Rodrigo de Carvajal y Robles nació en la ciudad de Antequera, en el entorno de 1570, diez años arriba, diez años abajo, hijo, al parecer, de una familia aristocrática, pues se le emparenta con Diego de Carvajal, maestro de campo en el reino del Perú y, además, Correo Mayor de las Indias. Así mismo, se le emparenta con el almirante del Mar del Sur, Diego de Vargas Carvajal.
- en 1605 participó en la defensa del puerto de Arica, al norte del actual Chile, frontera con Perú, puerto frecuentemente atacado por piratas ingleses y holandeses, entre los cuales destacar como más famosos a Francis Drake, Thomas Cavendish, Richard Hawkins, Joris van Spilbergen, Bartolomé Sharp, William Dampier, y John Clipperton.
En esa fecha de 1605, habiendo tenido noticia de que una escuadra de piratas se preparaba para intentar un desembarco en esa plaza, partió de la provincia de los Carangas -actual departamento de Oruro, Bolivia- para ponerse a las órdenes del general Ordoño de Aguirre, corregidor del partido de Arica, quien lo destinó a defender los puntos más convenientes;
- en 1613, hallándose como hemos dicho antes ejerciendo las funciones de Justicia Mayor interino de la provincia de Cabaña y Cabanillas por ausencia de Diego de Vargas Carvajal, tuvo conocimiento de un complot concertado entre indios y mestizos para matar a todos los españoles posibles en el día del Corpus Cristi. Ante esto, mandó publicar un bando de obligado cumplimiento por el que ordenaba a todos los españoles de su distrito que se agruparan en el pueblo de Juliaca y aprestasen para la defensa, unos setenta soldados que sustentó a su costa.
Junto con estos setenta y cinco soldados
llegaron diez y seis sacerdotes, permaneciendo acantonados a la espera de los
acontecimientos, hasta que le llegó aviso de que los amotinados habían sido
capturados y llevados a La Paz y a Potosí, donde fueron castigados, abortándose
así la conspiración y posibles asesinatos.
- En 1622, teniéndose noticia de que se acercaba en dirección a El Callao de una flota de quince navíos de piratas, sin dudarlo partió hacia esa plaza, ofreciéndose al gobernador de ella, permaneciendo allí todo el tiempo que duró la alarma y formando parte de una compañía de caballeros aventureros, costeándose él todo su equipo y mantenimiento durante el tiempo que permaneció en estado de alarma y sin recibir paga alguna.
El Callao, al igual que Arica, fue frecuentemente
atacado por piratas ingleses y holandeses.
En uno de sus sonetos (a Felipe IV) dice:
Con mi espada, señor, he defendido
la
lealtad que se os debe en esta tierra,
y
en sus puertos me opuse al atrevido
holandés,
que les trajo cruda guerra;
con
mi hacienda también os he servido,
sin
negar de mi pecho cuanto encierra
de
todo lo que soy y lo que valgo
la
obligación que os debe un hijo dalgo.
Contrajo matrimonio en primeras nupcias con Juana de la Torre y Padilla, hija del maestro de campo, Juan de la Torre, uno de los llamados Trece de la Isla del Gallo, pero esta falleció, volviendo a casarse nuestro hombre, esta vez con Isabel de Vera, hija del licenciado García de la Vera, con quien tuvo, al menos, dos hijos, aunque no hemos conseguido averiguar ni nombres ni sexo.
Tras años de luchar con la espada, se avecina en la ciudad de Arequipa, en la que ocupó el cargo de depositario general y aun en este empleo, solicita en 1628 se le conceda algún gobierno, corregimiento o alguna plaza de contador mayor y así, para 1632 lo encontramos como corregidor y justicia mayor de la provincia de Colesuyo, al sur de Arequipa y de Perú.
En 1634 era corregidor y justicia de Celasayo y de Moquegua.
Otras obras suyas fueron:
- Al marqués de Monteclaros, virrey del Perú persuadiéndole visite con su persona otros reinos,
- A Don Alonso de Peralta y Robles arzobispo de las Charcas cuando entró en la ciudad de Arequipa su patria viniendo de ser inquisidor de México,
- Panegírico a Don José Pellicer,
- La Batalla de Toro (1627),
- Poema heroico del asalto y conquista de Antequera, impreso en Lima por Gerónimo de Contreras en 1627
- Fiestas que celebró la Ciudad de los Reyes del Perú al nacimiento del serenísimo príncipe Don Baltasar Carlos de Austria, en la misma imprenta que el anterior, año de 1632,
- Se conocen otras composiciones sonetísticas de nuestro hombre, las cuales se hayan recogidas en obras como Segunda parte de de las Flores de poetas ilustres, de J. A. Calderón, y en Cancionero antequerano, de Ignacio de Toledo y Godoy.
Parece ser que nuestro antequerano falleció con posterioridad al año de 1640. Si nació, pongamos que en 1570, en 1640 tenía 70 años, o sea, que debió fallecer con 70-75 años, una edad nada despreciable dada la época.
Nuestro biografiado, miembro de la llamada Escuela Antequerano-Granadina y que fue discípulo de Juan de Aguilar, como hemos dicho antes, escribió y dio a la imprenta en Perú una obra titulada “Poema heroico del asalto y conquista de Antequera”, el cual es una epopeya sobre la conquista de Antequera y las raíces de esta.
Al decir de los entendidos, esta obra, en su épica, es comparable a grandes obras como la Ilíada, la Odisea y la Eneida, a los poemas épicos sobre Atenas y Roma, a los Nibelungos, etc. Se trata de un poema épico formado por miles de estrofas.
IHPMalagueñas
Málaga - 2023
No hay comentarios:
Publicar un comentario