SOLDADO MALAGUEÑO

También narramos las vidas militares de soldados de España y de todo el cosmos hispano en ambos hemisferios, por el Atlántico, por el Lago Español, por el Mediterráneo, por el Índico y allá por donde haya pasado un soldado HISPANO ondeando nuestras banderas.


martes, 25 de noviembre de 2025

CAPITÁN DE CABALLERÍA NICOLÁS DE BORJA

   Nicolás nació en la ciudad de Antequera el año de 1683, individuo de “buena calidad” y del que se puede decir que llegó a ser un viejo guerrero que estuvo en el tajo hasta edad muy avanzada, pues el documento del que me he servido para elaborar esta biografía militar, informa que para fin de septiembre de 1751 tenía sesenta y siete años de edad y unos servicios prestados a su majestad de casi cuarenta y cinco, que ya son años.

   España estaba desde el minuto uno del nuevo siglo XVIII inmersa en una guerra civil entre los partidarios de  Felipe de Anjou, el candidato propuesto por Carlos II, que como sabemos murió sin descendencia, y los del pretendiente austriaco Carlos de Austria. Guerra que acabó siendo europea, pues el continente se dividió en dos bandos y se combatió en diferentes escenarios europeos.

   Esta situación hizo que la sociedad española se movilizara y empezaran a plantarse por toda su geografía banderines de enganche, concesión de mercedes y patentes militares para atraer el dinero de los magnates a uno y otro bando y una intensa actividad fabril para la provisión de todo tipo de material militar y logístico.

   Fue a uno de esos banderines de enganche al que se acercó Nicolás de Borja, miembro sin duda de familia hidalga, el primero de noviembre de 1706, cuando contaba ya con veintidós o veintitrés años, para alistarse como soldado de a caballo en el recién creado regimiento de caballería de Málaga, del mando del recién nombrado coronel José de Zea Salvatierra, en una de las cuatro compañías que se formaron en la ciudad antequerana y que pasaron a la ciudad de Málaga para unirse a las dos levantadas por el obispado, a las tres levantadas por el mismo José de Zea y a las tres levantadas por la ciudad malagueña.

Uniforme del soldado del regimiento de caballería de Málaga

   Así pues, una vez pasado el periodo de adaptación e instrucción, el diecinueve de septiembre de 1707 partieron ocho compañías del regimiento en dirección a Murcia, ciudad a la que llegaron el siguiente once de octubre, continuando días después hacia el norte a través de Orihuela, llegando a Elche donde quedaron situadas las compañías.

   La información conseguida del regimiento no me permite determinar los movimientos de estas ocho compañías, pero por la hoja de servicios de Nicolás de Borja sé que, al menos su compañía, y seguro que lo serían las ocho, se halló en sitio puesto desde el veintiocho de noviembre de 1708 a la ciudad de Alicante y su posterior toma el veinte de abril de 1709. Anotar que desde el veinticinco de septiembre de 1708, dos meses antes de iniciarse el sitio a Alicante, nuestro hombre fue ascendido a sargento.

   Superado este obstáculo, partió Nicolás de Borja con su compañía hacia el norte, no teniendo conocimiento de acción alguna del regimiento de caballería de Málaga hasta el treinta de diciembre de 1710, que se plata delante de Morella, a la que ponen sitio, bombardeándola durante bastantes días hasta que se consiguió abrir una brecha en su muralla y aunque los defensores opusieron bastante resistencia, al final el empuje de los felipistas consiguió rendir a la ciudad, ocurriendo esto el tres de febrero de 1712. La toma de esta plaza supuso el fin de la Guerra de Sucesión en el Reino de Valencia.

   Nuevamente nos encontramos con la falta de datos para saber las andanzas de estas compañías los meses siguientes, pero si sé que Nicolas de Borja y con su compañía, debido a la hostilidad de Portugal, que permitía el paso a los ingleses para el ataque a los pueblo fronterizos españoles, pasaron a aquella parte de la península, primero con la intención de hacerse con Elvas, pero ante la imposibilidad de llevarlo a cabo con éxito, se dirigieron a la cercana Campo Maior, plaza que contaba con una poderosa fortificación y que se consideró interesante su expugnación y apropiación.

   Ante ella se plantó nuestro hombre y las compañías de su regimiento -y el resto del ejército, claro está- el cuatro de octubre de 1712, preparados para la faene, pero bien por no entenderse bien las órdenes impartidas para su asedio y toma, bien por no obedecerlas, la suerte no acompañó a los españoles y tras ver que no se iba a alcanzar el objetivo, las bajas que se estaban produciendo y la proximidad del invierno, las tropas españolas levantaron el campo.

   Pasó después al ataque al fuerte de Carbajales de Alba, provincia de Zamora y no lejos de la capital, que había sido sitiado por las tropas portuguesas y donde se habían hecho fuertes la guarnición de la plaza. En dicho ataque y avance actuaba ya como sargento de carabineros, peleando en esta ocasión desmontado, y tras la dura lucha lograron desalojar y poner en fuga al enemigo dejando libre la plaza y el fuerte.

   Respecto a esta acción, una anécdota:

    Cuando en 1712 “los portugueses entraron en Carbajales de Alba llegó a tal el despropósito de los invasores que, tras matar los cerdos de los vecinos, que las familias tenían para la matanza, para chamuscarlos utilizaron los manuscritos que se encontraron en las escribanías carbajalinas.”

   Tras esos acontecimientos, sobre el día veinte de diciembre de 1712, el capitán del regimiento de caballos de Málaga, Juan Manuel de Narváez y Godoy, sale con 150 caballos para Zamora, pero recibe contraorden de volverse a su cuartel, que se haya en Peñaranda de Bracamonte, Salamanca. ¿La causa? Pues se dio la circunstancia que en esas fechas salió publicada la tregua negociada con Portugal, por lo cual cesan las salidas para vigilar y repeler los ataques que de Portugal viniesen, decidiéndose que el Regimiento de Málaga y otros, pasaran a Cataluña, pues se hablaba de sacar mil hombres de Extremadura para ser destinados a aquella región, donde el duque de Berwik ya había entrado por Rosas al frente de treinta mil hombres para tomar Barcelona y Tarragona.

   Se dirigió nuestro hombre con sus compañeros al este de la península y una vez en el teatro de opresiones y  formando parte de un contingente de ciento cincuenta caballos, se plantaron en la zona de la castellanía de Amposta -no especifica el documento el lugar exacto-, donde se enfrentaron a una fuerza enemiga de ochocientos fusileros, a los que derrotaron, logrando dejar despejado de enemigos todo el territorio. No informa el documento que se hubiese hallado en más acciones de guerra hasta el final de la misma.

   No informa tampoco el documento donde se halló nuestro hombre tras esa acción y la información que he hallado sobre el regimiento es muy escasa, situando a todo o parte de él en la provincia de Toledo o en la provincia de Ávila en 1713 y ninguna información relativa a laño de 1714.

   Tenemos que ir a 1715 para volver a tener noticias de nuestro regimiento de caballería de Málaga y de nuestro sargento de carabineros Nicolás de Borja. Efectivamente, sabemos que para finales de abril o primeros de mayo de ese año, parte del regimiento marcha para Lérida pasando por Zaragoza y ya entonces se hablaba de la próxima reforma que iba a afectar a numerosas unidades, tanto de caballería como de infantería, que se daría la licencia a quien la solicitara antes de que ocurriera la reforma, se abonan pagas a subalternos y otros asuntos, hasta que, por fin, el dos de agosto de 1715 se recibe la noticia de que el regimiento de caballería de Málaga es uno de los regimientos que serán reformados y, además, extinguido, esto último probablemente en la segunda quincena de noviembre, aunque para el veintinueve de ese mes aun no tenían destino los soldados y caballos del regimiento que serían reformados.

   Tras la reforma del regimiento y su extinción, nuestro Nicolás de Borja, que tenía claro que quería seguir ejerciendo la profesión militar, quedó manteniéndose a la espera de su nuevo destino: guardia de corps en la compañía italiana de la Guardia Real, por nombramiento de primero de septiembre de 1716, pasando tiempo después a ejercer de portaestandarte de dicha compañía.


Guardia y oficial de la compañía italiana

   Tras unos años en dicho destino, el veinticinco de abril de 1735 pasa en clase de capitán al regimiento de caballería de Calatrava, donde continuó su mérito los siguientes años, aunque no volvió a tener actividad bélica hasta el año de 1742. Antes, el treinta de diciembre de 1740 es nombrado capitán de carabineros.

   En 1741 da comienzo la llamada Guerra del Segundo Pacto de Familia contra Austria, que se desarrolló fundamentalmente en Italia y que tenía para España el objetivo de poder recuperar los territorios perdidos en ese país en los años anteriores, lo que consiguió excepto el Milanesado, que al final acabó en manos austriacas.

   Así pues, nuestro Nicolás de Borja parte para Italia, embarcando en el puerto de Barcelona el doce de enero de 1742en dirección a Porto Spezia, pero a mitad de camino se recibe la orden de encaminarse a la provincia del delfinado, ocupando al llegar todo el territorio comprendido entre la Chambre hasta Barraux, acantonándose en Orelles y Engonois el venticuatro de octubre, avanzando hasta Maurienne, a donde llegan el veinticuatro de diciembre.

   En este tiempo, se halló con su compañía de fusileros y la del regimiento de Montesa, mandadas por el teniente coronel Ignacio Velarde, el Aiguabell el once de octubre, que habían sido enviadas tres días antes desde el campo de Mommellán para descubrir y traer noticias de los movimientos habidos en el campo enemigo, topándose con una columna de ellos que se descubrieron al iniciar fuego contra los españoles y cuando intentaron retirarse halaron los pasos cortados por los nuestros, quienes los derrotaron.

   El primero de enero de 1743, junto a las compañías de carabineros y mandados por el brigadier marqués de la Garantía, se incorporaron al ejército del teniente general Pedro García Arteaga, asistiendo al ataque  a la retaguardia enemiga, forzándoles con mucho esfuerzo los puestos que estos habían conseguido fortificar, tras lo cual continuaron la marcha hasta llegar al pie del Monseni y posterior evacuación de Saboya.

   Tras esto pasaron al Piamonte, donde se halló en la toma de Demón, sitio de Coni del veinticuatro de agosto de 1744 y en la batalla de la Madona del Olmo, el treinta de septiembre, donde las tropas españolas salen victoriosas.

   Las siguientes acciones en las que interviene nuestro hombre son en las del paso de la Boqueta (o Bocheta), ataque de Ottaggio, paso del Tánaro, en la sorpresa de Codogno, ataque de las trincheras de Plasencia del dieciséis de junio de 1746 y en la batalla del Tidone, el siguiente nueve de agosto, siendo esta la última acción guerrera de que tengo constancia que se hallara nuestro hombre, quien para fin de septiembre de 1751 continuaba en el servicio, con sesenta y siete años.

   En su hoja de servicios hay anotada la siguiente observación:

   Ofizial de grande merito Aplicación celo y capacidad, esta avanzado en edad pero es digno de la Rl. piedad de S. M.

   Imagino que a pesar de que a sus sesenta y siete años en su hoja de servicios se manifestara que gozaba de una salud robusta, en poco tiempo le llegaría la correspondiente carta anunciándole que el rey le agradece los servicios prestados y le jubilaría señalándole la correspondiente pensión y se retiraría ¿a su Antequera natal? Esto es algo que desconozco, de la misma manera que desconozco si estaba casado y de quien era hijo, pues hasta el día de hoy no he encontrado documentación que me lo muestre.

Soldado Malagueño

Málaga - 2025

No hay comentarios:

Publicar un comentario