Nació en la ciudad de Antequera, provincia de Málaga, el once de julio de 1834.
La primera noticia que de él he encontrado
es que comenzó a servir en el ejército como soldado voluntario en mayo de 1854
y que en 1856 se halló en les sucesos habidos en Madrid los días catorce,
quince y dieciséis de julio.
Tras esos sucesos, fue destinado al Ejército
de Filipinas, donde ascendió a subteniente en julio de 1857, pero debido a una
enfermedad que contrajo, debió volver a España, con la consecuencia de que su
empleo de subteniente quedó sin efecto.
Continuó prestando el servicio de su clase
hasta mayo de 1859, que pasó al Cuerpo de Carabineros, esta vez sí, con el empleo de subteniente, hasta octubre de
1863, que obtuvo el de teniente por antigüedad y con dicho empleo se halló en la batalla de Alcolea del 28 de
septiembre de 1868, otorgándosele, supongo que pos su comportamiento, el ascenso
a capitán de infantería.
Debido a la situación revolucionaria que se
vivía en la ciudad de Málaga, fue de los enviados a dicha ciudad, hallándose en
los combates habidos con los insurrectos los días treinta y uno de diciembre de
1868 y primero de enero de 1869 y por el mérito que en ellos contrajo, fue recompensado
con el grado de comandante y la cruz roja del Mérito Militar.
En mayo de ese mismo año se le destina al Ejército
de Cuba como ayudante de campo del general Caballero de Rodas,
Durante el tiempo que permaneció en la isla,
fue encargado de la organización militar de la Comandancia de Aduaneros, cuyo
mando desempeñó en comisión, distinguiéndose en este servicio, así como en las
operaciones de campaña en que tomó parte, por lo cual rué agraciado con el
empleo de comandante.
Permaneció en dicha isla hasta diciembre de
1870, que regresó á la Península.
No permaneció ocioso en lo que a campaña de
guerra se refiere, pues en mayo de 1872 se le destina al Ejército del Norte,
permaneciendo en operaciones hasta agosto siguiente, hallándose durante dicho
tiempo en la acción de Sierra Encía, el quince de junio, por lo que se le
concedió el grado de teniente coronel, y con el empleo efectivo por el mérito
que contrajo en la de Ipiñaburu -Vicaya- el doce de julio.
Tras las operciones del norte, pasó de
reemplazo a Málaga en noviembre de 1872, poniéndose a las órdenes del
gobernador militar con quien cooperó para sofocar la insurrección republicana
desatada en la ciudad, la cual combatió con las fuerzas que le confió dicho
gobernador.
En octubre de 1873 se le confió el mando de
un batallón del regimiento de Soria, con el cual operó en el ejército del
Centro, asistiendo a diferentes acciones de guerra, entre ellos en las de Arés
del Maestre y Bocairente, en las que se distinguió por su comportamiento,
siendo recompensado con el empleo de coronel.
Nuevamente se le requiere en el Ejército del
Norte, a donde llega en marzo de 1874, hallándose en los combates de San Pedro
Abanto los días 25, 26 y 27 de dicho mes y por sus méritos contraídos se le
concede la cruz roja de segunda clase del Mérito Militar.
Tras esas operaciones, se hace cargo en el
mismo mes del regimiento infantería de Saboya, con el cual concurrió a los
combates de las Muñecas del veintiocho de abril, continuando tomando parte en
las operaciones llevadas a cabo hasta fin de año, entre ellas la de Monte Abril
del catorce de mayo, en la que mandó la brigada a la que pertenecía, siendo
especialmente recomendado por su distinguido comportamiento.
Durante todo el año de 1875 continuó
mandando en campaña el regimiento de Saboya, concurriendo entre otros hechos de
armas a los combates librados para el paso del Oria, a los de Meagas e
Indamendi del primero de febrero, y acciones de Arbolarcha y Serantes del trece
de marzo. Asistió igualmente á las operaciones practicadas hasta marzo de 1876,
que dieron por resultado la terminación de la guerra, y por las cuales fue
agraciado con la cruz roja de segunda clase del Mérito Militar.
Cesó en el mando del regimiento de Sabaya en
junio de 1877, pasando a ejercer el mando de una media brigada de reserva,
ejerciéndolo hasta el catorce de febrero de 1878, que fue promovido a general
de brigada, como comprendido en el real decreto de gracias de veintidós de enero
anterior, quedando en situación de cuartel.
De junio a octubre de 1883, desempeñó el
cargo de gobernador militar de la plaza de Estella, Navarra,pasando ese mes de
octubre a la provincia de Alicante con igual destino, cesando en él en
diciembre de 1885.
El siete de noviembre de 1888 es nombrado
gobernador militar de Cuenca, pero un mes después dimitió del cargo por
problemas de salud.
En febrero de 1890 se hizo cargo del gobierno
militar de la provincia de Almería.
El treinta y uno de enero de 1892 asciende
al empleo de general de división
El treinta de agosto de 1893 es nombrado Comandante
general de la primera división del segundo cuerpo do ejército, a la vez que
ejerce el cargo de gobernador militar de Cádiz.
El veintiséis de noviembre de ese mismo año,
se le confirma en el cargo de gobernador militar de la plaza de Cádiz, con el cometido
añadido de que supervisara y facilitara el embarque de tropas y material de
guerra necesarios con destino a Melilla, con el objeto de satisfacer las
necesidades que la campaña que se estaba desarrollando -Primera Guerra del Rif,1893/1894-
fueran satisfechas con la mejor diligencia y acierto.
En 1896, pasa de cuartel a su ciudad natal,
Antequera, y una vez allí se dedicó de lleno a los negocios industriales, pues
en ella había montado unos talleres dedicados a la construcción de maquinaria y
fundición de hierro y bronce, talleres llamados La Antequerana.
Así mismo, se dedicó a los negocios del
espectáculo, pues fue propietario de un teatro en Antequera, el Teatro Rodas, el cual fue levantado como
teatro de verano en 1889 Agustín Jaramillo, en un corralón frente a la plaza de
toros, que funcionó muy bien hasta que una noche se incendio, decidiendo su
propietario levantar uno nuevo en la calle Mesones -en el centro de Antequera-,
en 1890.
Cuando ya estaban levantados los muros del
mismo, Manuel Fernández de Rodas, nuestro biografiado, se lo compró al señor
Jaramillo, y una vez suyo lo techó y dotó de localidades permanentes,
convirtiéndolo en un teatro para todo el año y donde recalaron infinidad de
artistas de la época durante bastante tiempo.
Posteriormente, en 1910, un sobrino suyo, el teniente coronel don
Luis Lería Guerrero le hizo unas reformas y le incorporó un aparato de cine.
Pero eso ya es otra historia.
En
julio de 1902 pasa a la situación de reserva.
Estaba casado con María Ana Baxtér Laurence.
Era
caballero de la Orden de San Fernando, de la de San Hermenegildo, del Mérito
Militar con distintivo blanco y de San Estanislao de Rusia.
Falleció Manuel en Antequera, el
veinticuatro de noviembre de 1905.
En el Archivo Histórico Municipal de
Antequera existe un libro con la biografía de este general y empresario.
Soldado Malagueño
Málaga - 2023
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