SOLDADO MALAGUEÑO

También narramos las vidas militares de soldados de España y de todo el cosmos hispano en ambos hemisferios, por el Atlántico, por el Lago Español, por el Mediterráneo, por el Índico y allá por donde haya pasado un soldado HISPANO ondeando nuestras banderas.


domingo, 14 de junio de 2020

TENIENTE GENERAL FRANCISCO CABRERA Y RAMÍREZ. 1766 -1842.

   Nació Francisco Cabrera y Ramírez el quince de octubre de 1766, en la ciudad de Vélez Málaga, capital de la Axarquía, provincia de Málaga, hijo de Clemente de Cabrera y de Ana Ramírez, naturales de Macharaviaya, aunque resientes en Vélez Málaga. Era primo de Bernardo de Gálvez.

   Al ser hijo de familia hidalga ingresó en el Real Colegio Militar de Caballería de Ocaña  -Toledo-, en clase de cadete, el veintinueve de abril de 1779, donde estuvo estudiando y formándose en las disciplinas propias de su formación como futuro oficial, saliendo en 1780 con destino a América, al ejército que se hallaba en la guerra contra Inglaterra y apoyando a los independentistas estadounidenses al mando de su primo Bernardo de Gálvez y con este ejército se halló en la toma de Pensacola, el diez de mayo de 1781. Por sus méritos y por haberse comportado con honor durante la campaña, fue ascendido a alférez en agosto de ese año, con destino en el regimiento de dragones de España, en el virreinato de Nueva España, donde también obtuvo su ascenso a teniente de granaderos de dicho regimiento y con dicho empleo, el veinticuatro de de abril de 1784, retornó a España, pasando al regimiento de infantería de Navarra, incorporándose el veinticuatro de mayo de 1785.

   Continuó realizando las labores propias de su empleo hasta el diez de noviembre de 1788, que fue ascendido a capitán de fusileros y con dicho empleo es destinado a la guarnición de Orán, defendiendo la ciudad durante los tres ataques del ejército del bey de Mascara que sufrió la plaza tras el terremoto de octubre de 1790.

   En la Guerra de la Convención, actúa en el Ejército de Cataluña, tomando parte en el bloqueo y posterior rendición de la fortaleza de Baños, en el de Bellegarde del veinticinco de junio de 1793, en la acción de Millás del dos de julio, en la de Yllas del diez de agosto y de Montalbán del siguiente día dieciséis, en la de Banyuls del veintiuno de diciembre.

   Graduado de teniente coronel el veinticuatro de diciembre,  continuó participando en las acciones militares, destacándose en la defensa de Rosas cuando fue sitiada entre el veintiocho de noviembre de 1794 y su evacuación entre el dos y el tres de febrero de 1795 y se distinguió en la batalla de Pontós del veintiséis de mayo -donde acudió con el empleo de capitán de granaderos, que obtuvo el anterior primero de mayo-, siendo su última acción en esta guerra en la batalla del Fluviá del catorce de junio.

Puerta del Mar de la ciudadela de Rosas
   El año de 1799 es nombrado sargento mayor de su regimiento de Navarra y con este empleo pasó a Portugal en 1801, cuando la guerra de las naranjas, hallándose en el sitio  de la plaza de Elvas, en acciones habidas en aguas del Guadiana y en el sitio y toma de Juromenha el veinte de mayo.

   Dos años más tarde, el dieciséis de febrero de 1803, pasa como comandante al tercer batallón del regimiento de la Corona, para el siguiente nueve de octubre hacerse cargo de la tenencia coronela del regimiento de Voluntarios del Estado.

   Permaneció en este empleo hasta el siguiente quince de enero de 1808, que fue promovido a coronel, pasando a hacerse cargo del regimiento de Soria, que se hallaba de guarnición en Mallorca, donde pretendió aplicar las nuevas tácticas francesas de infantería, pero encontró una fuerte oposición entre los oficiales de su regimiento, quienes lo denunciaron por afrancesado, siendo encausado judicialmente, proceso que se alrgó hasta abril de 1810, que fue exonerado y libre de culpa.

   Como compensación, el siguiente diez de mayo se le asciende a brigadier y el veinticinco se le confía el mando del regimiento de Valencia, aunque no llegó a hacer efectivo el mando.

   Fue destinado al sexto ejército, el de Galicia en marzo de 1811, encargándole el general José María de Santocildes el mando de la tercera división, la que mandó hasta 1813. Durante este mandato, quedó claro que fue uno de los mejores comandante de división que tuvo España durante la Guerra de la Independencia, distinguiéndose el dos de julio de 1811, cuando viéndose su división rodeada peligrosamente en un llano en la Ribera del Órbigo por una fuerza francesa netamente superior a las que el disponía, obró magistralmente al abrirse paso entre los enemigos y llegar hasta sus líneas sin ninguna baja. Por esta acción y por las habidas en San Justo, la Superioridad le premió con su ascenso a mariscal de campo el siguiente cuatro de noviembre.

   Tras estos sucesos, ayudó en el sitio dado a Astorga entre el once de junio y el doce de julio de 1812 y tras su resolución, pasó a tomar parte en las acciones llevadas a cabo contra Zamora, Toro, Tordesillas y Burgos, hallándose en el sitio a su castillo  entre el dieciocho de septiembre y el veintidós de octubre, pasando luego a combatir al enemigo en Villamuriel, luchando junto a tropas inglesas.

   Admirada la Superioridad de sus capacidades y valía, no dudo en nombrarle por Real decreto de doce de abril de 1813, subinspector general de infantería del cuarto ejército, posibilitando con sus aportaciones y trabajos las acertadas actuaciones de las tropas españolas  que acompañan a Arthur Wellesley -duque de Wellington- en las campañas de 1813 y 1814.

   Una vez acabada la guerra, el trece de octubre de 1814 es ascendido a teniente general, pasando el siguiente seis de mayo de 1815 a ocupar la plaza de subinspector general del ejército de observación de los Pirineos Occidentales, tomando el dieciocho de junio el mando de la primera división, mando que ostentó hasta la disolución de este ejército el dieciséis de enero del año siguiente, año en el que, además, recibió la Gran Cruz de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo.

   Una vez disuelto el ejército de los Pirineos Occidentales, fue nombrado comandante de la segunda división territorial de infantería de Cataluña, empleo que mantuvo hasta el diez de febrero de 1818, que fue destiando de cuartel primero en Barcelona y después en Vitoria.

   Durante el Trienio Liberal no tomó partido por ningún bando, lo cual no evitó -o quizás por causa de no haber tomado partido- que en diciembre del 1823 fuera retirado del servicio, pasando a fijar su residencia en la localidad Navarra de Lerín.

   En 1837, hallándose de cuartel en Pamplona, debió tomar el mando de la guarnición durante unos días con motivo de la promulgación de la Constitución de 1812.

   No se tiene constancia de donde falleció, aunque parece ser que fue en Lerín y que el óbito ocurrió el treinta y uno de marzo de 1842.

Soldado Malagueño
Málaga - 2020

No hay comentarios:

Publicar un comentario