Primer Regimiento. 1704 - 1715
Como es de sobra conocido, a la muerte sin
descendencia del rey Carlos II, en el año de 1701 comenzó un trágica guerra
civil en España que de inmediato adquirió dimensión continental. No voy a
entrar en mayores detalles sobre la génesis y el desarrollo de esta contienda,
pues hay mucha literatura al respecto y no es el objeto de este breve trabajo.
Al poco de comenzar esta guerra, los dos
bandos en liza hicieron un llamamiento a las ciudades, villas, corporaciones
nobiliarias, hombres ricos, Iglesia y nobles particulares para que
contribuyeran con su esfuerzo a sostener los derechos de aspirante al trono
español y es en este contexto en el que, en respuesta a ese llamado, en este
caso en el bando felipista, el
capitán de infantería José Maltés Negrón levantó un regimiento con el nombre de
Regimiento de la Real Maestranza de
Ronda. Decir que en el momento de hacer la oferta al rey, José Maltés era
capitán de una de las compañías del tercio del maestre de campo Jerónimo de la
Puente Herrera.
Efectivamente, este capitán se compromete en
1704 a levantar a sus expensas un regimiento de infantería y en la capitulación
admitida por el rey en abril de 1704, José Maltés a levantar y vestir a sus
expensas un regimiento de quinientos hombres en un plazo de tres meses, a
cambio de lo cual solicitaba el empleo de coronel del mismo y la libertad de
elección de los oficiales que mandarían en dicho regimiento.
Alrededor del mes de junio, recibió diez
patentes de capitán y doce de alférez, todas en blanco para rellenarlas él, las
cuales vendería a las personas previamente concertadas con él, recuperando así
la inversión realizada y, seguramente, con un beneficio.
Los soldados los reclutó en varias
localidades, a saber: Málaga, Cádiz, su ciudad natal, Lucena, Jerez de la
Frontera, Utrera y Sevilla.
Así pues, levantó un regimiento, en base al
pie de un batallón, completamente equipado y armado, entregado al rey el
dieciséis de octubre de 1704 y con la denominación de Regimiento de la Real Maestranza de Ronda.
El
batallón estaba compuesto por doce compañías, de las cuales, una era de
granaderos y el resto de fusileros, estando formada cada compañía por cincuenta
soldados -incluidos los suboficiales- y tres oficiales, los cuales pasaron a
ser caballeros maestrantes. Contaba con su correspondiente plana mayor.
Por una Real disposición de veintiocho de
febrero de 1707, cambia su nombre a Regimiento
de Ronda, asignándosele el número 44 en la escala, añadiéndosele el
siguiente nueve de junio un segundo batallón, manteniéndose así hasta el final
de la guerra, que en vista de lo maltrecho que quedó y las numerosas bajas que
había sufrido, por Real decreto de de veinte de abril de 1715, queda
extinguido, al igual que otros muchos regimientos que fueron levantados como
consecuencia de las urgencias de la guerra.
Aunque no me ha sido posible a la conclusión
de este breve trabajo encontrar algún hecho de armas en el que haya participado
este regimiento, si he podido averiguar que fue enviado junto a la frontera con
Portugal, en la plaza de Badajoz y otras del contorno. Según un texto
encontrado
“...en dicha compañia y rrejimiento fue (...) a las
fronteras de la plaza de Badajoz y a las de otras plazas de los confines de
Portugal y en dichos paises (...) sirbio a Su Magestad (que Dios guarde) tiempo
de un año poco mas o menos andando la mayor parte del dicho tiempo acampado sin
dar lugar las ymbasiones de los henemigos a la menor residenzia en los pueblos
pues de ordinario se andaba en guerra biba ...”
Así mismo, he podido rescatar los nombres de
algunos de los oficiales del mismo y así, tenemos a:
- José Maltés
Negrón, patente de coronel en 1704,
- Francisco
Albarracín Fernández, nombrado teniente en 1708, con antigüedad de 1704,
- José del
Barco, nombrado ayudante mayor en 1709,
- Gaspar Gil
Martínez, es capitán de granaderos en 1709,
- Martín López, nombrado alférez en 1707,
- Simó López
Pérez, soldado alistado en 1708 y dado de baja en 1709 por herido,
- Manuel López,
capellán del regimiento en 1712
- Filiberto
Medrano, capitán nombrado para teniente coronel en 1710
- Juan
Terriente, subteniente, nombrado para teniente en 1709
- Fernando
Maris, nombrado sargento mayor en 1706
- Bartolomé
Joaquín de Mendiola, nombrado capitán en 1706
- Juan Villalba,
nombrado para la tenencia coronela del regimiento en 1706
- Francisco
Cidrón, nombrado teniente en 1705
- Carlos Maltés,
nombrado teniente en 1706
- José Pardo,
nombrado capitán en 1706.
- Alonso José Tabares y Ahumada, coronel en 1711.
Segundo Regimiento. 1808 - 1809
Todavía la Real Maestranza de Ronda
contribuyó a la patria con otro batallón.
Efectivamente, el once de Junio de 1808 los
maestrantes de Ronda convocados en asamblea, decidieron y resolvieron que el
único rey de España era Fernando VII y con estas decidieron levantar a su costa
uno o más batallones, para lo cual enviaron circulares a los maestrantes que no
habían podido estar presentes en esa reunión, por la cual se les solicitaba
remitiesen lo que le sobrase al año de sus rentas una vez cubiertas sus más
precisas necesidades y que acudiesen a ocupar los cargos de oficiales de aquel
nuevo cuerpo aquellos que aun se sintiesen lo suficientemente aptos para el
cargo.
Fueron bastantes los que respondieron al
llamamiento y así pudo la Maestranza pudo cumplir su compromiso, el cual fue
sancionado con la aprobación de la Junta Central, la cual señaló para esta
tropa un uniforme muy semejante en la disposición de colores al de los
maestrantes.
En el mes de abril de 1809, pudo la Real
Maestranza presentar ante la Junta Central un batallón fuerte de quinientas
plazas -otras fuentes hablan de ochocientas-, en el que invirtió un millón de
reales, siendo los maestrantes quienes ocuparan la mayoría de las plazas de
oficial, las que ocuparon a sus expensas y bajo la bandera de la Corporación -aprobada
por el Gobierno Supremo para dicho Cuerpo-, que representando la paloma,
símbolo del Espíritu Santo, primera advocación de la Cofradía de Ronda en 1573,
las armas Reales y las de la ciudad, con la inscripción pro fide, pro rege et patria. Fue nombrado su coronel Francisco
Ayguavives.
Su plantilla constaba de.
- plana mayor:
coronel, sargento mayor, teniente ayudante, subteniente abanderado, cirujano,
capellán, armero, tambor mayor.
- seis
compañías: una de granaderos y cinco de fusileros. Cada una con un capitán, dos
tenientes, dos subtenientes, un sargento primero, cuatro sargentos segundos,
ocho cabos de cada clase, tres tambores y sesenta soldados.
Una vez configurado, completado, vestido,
armado, puestos sus mandos y autorizados por la Junta, este batallón pasó á
formar parte de la división de vanguardia del Ejército del Centro, a las
órdenes de los generales Juan Carlos de Areizaga y Luis Lacy.
Una vez encuadrado en la división, se halló
en la Batalla de Almonacid del once de agosto de ese año de 1809, defendiendo
en Villamanrique la construcción de un puente contra las cargas de la
caballería francesa y en la Batalla de Ocaña del diecinueve de noviembre, donde
pereció gloriosamente, quedando en el campo de batalla la mayor parte de sus
individuos, incluido el coronel, quienes, no obstante, lograron, a costa de sus
vidas, cubrir la retirada de la caballería y de haber salvado de una dispersión
completa a la división de Zayas, en la cual se hallaba en ese momento
incorporado el batallón.
Los pocos individuos que lograron salvar la
vida y no quedar prisioneros de los franceses, se volvieron a Ronda, donde
dejaron el escaso archivo del batallón a la vez que recibieron socorros de la
Maestranza, tras lo cual pasaron al Campo de Gibraltar al mando de su nuevo
coronel, Antonio Jesús Chichilla, a reunirse con otras tropas, quedando extinguido
por el Reglamento Orgánico de primero de julio de 1810 y sus restos pasaron a
formar parte del batallón de Voluntarios Alba de Tormes.
No obstante este duro revés y á pesar de
haber los enemigos ocupado a Ronda, siguió la Real Maestranza de Ronda demostrando
sus vivos deseos de ayudar a expulsar del España a los invasores franceses,
como por ejemplo entregando al Ejército hasta cincuenta y seis yeguas y diez
potros que la Real Maestranza tenía en una dehesa de la ciudad de Osuna y otra
finca más, las que a pesar de las dificultades que suponían la constante
presencia de tropas francesas y de espías que trabajaban para estas, lograron
hacer llegar al mariscal de campo José Serrano Valdenebro, a la sazón
comandante general del departamento de la Sierra, entregando el comandante el
correspondiente certificado de haberlas recibido.
Uno de sus diputados, el gaditano Nicolás
María de Cambiaso y Verdes -uno de los que pudo fugarse de poder del enemigo y
había seguido militando en contra suya- propuso la convocatoria e instalación
de la Maestranza en Cádiz, por estar Ronda ocupada por los franceses, a fin de
dedicarse á la defensa del Reino, idea que no llegó a materializarse a pesar de
haber merecido la aprobación del Ministerio de Estado.
Otros dos maestrantes por su parte, no
solamente apoyaron a Cambiaso en solicitar lo mismo Gobierno, sino que incluso
llegaron a solicitar que se hiciese un expurgo entre sus compañeros y se
expulsara a los desafectos, aunque esto les fue rotundamente denegado.
Un último servicio prestado por la Real
Maestranza de Ronda fue ya acababa la guerra, cuando a la Corporación le
quedaban tan solo en caja cien doblones, decidió entregarlos para el
socorro del Batallón provincial de
Ronda, el cual llegó a la ciudad en la mayor miseria.
Figura 1: Sodado. Figura 2: Oficial
Soldado Malagueño
Málaga - 2023
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