SOLDADO MALAGUEÑO

También narramos las vidas militares de soldados de España y de todo el cosmos hispano en ambos hemisferios, por el Atlántico, por el Lago Español, por el Mediterráneo, por el Índico y allá por donde haya pasado un soldado HISPANO ondeando nuestras banderas.


lunes, 20 de junio de 2022

BRIGADIER ANTONIO RAMÍREZ ARCAS

   Nació en la ciudad de Málaga el veintitrés de mayo de 1809, cuando todavía no había sido la ciudad invadida por la chusma napoleónica. Era hijo de Carlos y María.

   En junio de 1833 tuvo su ingreso en el Ejército, haciéndolo en el cuerpo de Guardias de la Real Persona, siendo en febrero del año siguiente nombrado adicto a la Plana Mayor del Ejército del Norte y en esta condición, se halló en los meses siguientes en la defensa de la plaza de Vitoria y en las acciones sostenidas contra las tropas del Pretendiente en Treviño, Altube y Dallo, tras lo cual, en junio se incorporó en Navarra a la plana mayor de la primero brigada de la cuarta División, que mandaba el brigadier Félix Carrera de Amorim, con quien se halló en la batalla de Elizondo y en donde demostró ser poseedor de un gran arrojo y por el mérito contraído, por Real Cédula de seis de noviembre se le recompensó con la Cruz de San Fernando de segunda clase, laureada.

   En marzo de 1835, obtuvo gracia de cadete del Real Cuerpo de Guardias, y con esta nuevo destino, se halló combatiendo seguidamente en las acciones de Eulate, Artaza, Mendigorría, Arrigorriaga, Cirauqui, Guevara, Eulate, Arroniz, Belascoain y Venta de Echavarría. Así mismo, intervino en la marcha de Salvatierra a Vitoria, siendo recomendado al Gobierno por su comportamiento en las acciones Cirauqui y Guevara, obteniendo en el mes de noviembre el empleo de capitán de Caballería, con destino en el regimiento Ligero de Castilla, que formaba parte del Ejército del Norte.

   Tras intervenir en 1836 en todas las acciones que se dieron para conseguir el levantamiento del sitio de Bilbao, en el mes de octubre fue trasladado al Regimiento de Caballería del Príncipe.

   El año de 1837 le vemos combatir en Oriamendi, Hernani, Urnieta, Andoaín y Venta de Gulina, al final de lo cual, fue de los que salieron en persecución de la Expedición Real, a la que se enfrentó en Valladolid y en  Retuerta.

   Al año siguiente, se le destina en clase de adicto al cuadro eventual del Cuerpo de Estado Mayor del Ejército y en este nuevo destino interviene en la persecución de la expedición mandada por el conde de Negri, al que combatió en Saelices.

   En mayo de 1839 le vemos batirse contra los carlistas en las acciones de Belascoaín -por lo que fue premiado con el empleo de comandante-, ganó la Cruz de Isabel la Católica por su buen desempeño en Arróniz y se enfrentó a los carlistas en el Valle de Berrueza, Allo y Dicastillo, Cirauqui y Velate, concediéndosele en el mes de octubre reincorporarse a su regimiento de caballería del Príncipe, que se encontraba de operaciones en Aragón.

   En enero de 1840 es destinado al Regimiento de Infante, que se hallaba de operaciones en el Principado de Cataluña, hallándose en las operaciones de Peracamps, pasando posteriormente de guarnición a Barcelona.

   En mayo de 1841 pasa destinado al Regimiento de Caballería del Rey y en agosto es nombrado comandante general de la Serranía de Ronda y por su buena labor en aquel país, recibió el grado de coronel.

   En mayo de 1842, pasa al regimiento de Villaviciosa y poco después pasa a ejercer como director de la Escuela Central de Instrucción del arma de caballería, sita en la ciudad madrileña de Alcalá de Henares.

   En febrero de 1843, como hombre de sólidas convicciones liberales, se postula y es propuesto para la candidatura por Málaga de los progresistas malagueños, incluyéndose en ella como independiente.

   Ese mismo año, hallándose disfrutando de un mes de licencia, se unió a su Regimiento para sumarse al levantamiento contra Baldomero Espartero, siendo nombrado secretario de la Junta Central de la provincia de Valladolid, Junta que le concedió el empleo de teniente coronel, recibiendo del nuevo Gobierno el empleo de coronel dos meses más tarde.

   En las elecciones del quince de septiembre fue elegido diputado por la provincia de Málaga, quedando en situación de reemplazo y  trasladándose a dicha ciudad andaluza a la espera de obtener el retiro, el cual le fue se le concedido en  enero de 1845, pero no duró mucho tiempo en esta situación, pues en mayo volvió al servicio, siendo en agosto hecho preso e incomunicado y sin habérsele formado causa se le expidió la licencia absoluta en contra de su voluntad.

   Tuvo que esperar a noviembre  de 1846 para que le fuera concedida la amnistía, pasando a situación de  retiro con sueldo.

   Esta situación le pareció sumamente injusta y elevó una protesta a la reina quejándose de que se le hubies concedido una amnistía como si hubiese cometido algún delito, solicitando que se le formase una sumaria, consiguiendo que se le diera la razón, pudiendo volver así al servicio activo y siendo en junio de 1847 promovido al empleo de brigadier y nombrado comandante general de la provincia de Jaén, recibiendo dos meses después el nombramiento de gentilhombre de Su Majestad.

   En marzo de 1848 es relevado de su cargo, trasladándose a Madrid, actuando contra el levantamiento que se produjo en el mes de mayo, tras lo cual se hizo cargo en el mes de julio del Gobierno Militar de Pamplona, durante el cual tuvo que hacer frente a los insurrectos republicanos.

   Así, tenemos que, por ejemplo, a primeros de noviembre salió en persecución de una de estas partidas que se habían situado sobre el monte Irati y desde Picatúa hasta los Alduides. Además de rechazarlo, nuestro Antonio reclamó a las autoridades francesas de la frontera que colaboraran en la represión de estos rebeldes, lo que dio lugar a que los franceses apresaran a algunos jefes, oficiales y tropa de los rebeldes, conduciendo a los primeros a Mauleon y a los segundos a Oleron  a la tropa la dispersó en grado de arresto por diferentes localidades retiradas de la frontera.

   Al parecer, dichos rebeldes iban acaudillados por el ex general Iriarte, quien fue acompañado durante algún tiempo por un tal José de Salamanca, quien al enterarse de la movida y de la derrota sufrida por los rebeldes en Siétamo, provincia de Huesca, pasó a Francia, seguido poco después por Iriarte, desplazándose ambos a Pau.

   Para la realización de esta campaña, Antonio Ramírez Arcas contó con la colaboración de los pueblos circunvecinos, destacando de entre ellos el de Aóiz, cuyo comisario prestó un destacado servicio. Fue importante la colaboración de los pueblos dado que el movimiento republicano estaba coordinado con la entrada de Cabrera en el Alto Aragón y con la insurrección de algunos pueblos, pero todo quedó frustrado.

   En 1849 cesó de su cargo en Navarra, pasando a desempeñar el de comandante general de la provincia de Toledo, desde donde entró en operaciones contra los carlistas, como la que llevó a efecto a primeros de abril contra el jefe rebelde Bermúdez, al que después de treinta y cinco leguas a marchas forzadas en la que incluso hubo que pasar el río Tajo a nado con los treinta caballos de Guardia civil y nueve del regimiento del Rey, logró alcanzar a la partida del carlista en las proximidades de San Martín de Montalbán.

   La partida rebelde estaba formada por sesenta hombres montado, tras una dura refriega, fueron derrotados por los hombres que mandaba Antonio Rámirez, destacándose de entre ellos el capitán de la Guardia Civil Matías Rodríguez, del teniente del regimiento del Rey Manuel Soto y los valientes hombres de tropa que con su esfuerzo ayudaron a aquellos a alcanzar la victoria sobre los rebeldes.

   Las pérdidas habidas entre los carlistas fueron varias, entre ellas uno que tenía el grado de coronel, un jefe del estado mayor y varios miembros de la tropa, quedando así mismo en poder de los hombres de Ramírez cuatro caballos, diecinueve escopetas, tres trabucos, cuatro carabinas, siete fusiles, nueve sables, municiones, cananas y otros varios efectos más.

   Por parte constitucional, sufrieron heridas de poca consideración varios de los hombres y dos guardias civiles de gravedad.  

   En enero de 1854 se le concede  el cuartel para Madrid. En julio de 1863 es nombrado gobernador militar de la provincia de Lérida y en 1864 de la de Ciudad Rodrigo, falleciendo en esa plaza durante el desempeño de este cargo en el mes de marzo.

   En las elecciones parciales celebradas el veintitrés de marzo de 1855, vuelve a ser elegido diputado a Cortes por la provincia de Málaga. En esta legislatura tomó parte en una quincena de comisiones y pronunció más de veinte discursos sobre diferentes temas: agrícolas, ferroviarios, presupuesto de la Casa Real, Ley electoral, bases orgánicas de la ley de Milicia Nacional, ...

   Fue un hombre de una enorme cultura, escribiendo artículos de prensa, teatro, poesía, ensayos, tocando temas como la antropología, literatura, estadística, etc. Tenía la cruz y la placa de San Hermengildo.

   Su obra Anuario económico-estadístico de España para uso de todas las clases sociales, publicado en 1859, fue reconocido como libro de texto para la primera enseñanza e incluso por Real Orden se recomendó a los gobernadores de Cuba, Puerto Rico y Filipinas su introducción en las escuelas.

Soldado Malagueño

Málaga - 2022

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