y uno de enero de 1854, fecha en que es nombrado gobernador militar y civil de la provincia de Segovia (otras fuentes hablan que de Soria), cargo que ocupó hasta el doce de octubre, que pasó a la capitanía general de Extremadura como segundo cabo.

   De su etapa en Segovia tenemos constancia de dos alocuciones políticas fechadas el diecinueve de julio,  titulados Segovianos y Al pueblo segoviano y a toda la provincia, pronunciadas a raíz de la Vicalvarada que dio paso al Bienio Progresista. He aquí ambas alocuciones:

   Segovianos:

   La opinión no reconoce diques, y su alguna vez genios estraviados la ponen impedimentos en su camino de razon y de progreso, se detiene por un momento para revasar precipitada sobre los estorvos materiales que vienen á quedar confundidos en el fondo del abismo. No de otra manera puedo pintaros lo que acaba de suceder á vuestra vista.

   Había hombres obcecados, que no querían consultar los deseos de esta Nacion digna de mayor suerte; pero Segovia con esa sensatez y cordura que ha dado pruebas en todas ocasiones, ha sido una de las primeras poblaciones que, soltando las ligaduras de la opresion, contribuye con su ejemplo y cooperacion á que la libertad civil sea una verdad y las instituciones representativas funcionen con regularidad.

   Aprovechaos, pues, de vuestra decision, para que, llevando por norma el orden, asegureis vuestras garantias constitucionales y la estabilidad del Trono en bien del pais.

   Consolidadas tan legitimas conquistas, conseguireis despues por su curso natural el fomento de vuestros intereses, á que estará siempre propicio vuestro Gobernador militar civil y económico, que no ansía otras glorias que vuestra felicidad y bienestar.
   Segovia 19 de Julio de 1854.

   José María Vassallo. - Por acuerdo de S. E. Juan Lopez Bustamante, Secretario.

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   Al pueblo segoviano y a toda la provincia

   Ciudadanos: llego ya por fortuna el momento de poner termino á la terrible arbitrariedad que por tanto tiempo ha pesado sobre toda la nación.

   Durante esta aciaga época no ha habido calamidad que no se os haya hecho sentir con la rudeza que caracteriza las tiranias. Desarmada la Milicia Nacional, única garantía eficaz contra las demasías de gobiernos corrompidos, habeis visto sucesivamente destruida la Constitucion fundamental del Estado: violado el hogar domestico: menospreciada la seguridad individual: deprimida la libertad de Imprenta: aumuentados hasta el escandalo los impuestos: restringido el derecho electoral: llevada la falsedad á ls listas: la coaccion y las mentiras á las urnas:elevados por las malas artes del poder y sus agentes al cargo de representantes del pueblo sus mas encarnecidos enemigos: exigidas sin contemplacion contribuciones ruinosas, no votadas por las Cortes: abiertas y cerradas estas al capricho de mandarines sin vergüenza: legislar de Real orden estableciendo innovaciones perjudiciales  y gravámenes insoportables: cercenadas las atribuciones de los Ayuntamientos: casi redicidas á la nulidad las de las Diputaciones provinciales: matado el espíritu público liberal: la reaccion triunfante: menospreciados y escarnecidos beneméritos Ciudadanos, cuyo único delito consistia en hacer legal oposicion á las arbitrariedades de los ministros y sus agentes: enaltecidas por doquier camarillas inmorales desde las altas regiones del poder hasta la última de sus dependencias: y por resultado de todo, establecida una concentracion tal de mando y una tan completa represion de los buenos instintos liberales, que con el nombre engañoso de Gobierno Constitucional pesaba sobre vosotros la mas inmoral y la mas odiosa tambien de todas las tiranias que conocieron las Naciones civilizadas.

   Las valientes Tropas constitucionales, conducidas al campo de la libertad por Generales beneméritos, han dado el primer grito de alarma y de esterminio contra tan monstruosa tiranía: los pueblos, con su enérgica y legal resistencia á satisfacer el irritante anticipo, con el que se trataba de esquilmar á los agoviados contribuyentes, le han secundado; y de esto el alzamiento glorioso de todos los hombres honrado y de corazón liberal no habia ya mas que un paso.

   Las capitales de provincia de primero orden le han dado ya, como Valladolid, Granada, Barcelona y tantas otras. Los segovianos, que sienten circular todavia con orgullo en sus venas, la sangre patriota de los Comuneros de Castilla, no podian ser los últimos en esta gloriosa lucha de la libertad contra la tiranía.

   Llenos de fervoroso entusiasmo acaban de secundar el heroico alzamiento que iniciaron las tropas libertadoras. Sus corazones laten con violencia á las magicas palabras de Constitucion y Libertad, de Milicia Nacional, y de Reforma Liberal.

   Para afianzarlas estan resueltos á sacrificarse gustosos en las aras de la patria. Y ¡ay! del temerario que ose atentar en lo sucesivo contra las mas necesarias y santas de las instituciones humanas.

   Ciudadanos: la Junta á quien con plena libertad habeis dado el honroso cargo de de dirigir este patriótico alzamiento, no defraudará buestras bien fundadas esperanzas.

   Descansad tranquilos en sus liberales sentimientos, que son los vuestros. Su primer ocupacion será la de restablecer la Milicia Nacional Ciudadana, tomando ademas aquellas otras disposiciones que exige lo extraordinario de las circunstancias. Pero que ni por un momento siquiera se turbe la buena armonía que debe existir siempre entre los ciudadanos de todas clases.

   Union y Libertad: Confianza y Valor! ¡Viva el Trono Constitucional! ¡Vivan los Generales libertadores! ¡Vivan las Tropas Constitucionales! ¡Viva la Milicia Nacional! ¡Viva la Reforma liberal!

   Segovia 19 de Julio de 1854. - José María Vassallo, Comandante general, Presidente. - Ramon Salas, Vice-Presidente. - Nicolas Leonor. - Ceferino Avecilla. - Victor Marina. - Federico Verdugo. - Diego Montalvo. - Valentin Gil Virseda, Vocal Secretario.

   El diecinueve de diciembre de 1855, pasa a la capitanía general de Galicia con igual empleo y en el desempeño de sus funciones, el veintidós de julio decreta el estado de sitio en la ciudad de Vigo, publicó el siguiente manifiesto dirigido a los gallegos en general:

   Gallegos: La paz de los pueblos, el respeto a la propiedad, al hombre honrado que cumple con sus deberes en la Sociedad es el primer elemento que estamos obligados a sostener fuertemente al lado del Trono constitucional de nuestra idolatrada Reina.

  Gallegos: la anarquía feroz amenazaba de muerte vuestros hogares, y el vandalismo con todos sus horrores se presentaba en primer término. Una voluntad inmensa, indestructible, ha sostenido el desbordamiento durante dos años, y esta voluntad heroica nos ha salvado del caos, del abismo abierto a nuestros pies.

   Nuestra gran Reina ha vencido apoyada en ese robusto brazo que acaba de libertar a la Sociedad amenazada de muerte. Nuestra magnánima Soberana quiere la unión de este pobre pueblo despedazado en partidos: abracémonos como hermanos, gallegos, y no haya más que un nombre, el nombre de Españoles. Orden y sosiego: tranquilidad, perdón de las ofensas recíprocas y combátase esa hidra de enconos y venganzas personales. Yo0 os juro en ser el primero en mantener esa firme unión y combatir y destruir a los enemigos de nuestro reposo.

   Unión, gallegos, unión fraternal y nos hemos salvado: nuestra amada Reina nos enseña el camino. Esperancemos todos en su fuerte gobierno, que hoy más que nunca, asociado a los hombres honrados, nos devolverá los bienes perdidos, haciendo renacer la confianza y el crédito, que íbamos perdiendo. El horizonte político está libre de las preñadas nubes que amenazaban con la muerte.
   Gallegos: unión fraternal y amistad sincera. ¡Viva nuestra Reina! ¡Viva la Constitución del Estado! ¡Viva el invicto Conde de Lucena!

   Coruña, 20 de julio de 1856
                                                                                José María Vassallo

   Ante la declaración en rebeldía del teniente general Francisco de Paula Ruiz en la plaza de La Coruña con el apoyo de la Milicia Nacional, José María Vassallo y la guarnición se mantuvieron fiel al orden constitucional e hizo frente a la sublevación, poniéndose en acción levantando barricadas disponiéndose para el combate logrando capturar al rebelde, tras lo cual dio una hora para que el resto de sublevados depusiesen las armas y se aviniesen a  la rendición, lo que obedecieron. Así mismo, el regimiento de Cantabria, que había recibido órdenes del sublevado teniente general de alzarse en armas contra la autoridad real, desoyó la orden y se mantuvo fiel al segundo cabo José María Vassallo.

   Tras estos sucesos, el veintitrés de julio de 1856 es nombrado Capitán General de Galicia, para dos años después, julio de 1858, pasar a serlo de Granada.

   En 1860 es nombrado Ministro del Tribunal Supremo de Guerra y Marina, pero ocupa durante poco tiempo en el cargo, pues el diecinueve de agosto de ese mismo año el rey acepta su dimisión. Ese mismo año, el dos de junio, es nombrado interinamente comandante general del ejército y distrito de Córdoba, por desplazamiento a Madrid de su titular, el marqués de Novaliches.

   Estuvo casado con Dª: Catalina Santola Taranco en primeras nupcias y en segundas con Dª. Joaquina Macín Martínez.

   Falleció en Madrid, el veinte de julio de 1867, a las cinco de la tarde. Su cadáver fue conducido al cementerio de la sacramental de San Isidro desde la iglesia parroquial de Santiago. Le acompañaron un batallón de infantería del regimiento de Burgos y un escuadrón de caballería del segundo de coraceros al mando del brigadier Camilo Díaz de Prado. La infantería hizo las salvas de ordenanza junto al cementerio mientras se daba sepultura al cadáver.

   Tuvo tres hermanos militares, Juan, Sebastián y Francisco de Paula, de los cuales Juan y Francisco de Paula alcanzaron el generalato, mientras que Sebastián falleció siendo coronel..
   Estaba en posesión de varias cruces y condecoraciones, entre ellas:

- la medalla de Chiclana
- Medalla de Distinción del 7 de julio de 1822,
- Cruz, Placa y Gran Cruz de San Hermenegildo,
- Cruz de San Fernando de 1ª y de 3ª clase,
- Cruz de la Orden de Carlos III

   Existe un documento que habla sobre los hechos militares de este José María Vassallo en el año de 1843, en la llamada Batalla de la Cumbre:

https://chdetrujillo.com/la-batalla-de-la-cumbre-el-ultimo-mazazo-de-espartero/?pdf=11506

Soldado Malagueño
Málaga - 2021

viernes, 1 de octubre de 2021

LA VINCULACIÓN DEL ARMA DE CABALLERÍA CON LA HERMANDAD DE ZAMARRILLA.

Documentado y concienzudo estudio realizado por José Jiménez Guerrero, en e que nos ofrece un amplio repaso histórico de la arma de caballería y su relación, ya secular, con la cofradía malagueña de la Real y Excelentísima Hermandad de Nuestro Padre Jesús del Santo Suplicio, Santísimo Cristo de los Milagros y María Santísima de la Amargura, popularmente conocida como Zamarrilla.

Son 79 páginas de texto e imágenes editadas en 1992 por la propia Hermandad. Las fotografías son de Juan Manuel García Portillo y el prólogo de Juan Antonio Sánchez López, de la Universidad de Málaga.

Soldado Malagueño
Málaga - 2021