SOLDADO MALAGUEÑO

También narramos las vidas militares de soldados de España y de todo el cosmos hispano en ambos hemisferios, por el Atlántico, por el Lago Español, por el Mediterráneo, por el Índico y allá por donde haya pasado un soldado HISPANO ondeando nuestras banderas.


lunes, 13 de julio de 2020

MARISCAL PEDRO DE RIVERA VILLALÓN RODRÍGUEZ.

    Pedro de Rivera Villalón Rodríguez nació en torno al año de 1660, en la monumental y señorial ciudad de Antequera, en la provincia de Málaga, hijo de Andrés de Rivera y de Catalina Rodríguez de Reina.

   Parece ser que se alistó pronto en el ejército de Milán, hallándose en algunas situaciones de guerra, pasando a servir en las últimas campañas militares habidas en Holanda contra Luis XIV, pasando después a Extremadura  y después como oficial en la Armada real.

   Tras prestar sus servicios en la Península, siendo ya capitán fue enviado en 1705 a Nueva España, donde tras ocupar sucesivos cargos, en 1710 pasó a ocupar el puesto de gobernador  de la ciudad y provincia de Tlaxcala, y el siguiente 1711 obtuvo también el cargo de gobernador del presidio de San Juan de Ulúa, próximo a Veracruz, tras lo cual, en 1713 desempeñó el cargo de general de la Armada de Barlovento, debido a que al ser Veracruz la cabecera de dicha Armada, debía ser quien controlara el tráfico entre ese puerto y España.

   Tras esto, se le ofreció el gobierno del Yucatán, pero lo rechazó debido a la carga de trabajo que suponía la gobernación de Tlaxcala y de Veracruz.

   En vista de su competencia política y militar  y su habilidad para realizar a la perfección cuantos encargos se le confiaban, en 1724, el virrey marqués de Casafuerte le encomendó  una inspección general y detallada de los presidios situados al norte de la frontera de Nueva España, recibiendo para ello nuestro hombre el empleo de brigadier y una gran cantidad de información y documentación de la inmensa zona a la que iba a viajar y reconocer.

   La expedición tuvo comienzo el veintiuno de noviembre de 1724, y tenía por objeto poner al día la información que se tenía de la zona, el estado de los presidios, cuáles eran útiles y cuáles no, conocer el estado de las tropas en ellos destacadas, el estado de la población de ellos dependiente y administrar justicia para evitar los abusos, etc.


   Dicho viaje de reconocimiento, que duró tres años y medio,  alcanzó su punto más septentrional en Santa Fe, en el actual Nuevo México de Estados Unidos; su punto más oriental en el oriente de la actual Texas de Estados Unidos; su punto más occidental en San Juan Bautista, Sonora, México; el punto más meridional la ciudad de México, punto de partida y de llegada.

   En el transcurso de este recorrido, visitó los siguientes territorios: Nuevo Toledo, Nueva Galicia, Nueva Vizcaya, Nuevo México, Nueva Extremadura, Nueva Filipinas, Nuevo León, Sonora, Sinaloa, Ostimuri y Guasteca.

   Al final de dicho viaje, entró en la ciudad de México el veintiuno de junio de 1728 presenta al virrey un detallado y copioso informe de lo realizado, dividido en tres partes: la primera detallando cómo encontró los presidios, la segunda cómo los dejó tras su visita y una tercera dando una serie de consejos para poner en práctica en los presidios para su mejor organización y rendimiento.
   
   Así relató la Gazeta de México su llega a la capital mexicana tras su expedición:

   El dia 21 entró en esta Corte el Brigadier dé los Reales Exercitos Don Pedro de Rivera Villalon, que de orden de su Magestad y con las instrucciones del Excelentissímo Señor Marqués de Casa-Fuerte, Virrey, Governador, y Capitán General de estos Reynos, visitó generalmente todos los Presidios de las Provincias internas, en cuya expedición acompañadas de otros distintos expedientes, que le fueron cometidos por su Exc. como incidentes de la misma Comission, ha demorado tres años, y siete meses, aviendo dado principio á este laborioso, y dilatado viaje por los Presidios del Nuevo Reyno de Toledo Provincia del Nayarí, y en continuacion, los del Reyno de la Nueva Vizcaya, los del Reyno, y Provincia de la Nueva México, los de las Provincias de Sonora, y Zinaloa, los del Nuevo Reyno de Philipinas, Provincia de los Texas, contiguos al Rio de San Andres de los Cadodachos, termino entre la referida Provincia de los Texas, y la Nueva Colonia, que tienen establecida los Franceses á la vanda de el  Leste, con el nombre de la Louisiene, y subcesivamente los del Nuevo Reyno de Estremadura, Provincia de Coaguila, con los del Nuevo Reyno de Leon, y terminando dicha Visita, e inspeccíón general en el Presidio que reside en la Villa de Santiago de los Valles Provincia de la Guasteca, en cuyo tiempo, y largas distancias de los enunciados Reynos, y Provincias ha transitado mas de tres mil leguas. 

   Queda aora tratando, y conferenciando con su Exc. sobre los puntos de su Comission executada, para dar la ultima mano á vna importancia, que se cree es de las mas graves, que han ocurrido en la Nueva España del Real servicio de S. M.

   Gracias a este viaje se pudo, como ya se ha dicho, poner orden en la red de presidios, eliminando los innecesarios y mejorando los restantes. Las conclusiones y el resultado oficial de la expedición fueron, en palabras de la Gazeta de México los siguientes:

   ... formandose vn reglamento para el Govierno, disciplína, y economía de los Presidios, y levantándole Planos de los Reynos, y Provincias donde  se hallan por el Theniente Coronel Don Francisco Alvarez Barreyro, Ingeniero mayor de este Reyno, qué acompañó al expressado Brigadier en toda la Visita.

   En la presente ocasion de Flota se há dado por dicho Excmo. Sr. Virrey cuenta á su Magestad muy individualmente de todo, y que há resultado de ahorro a la Real Hazienda ciento y sesenta mil novecientos y cincuenta y tres pesos cada año de esta disposicion, con otras ventajas que se omiten y se espera que el Rey nuestro Señor apruebe todo lo obrado en este tan importante assumpto, en que se ha esmerado el zelo, y acreditadas experiencias del citado Brigadier Don Pedro de Rivera Villalon, de suerte, que se tiene por cierto manifestará la Magestad del Rey nuestro Señor su Real gratitud, y benignidad.
   
   El marzo de 1732, siendo gobernador del castillo de San Juan de Ulúa y de la ciudad y puerto de Veracruz, Pedro de Rivera Villalón es ascendido a mariscal de campo de los Reales Ejércitos de Su Majestad y pocos años después, en 1734, tras el final del mandato de Antonio Pedro de Echeverz y Subiza, es nombrado Gobernador y capitán general de las provincias de Guatemala, así como presidente de la Audiencia Real de la ciudad de Santiago.

   En 1736, publica en Guatemala su experiencia del viaje realizado por los territorios antes mencionados, en una obra titulada

Diario y derrotero de lo caminado, visto, y obcervado en el discurso de la visita general de Presidios, situados en las Provincias Ynternas de Nueva España, que de orden de Su Magestad executó D. Pedro de Rivera, Brigadier de los Reales Exércitos.

Haviendo transitado por los Reinos del Nuevo de Toledo, el de la Nueva Galicia, el de la Nueva Vizcaya, el de la Nueva México, el de la Nueva Extremadura, el de las Nuevas Philipinas, el del Nuevo de León.

Las Provincias de Sonora, Ostimuri, Sinaloa, y Guasteca.

   En 1744, a poco de haber cesado gobernador de Guatemala, lo encontramos como teniente general y alcalde mayor de la provincia de Tabasco.
   
   Contrajo matrimonio con Gregoria Antonia García Monsabal Salguero y tuvo, que sepamos, ocho hijos, de los cuales, sabemos que uno se llamaba José Antonio, que entró en religión y que entre otras cosas hablaba la lengua zapoteca nexitza serrana. También sabemos que una de sus hijas se llamaba Juana Inés, que casó con Juan José Martínez Patiño, contador oficial real de las Cajas de Santiago de Guatemala.

   De los otros hijos, sabemos que se llamaban Andrés, Pedro Francisco, que fue oficial de la Real armada y falleció en acción de guerra en Portobleo, Panamá, y Cayetano, carmelita y que fue superior del convento de San Sebastián, en Guatemala.

   De las otras hijas, sabemos que se llamaban María Ignacia, casada con el comerciante y armador Miguel José de Iturbide, Catalina Francisca, casada con el marqués de Quinta Florida y Bernarda, que profesó monja en el convento de Nuestra Señora de Valbanera, en México.

   Algunas fuentes dan por fecha de su fallecimiento 1744 y otras que en 1743 se retiró a la ciudad de México, donde falleció en 1745, que parece ser la más veraz.

Soldado Malagueño
Málaga - 2020.

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