SOLDADO MALAGUEÑO

También narramos las vidas militares de soldados de España y de todo el cosmos hispano en ambos hemisferios, por el Atlántico, por el Lago Español, por el Mediterráneo, por el Índico y allá por donde haya pasado un soldado HISPANO ondeando nuestras banderas.


martes, 11 de agosto de 2020

1910. TRÁGICO SUCESO EN EL FUERTE DE BEZMILIANA

    Los protagonistas de esta historia son el cabo de carabineros Nicolás Grijón (o Gorjón) López y el carabinero Adrián Tornero Jiménez.

   Resulta que Grijón y Tornero se hallaban a las puertas del fuerte manteniendo una fuerte discusión sobre, al parecer, temas del servicio, hallándose el cabo Grijón reprendiéndole a Tornero cierta falta que ya había cometido otras veces, tras lo cual, sin decir palabra, el carabinero entró en el cuartel, saliendo acto seguido con una navaja barbera, con la cual agredió al cabo, dándole un tremendo corte en el costado, desde la clavícula hasta el esternón, cayendo Grijón al suelo entre exclamaciones de dolor.

   Ocurre que dio la casualidad que la esposa del cabo Grijón se hallaba en el interior y al oír los lamentos corrió a ver qué sucedía, viendo a su marido desangrándose, arrojándose al suelo junto con él, momento que aprovechó el carabinero Tornero para disparar a la mujer, que quedó herida de muerte.

   Aprovechó el momento Tornero para volver a su habitación, donde se vistió una guerrera de rayadillo, cogió una tercerola con setenta cartuchos y despidiéndose de su mujer y su hija, se dirigió por el camino que conducía hacia el pueblo de Bénagalbón, donde previsiblemente se ocultaría en alguno de los varios registros mineros que por esos parajes existían.


   Antes de salir huyendo, vio como acudían al lugar, alertados por el disparo y los gritos, otros carabineros y vecinos que se hallaban por los alrededores, a los que no dudó en dispersarlos a tiros.

   De inmediato se dio aviso al médico, quien se personó en el lugar de los hecho para certificar la muerte de la esposa de Grijón y curando de urgencia al cabo, quien a pesar de su herida, antes de partir para Málaga al hospital militar, pudo testificar ante el Teniente Escudero, jefe de la casa fuerte.  

   Acto seguido, salieron en busca del asesino cinco parejas de carabineros de caballería y varias de la Guardia Civil, al mando del teniente Escudero, quienes dieron una batida por los montes

   Bien, a pesar de la búsqueda que se dio, no se logró encontrar al carabinero, a quienes algunos calificaban de demente, y no fue hasta pasados más de treinta días, que cansado, mal alimentado y harto de ser fugitivo, decidió entregarse, para lo cual, el nueve de junio, se dirigió a la finca llamada de Santa Cristina, explicándole el caso a su guarda, Juan Anaya, quien tras escucharlo y saber que no se quería entregar a la fuerza militar, le propuso que le esperara allí, que iba a realizar unas gestiones.

   Efectivamente, Anaya se dirigió a Benagalbón y contó el suceso al médico, quien junto con el alcalde y el secretario partieron hacia la finca donde se hallaba Tornero, entregándose a estos, poniéndolo a disposición de la justicia quien lo mandó a un calabozo del hospital militar.

   En la madrugada del veintiocho de febrero de 1911, se suicidó ahorcándose en su calabozo, usando una de las sábanas de su cama, a la que le hizo un nudo corredizo.

Soldado Malagueño

Málaga - 2020  

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