Por una ordenanza expedida el treinta y uno de enero de 1734 se reformaron las milicias provinciales, formándose treinta y tres regimientos de a setecientas plazas cada uno, entre ellos uno llamado de Ronda, cuyo uniforme blanco con divisa amarilla, funcionando, como el resto de las milicias provinciales, en momentos de peligro de guerra.
En
1745 cambiaron el uniforme blanco por uno azul con la vuelta, solapa y collarín
encarnados y botón dorado, diferenciándose unos de otros en los botones del
uniforme, donde iba grabado el nombre del regimiento. En 1805, se publicó una
orden de que volvieran a llevar uniforme blanco, aunque en 1815 volvemos a
encontrárnoslo azul y vuelta encarnada.
Pocas son las noticias que he obtenido desde
ese 1734 hasta la Guerra de la Independencia. Por ejemplo, sé que en enero de
1754, tomó el mando del regimiento José Motezuma y Rojas, teniente coronel del
mismo hasta ese momento.
Es bastante probable que sustituyera en el
mando del regimiento a Pedro Girón y Ahumada, pues este último fue nombrado intendente
de la provincia de Segovia con el corregimiento de su capital el veintidós de
mayo de 1753, cargo que mantuvo hasta su muerte. En el año de 1747 era coronel
del regimiento.
En 1762, cuando se declaró la guerra a
Portugal, el regimiento de Ronda fue uno de los que formaron parte del
ejército, aunque la documentación usada no me indica si llegó a entrar en
combate ni por qué localidades se estuvo moviendo.
En 1791 parte el regimiento -desconozco si todo o parte- al socorro de la plaza de Ceuta que se hallaba asediada por los moros, hallándose en la salida que se hizo a las siete y media de la mañana del treinta y uno de diciembre, donde tras un intenso tiroteo se consiguió rechazar al enemigo y destruirles nueve baterías, dos minas y la mayor parte de los apostaderos, ataques y otros puntos fuertes que habían construido alrededor de Ceuta.
Uniforme adoptado en 1805
La lámina nos muestra el uniforme adoptado en 1805, blanco con la divisa encarnada. El uniforme de 1734 era igual pero con la divisa amarilla.
El año de 1793 pasa a formar parte de las
tropas que van a combatir a Francia en la llamada Guerra del Rosellón y entre
1793 y 1795 se halla en algunas de las acciones habidas, entre ellas en la de
Pont de Molins del siete de junio de 1794.
El año de 1800, el regimiento es destinado a
dar guarnición en el Campo de Gibraltar y en el desempeño de sus funciones está
presente en la llamada Batalla de
Algeciras del seis de julio, donde un destacamento del regimiento de Ronda
se halló destinado en la isla fortificada de Isla Verde, prestando su ayuda a
los artilleros que desde esa posición cañoneaban a los ingleses e impidiendo
que estos pudieran desembarcar en dicha isla. En esta acción cayeron once
hombres del regimiento y saldándose con una victoria hispana.
Posteriormente pasó de guarnición a Cádiz,
ciudad desde donde ayudó a la rendición de la escuadra francesa mandada por el
Almirante Rosilly tras el combate que duró desde el nueve al catorce de junio
de 1808, tras lo cual pasó a Madrid, hallándose en la acciones habidas en la
defensa de la ciudad del tres de diciembre de ese 1808.
Constaba en ese momento el regimiento de treinta
y cuatro jefes y quinientos setenta y cuatro individuos de tropa.
En agosto de 1809 pasa a formar parte del
ejército del General D. Francisco Javier Venegas Rodríguez, tomando parte en la
acción habida en Aranjuez y en la de Almonacid de entre el cinco y el once de
agosto, pasando luego a las órdenes del General D. Juan Carlos Areizaga, con
quien se halló en la batalla de Ocaña del diecinueve de noviembre, batalla que
supuso una derrota para las armas españolas.
Lámina: Sargento de
granaderos del provincial de Ronda, 1811-1812.
Tras la derrota, pasó a Sierra Morena,
formando parte de la División del Brigadier D. Gaspar de Vigodet, hallándose en
el combate de Barranco Hondo del veinte de enero de 1810, donde se consiguió
repeler y retrasar el avance de los franceses hacia el sur, para poco después
pasar a las inmediaciones de Ronda, donde el tres de mayo y a las órdenes del
Mariscal de Campo D. José Serrano Valdenebro -natural de Gaucín, Málaga- tuvo
un encuentro con los enemigos, manteniendo combates con los franceses en Conil,
los días cinco y siete de ese mes, en Ubrique, los días diez y trece de junio y
el siete de julio en Ronda.
El veintisiete de agosto de 1810, los
cazadores del regimiento se hallaron en los trabajos de destrucción de las
obras realizadas por los franceses para la conducción de la artillería con la
que tenían pensado batir el castillo de Marbella.
El veintinueve de diciembre de 1810 se
halló en la acción habida contra los franceses en Villaluenga del Rosario y en
Grazalema.
Continuando de operaciones, se la vio con el
enemigo en Estepona, el once de marzo de 1811, en Zahara de la Sierra, el
dieciséis de mayo, en Jimena el veintidós de septiembre, en la llamada Sorpresa
de Bornos del cinco de noviembre y en el acoso que se realizó al enemigo que
sitiaba la plaza de Tarifa.
Pasó luego al 4º Ejército, que lo mandaba el
General D. Francisco Ballesteros, en el que permaneció hasta 1812, hallándose posteriormente
en el sitio de Tarragona habido entre el tres y el quince de agosto de 1813, a
las órdenes del Teniente General D. Vicente Cañas y Portocarrero, duque del
Parque, tras el cual se halló en el sitio de Tortosa, ocurrido entre el veintiuno
de agosto y el cuatro de septiembre y en el de Pamplona, desde el veinte de
septiembre hasta el uno de noviembre, que se rindió la plaza.
Finalizada, por fin, la guerra, se hace
cargo del regimiento Antonio Avilés Casco y Castro, por nombramiento de cinco
de abril de 1815 y su patente de coronel de Infantería el siguiente día treinta.
El
dieciséis de enero de 1820 y con motivo de los sucesos acontecidos tras el
llamado Pronunciamiento de Riego,
recibe órdenes de que movilice el regimiento, pasando a servir bajo las órdenes
de D. José O´Donnell, y en este estado el once de febrero ciento veinticinco hombres
al mando de su coronel pasaron a guarnecer la plaza de Tarifa y otros ciento
veinticinco a dar guarnición a la plaza de La Línea, recibiendo órdenes de
deponer las armas el veinte de abril de 1821.
Pero fiel a sus ideas, volvió a ponerse
sobre las armas el veintidós de de febrero de 1822, marchando a la ciudad de
Sevilla, donde entró a primeros de marzo y donde fue desarmado, lo cual no
impidió que volviese a ponerse sobre las armas, marchando al Campo de Gibraltar
y de allí pasó a Ceuta, donde permaneció de guarnición desde el catorce de
junio de 1823 hasta el doce de marzo de 1824, hasta que el siguiente veintiuno
de julio fue nuevamente desarmado.
En septiembre de 1831, una partida del
regimiento mandada por el subteniente Pedro Barroso Gallo persigue y da caza a
una cuadrilla de malhechores y revolucionarios, dando muerte a su cabecilla, un
tal José María, apodado "Julián" Por esta acción, dicho subteniente
es ascendido a teniente de milicias.
Al morir el tirano Fernando VII, sus mandos juraron fidelidad a la causa de Isabel II, pasando de lleno a participar en la guerra fratricida que la historia conoce como Primera Guerra Carlista.
El uno de febrero de 1835, hallándose de
guarnición en Sevilla, recibe la orden de partir para Toledo y de allí a
Madrid, donde permanece un tiempo, hasta que a primeros de marzo se ordena su
inmediato traslado al ejército de Navarra.
Una vez en e país, no tarda en entrar en
acción, pues el treinta y uno de mayo de 1835, un destacamento del regimiento,
junto a otros individuos, se enfrentan con una partida carlista mandada por el
cabecilla Castor, en la parte de Albia y el puente de Castrejana, logrando
derrotarlos y ponerlo en fuga.
El diez de junio nos lo encontramos junto a
las tropas isabelinas participando en la defensa de Bilbao frente a la fuerte
ofensiva que las tropas del pretendiente Carlos habían hecho sobre la ciudad,
guarneciendo nuestro regimiento el Hospital, el fuerte de la Concepción y el
convento de la Merced. En este último punto los individuos del de Ronda se
hallaban mandados por el capitán graduado de teniente coronel José Candil.
Resultaron heridos en esta acción en el regimiento los soldados José Barroso y
Francisco Ramírez, el cabo 1º Juan Benítez, el cabo 2º Juan Sánchez y el
teniente Rodrigo Ramírez.
El dos de julio, debido a las bombas que
tiraban los carlistas sobre Bilbao, murió el ayudante del regimiento, al caer
una bomba en la habitación en la que estaba durmiendo.
Por los méritos contraídos en la defensa de
Bilbao, fueron premiados los siguientes oficiales del regimiento: grado de
coronel de milicias a los graduados de teniente coronel los capitanes Francisco
Cepillo y José Candil; grado de teniente coronel de milicia al capitán Pedro
Zurga; grado de capitán de milicia al teniente Rafael Pardo.
El día siete de noviembre de 1835 y al
mando de su coronel, el regimiento se desplaza a la plaza de Portugalete, junto
con una compañía de la guarnición de Lequeitio, en prevención de un ataque por
parte de los carlistas.
El año de 1836 tiene el regimiento un nuevo
coronel: Antonio Espinosa Sotelo.
Así mismo, se dan casos de deserción
y pase a los carlistas en el regimiento, como el de un teniente coronel llamado
Dorregaray, que se pasó a los carlistas desde Bilbao, pero que fue localizado
por un jefe de ordenanzas navarro, quien le dio muerte el veintiocho de enero
de 1836.
Parece ser que este desertor es Ambrosio
Dorregaray, quien se pasó a los carlistas el año anterior, en Vitoria,
acompañado de su hijo Antonio, un joven de doce años, que ya entre los
carlistas pasó a engrosar sus filas en calidad de cadete.
El doce de abril de 1836 el regimiento se
halla en la plaza de Lequeitio. La plaza cuenta con buenas defensas: 16 piezas
de artillería, víveres y municiones en abundancia y seiscientos hombres de
guarnición, la cual la formaba el provincial de Ronda junto con dos compañías
del regimiento de Logroño, algunos urbanos y los destacamentos de artillería y
zapadores.
Bien, a las nueve de la mañana de ese día
doce, la plaza se ve atacada por los carlistas, los cuales consiguen rendirla a
las cuatro de la tarde. Esto, dicho así, puede parecer normal, es la guerra y
un golpe audaz ayudado por la suerte tiene estas consecuencias. Pero el
problema fue que la guarnición abandonó el castillo y los carlistas ocuparon el
pueblo a la carrera, sin encontrar oposición.
La guarnición,
artilleros, zapadores y urbanos son hechos prisioneros y, según cuenta la
Gazeta Oficial carlista, los individuos del regimiento de Ronda pasaron a
integrar las filas de los carlistas, aunque esto no lo he podido confirmar en
los periódicos nacionales, más bien sería que fueron hechos prisioneros y
algunos de sus individuos se pasaron a los carlistas. No obstante, en algún
periódico se dejaba caer la sospecha de que la guarnición entró en componendas
con el enemigo, pues con setecientos hombres de guarnición, cañones, munición,
víveres y el que iban a recibir socorro de más tropas, no era normal lo que
había pasado.
Días después, se
decía en los periódicos que se tenía noticia que tres oficiales del regimiento
dieron grito de sedición, arrastrando, posiblemente, a los demás individuos. La
prensa consultada no da los nombres de esos tres oficiales.
El diez de mayo de 1836 hicieron su entrada
en la ciudad de Burgos cuatrocientos quintos con destino al maltrecho regimiento provincial de Ronda,
permaneciendo en dicha ciudad hasta que el general en jefe determinara su
destino final. De Burgos pasaron a
Tudela, Navarra, donde el siete de julio de 1836 relevaron a la única fuerza
que había en esa plaza, los carabineros, los cuales partieron al mando del
comandante general a Fitero.
Estando en Tudela, el regimiento recibe la
noticia el diez de julio de 1836, de que un numeroso grupo de los soldados del
provincial de Ronda que fueron hechos prisioneros en Lequitio el anterior doce
de abril -o que se pasaron a los carlistas, que aun no se sabe-, fueron
canjeados por prisioneros carlistas, volviendo los de Ronda a integrarse en el
cuadro de dicho cuerpo en Tudela, donde al mando del fuerte de dicha plaza
quedó el teniente del provincial de Ronda José Cappa.
Nuevamente hay cambio en la dirección del
regimiento, pues en 1837 nos encontramos que lo manda Manuel Pomar y Márquez.
El veintisiete junio de 1837, se
incorporaron en Pamplona al regimiento cuatrocientos nuevos quintos y ya con el
regimiento al completo, por orden general de de quince de noviembre de 1837, el
regimiento queda encuadrado en la segunda brigada de la cuarta división. Como
se puede comprender, esto se refiere a la organización del ejército en la
comandancia general de Tudela y su distrito, del virreinato y tropas de Navarra.
El seis de diciembre de ese 1837 se produce
un nuevo cambio en el mando del regimiento, pues el coronel de mismo es
separado del servicio, por haber incurrido en una falta grave, castigada según
la ordenanza general del ejército. Se hizo cargo del regimiento Salvador de la
Fuente Pita.
El diecisiete de enero de 1838, la compañía
de cazadores se halló combatiendo a los carlistas junto a otras compañías en
Biurrun y en las alturas de Tiebas, donde rechazaron al enemigo, bajando luego
al pueblo de Tiebas, para continuar luego, con el camino limpio de enemigos, la
marcha del convoy que al mando de los brigadieres Diego León y Manuel Lebrón
hacia Pamplona.
Tras esas acciones, los siguientes 28, 29 y
30 se las volvió a ver con el enemigo en Legarda y en el puente de Balascoain,
acciones donde el regimiento tuvo tres soldados heridos y uno contuso y un
oficial contuso.
Así mismo, compañías del provincial de Ronda
se hallaron combatiendo a los carlistas en Bargota, Vado de Mendigorría, Barca
de Viriza, alturas de Sesma y Allo.
El catorce de abril de 1839, hallándose una
partida del regimiento conduciendo un convoy de raciones desde Peralta a Lerín
por orden del gobernador de la primera plaza, fueron sorprendidos cerca de
Lerín por dos escuadrones carlistas mandados por el cura de Allo.
Como los efectivos eran pocos, fueron presa
fácil de los carlistas, quienes hicieron prisioneros los veintiún soldados del
regimiento, un factor y el criado de este y aunque el gobernador de Lerín salió
lo más pronto que pudo, tan solo consiguió salvar el convoy, quedando los de
Ronda presos del carlista.
A consecuencia de esto, el gobernador de
Peralta fue arrestado por haber mandado el convoy con tan poca fuerza.
El treinta y uno de julio de 1839, efectivos
del regimiento, junto con carabineros de infantería y caballería, cincuenta
milicianos de la compañía de cazadores y diez caballos de la misma milicia,
acaudillados por el comandante general,
salieron para perseguir y capturar a una partida de carlistas que se hallaban
aterrorizando a los vecinos de los pueblos y caminos de Carcastillo, Villafranca
y algunos otros que circundan las Bárdenas.
El fin de la guerra ya se vislumbra por lo
cual se empiezan a producir movimientos en las tropas, que en el caso de
nuestro regimiento recibe a primeros de mayo de 1840 la orden de abandonar la
plaza de Tudela -siendo sustituido por el provincial de Sigüenza- y pasar a la
plaza de Viana, donde su coronel fue nombrado gobernador interino. Dicho
coronel, José Muñoz, había sido nombrado poco antes en sustitución de Salvador
de la Fuete Pita.
Fieles a la causa isabelina y al Ejército,
una vez nombrado Baldomero Espartero el diecisiete de octubre de 1840 Regente
del reino, el veinticinco de octubre siguiente publicó en la Gaceta de Madrid
el Regimiento Provincial de Ronda un manifiesto de adhesión a su persona y
política. Dicho manifiesto iba firmado por el coronel José Muñoz, el teniente
coronel sargento mayor José Domínguez, el capitán Antonio Sierra, el teniente
Francisco de Rojas y el subteniente Benito Sauca.
El seis de julio de 1840 se pone término a
la guerra, hecho simbolizado por el llamado Abrazo
de Vergara entre los generales Espartero y Maroto el treinta y uno de
agosto y con la salida de España del pretendiente Carlos y sus leales, quienes
cruzaron la frontera francesa en septiembre.
A pesar de esto y con el objetivo de dejar
pacificada y bajo control del estado las provincias carlistas, los diferentes
regimientos y batallones que habían participad en la contiendo, aun
permanecieron allí durante un tiempo más, tras el cual partieron a nuevos
destinos de forma escalonada y, así, nuestro regimiento recibe la orden de
abandonar los lugares donde se hallaba dando guarnición, llegando el veintiuno
de mayo de 1841 a dar guarnición a su nuevo destino, la ciudad de Granada y su contorno, en sustitución del de
Écija.
Y esto es todo cuanto hasta la fecha he
conseguido encontrar sobre este regimiento de milicias provinciales de Ronda
durante los años de la sangrienta guerra civil.
En el año de 1841 los regimientos de
milicias provinciales quedaron extinguidos como tales, pasando a tener pie de
batallón, cambiando su nombre por el de batallón provincial de la reserva y un
número en la escala. Así, con esta nueva nomenclatura, nuestro regimiento pasa
a denominarse a partir de ahora Batallón Provincial de Ronda de la Reserva Nº
22, pasando en 1846 a ser denominados como regimiento de reserva de Ronda.
A partir de aquí, ya la información sobre el
batallón es realmente escasa y muy dispersa en el tiempo, tan solo algunas
noticias:
- El
veinticuatro de septiembre de 1845 parte para Valencia desde Tarragona, donde
se hallaba el provincial.
Desconozco, porque como ya he dicho antes no
he encontrado documentación al respecto, si tomó parte en las operaciones
militares que se desarrollaron durante la Segunda Guerra Carlista, pero por la
información anterior, parece posible que si bien no entrara en combate si que
realizara labores de guarnición o de reserva.
- Cuando se
inició la llamada Sublevación de Loja, el veintiocho de junio de 1861, fueron
enviadas tropas a sofocarla, las del regimiento de Asturias y del cuadro del
provincial de Ronda, las cuales tras enfrentarse a la numerosa fuerza sublevada
consiguieron restablecer el orden. Por estos hechos, tanto jefes, oficiales e
individuos de tropa recibieron propuestas de gracias por parte del general
O´Donnell.
- Los cambios
legislativos que se producen en el ámbito militar se reflejan, también, en el
batallón. Así, tenemos que por Real decreto de veintiocho de febrero de 1872 se
crean en España ochenta batallones de primera reserva o reserva activa. Entre
esos batallones se encuentra el de Ronda, que seguirá llamándose así y
mantendrá el mismo número de la escala, el 22.
Ciñéndonos a nuestro caso, a partir de ese
momento ingresarían en el batallón de primera reserva de Ronda individuos que
hubieran pasado cuatro años de servicios en el ejército activo, quedando en
situación de licencia ilimitada en sus casas y sin percibir goce alguno. Así
mismo, también podrían ingresar en él los individuos que se hallen en segunda
reserva, previa autorización de las Cortes.
Estaría formado por seis compañías y
mientras permaneciera en situación de provincia conservaría un cuadro
permanente formado un teniente coronel, un comandante, seis capitanes, seis
tenientes, seis alféreces, seis sargentos primeros, un cabo de cornetas y tres
cornetas. En el momento que se pusiera sobre las armas, es decir, que fueran
activados para entrar en campaña, tendría la misma organización que los
batallones de los regimientos de la Infantería de línea.
Pasó a formar parte de la sexta brigada,
residiendo el jefe de brigada, un coronel, en Málaga.
- Si de la
Segunda Guerra Carlista no he encontrado información que me diga si tomó parte
en ella, no ocurre lo mismo con la Tercer, de lo cual algo si que he encontrado.
Tras ser reunido el batallón a otros en
Madrid, partieron todos juntos en el mes de noviembre de 1874 al norte, donde
se hallará el batallón en las operaciones desarrolladas durante la guerra.
A primeros de 1875, nos lo encontramos junto
al batallón provincial de Málaga en el distrito de Burgos.
Sobre el quince de junio se haya el batallón
en la localidad de Mirando de Ebro, donde quedó encuadrado en la segunda
brigada de la división expedicionaria del Ejército del Norte. Dicha segunda
brigada la mandaba el coronel Rodríguez Trelles y estaba formada aparte del
batallón de Ronda, por un batallón del regimiento de Valencia, por el
regimiento de la Constitución, por una sección de artillería de montaña y por
dos escuadrones de caballería.
Salieron de Mirando el día diecinueve y en
su camino la Puebla de Arganzón, una de las compañías sostuvo un tiroteo con
una partida carlista pasado el pueblo de Ariñez, donde pernoctó, para al día
siguiente llegar a la Puebla de Arganzón.
El tres de octubre de 1875 nos lo
encontramos operando por el pueblo de Cenicero, por el puente de El Ciego y por
Samaniego, hostigando a las partidas carlistas.
Entre el catorce y el veintidós de octubre
de 1875 se halla en una acción contra las fuerzas carlistas que se hallaban
Labastida, Rivas, Peciña y Ábalos. En la acción fueron acompañados por el
escuadrón de tiradores de Burgos y por dos cañones Plasencia. Entre todos, lograron
desalojar a los rebeldes.
El día cuatro de noviembre se forma en el
pueblo de Briones la columna de Rioja, en la cual, como ya se dijo, estaba
encuadrado el batallón de Ronda. A las cuatro de la mañana, parte la columna en
dirección a Labastida y al llegar a sus inmediaciones, la columna se divide en
dos, yendo Ronda en la primera, junto a un batallón de Talavera y los
voluntarios, avanzando con orden de atacar.
Para ello, ocuparon el alto del castillo y
las alturas adyacentes, llegando hasta el pie de la posición, donde se entabló
un vivísimo fuego con los carlistas, los cuales, habiendo sido pillados por
sorpresa, no pudieron evitar la toma de la plaza por parte del ejército
nacional, huyendo en desbandada. En el combate quedaron muertos más de veinte
carlistas y cincuenta fueron hechos prisioneros. Así mismo, se tomaron armas,
mulos, documentos y numerosos efectos.
Tras asegurarse el control de la plaza, una
compañía de Ronda se quedó para guarnecer tanto la plaza como las alturas
inmediatas, partiendo el resto del batallón junto con la columna al asalto de
la sierra, donde tras un intenso tiroteo consiguió tomarlas a la bayoneta.
A primeros de diciembre de 1875 se halla el
batallón formando parte de la columna de La Rioja, acantonados en los pueblos
de Samaniego y de Ábalos, llegando doscientos nuevos quintos a completar el
batallón, contando a partir de ese momento con mil doscientos soldados.
- La siguiente
información que he conseguido hallar hasta el momento me lo sitúa en Melilla. Entre
1893 y 1894 se halló en las operaciones militares que se desarrollaron en
Melilla durante la llamada Primera Guerra del Rif o "Guerra de
Margallo".
A partir de aquí, todo lo que he encontrado es relativo a los diferentes denominaciones que el de Ronda ha tenido.
Hasta 1874, el de Ronda había tenido el
número 22 en la escala, pero a partir de ese año el regimiento cambia varias
veces de número en la escala, teniendo el 22, 79, 73, 100, 49, 112, 38 y 31 que
es el último número con el que aparece como regimiento de segunda reserva en
1925, fecha a partir de la cual no he sido capaz de encontrar ninguna otra
información.
Y esto es todo
cuanto puedo decir sobre esta antigua unidad militar del ejército español.
Espero que co el tiempo consiga algunos datos más con el que poder completar
este historial.
A continuación -e
imitando a Clonard en su Historia Orgánica-, paso a poner una lista de los
coroneles, tenientes coroneles y comandantes que han mandado al de Ronda que he
conseguido encontrar:
Como Regimiento de Milicias Provinciales
1738 - Manuel
Francisco Tabares y Barrios
1754 - José
Motezuma
1768 - Alonso
Gutiérrez.
1776 - Agustín
Chinchilla. Teniente coronel. De forma interina.
1777 - José
Motezuma y Rojas.
1795 - Pedro
Álvarez de Perea
1803 - Joaquín
Birués y Spínola
1813 - Felipe
Betancourt y Travieso
1815 - Antonio
Avilés y Castro
1824 - Gaspar
Atienza Salvatierra. Teniente coronel. De forma interina
1825 - Gaspar
Atienza Salvatierra. Teniente coronel. De forma interina
1826 - Antonio
Avilés Casco y Castro
1836 - Antonio
Espinosa Sotelo
1837 - Manuel
Pomar y Márquez
1839 - Salvador
de la Fuente Pita
1840 - José
Muñoz
En 1841, el
regimiento queda extinguido como regimiento. Pasa a ser batallón provincial.
Batallón Provincial de Ronda
1855 - José
Amezqueta y Larrumbe. Hasta el 13 de octubre de 1856.
1856 - Ramón
Bustamante y Calderón.
1858 - Segundo
de la Portilla y Gutiérrez.
1860 - Francisco
de la Cuadra y Bourman
1864 - Salvador
Lechuga Lechuga
1866 - Manuel
López Rosas y Arnaldo
1867 - José
Tenorio y Álvarez de Perea.
1872 - José
Casado y Sánchez.
Batallón/Regimiento de Reserva Nº 22
1872 - José
Casado y Sánchez.
1874 - Manuel
Sánchez Toro. Teniente coronel
1888 - Enrique
Gómez Moreno. Comandante.
1889 - Eduardo
Cuenca Aparicio. Comandante.
Por Real decreto
de 25-3-1889 tanto el Reserva de Ronda Nº 100 como el Zona de Ronda Nº 100
pasan a formar un único cuerpo llamado Ronda Nº 49, pasando a ser primer jefe
el coronel Eduardo Farinós Vicent.
1891 - Eduardo
Farinós Vicent.
1904 - José
Miralles. Coronel
Soldado Malagueño
Málaga - 2023
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